La semana pasada, cuando las críticas a la indefinición de los planes de Obama para Irak estaban comenzando a generalizarse, el candidato demócrata publicó un artículo de opinión en el New York Times «Mi plan para Irak», en el que resumía su estrategia de retirada de las tropas en un plazo de 16 meses e insistía en la necesidad de trasladar el eje del conflicto contra el terrorismo a Afganistan.

Esta vez quería ser Mccain, un político al que los medios de comunicación mimaban hasta que apareció Obama. El Senador de Arizona había publicado «Hemos publicado al menos siete artículos de opinión del senador McCain desde 1996 al menos 6 artículos de opinión en el prestigioso diario y había recibido el respaldo del New York Times durante las primarias republicanas, pero esta vez los editores del periódico han decidido que la pieza enviada no ofrecía la suficiente calidad, y han devuelto a la campaña el borrador como esperando algunos cambios.

Desde la campaña ya se han negado a rehacer el artículo y denuncían la discriminación, que sirve para ilustrar la desproporción de tiempo que los medios están dedicando a Obama frente a Mccain. Es extraño que un equipo de campaña como el de Mccain haya enviado un texto de poca calidad, sería ir disparando contra sus propios pasos, y en el tema de Irak, Mccain y su equipo saben que no se lo pueden permitir.