Empezó el ponente explicando una escena de la película «O’Brother» de los hermanos Coen. Con la ayuda de este vídeo, Rafa Rubio trazó un paralelismo entre la revolución que supuso la entrada de la radio y televisión de los años 1950, y la actualidad, que se opone a esta tendencia antigua de comunicar a las masas indistintamente. Según Rubio, «ahora mismo se intenta comunicar de forma personal».Porque está claro que se asiste a una revolución, similar a la Revolución Francesa o a la Industrial: requiere una respuesta en el camibo de hacer política. «Hay una nueva sensibilidad».
Se pasa del modelo jerárquico, con una claúsura de la información, a un modelo creativo que se va construyendo lentamente.
Un pequeños restaurante libanés en Filadelfia pidió los platos favoritos de los clientes, y solicitaba la receta si la desconocía. De esa forma, aumentó la oferta y la fidelización, al convertir a los clientes en protagonistas. Hoy es una cadena de restaurantes libaneses que se extienden por toda la ciudad. Éste es el sueño del político, pues existe una relación directa con el votante.
Se plantea el problema de saber hasta dónde se quiere llegar, si el modelo democrático con las nuevas tecnologías es un modelo nuevo o el mismo modelo reforzado.
Mediante ecampañas, democracias participativas, ciberactivismos (como las manifestaciones contra las FARC movidas a través de Internet), la democracia directa y el egobierno, se puede conseguir el diálogo y la organización entre los propios ciudadanos, y con el político.
Internet sirve para dar respuesta a todas las necesidades de la gobernanza de la Comisión Europea: la apertura -con redes sociales-, la participación, la responsabilidad y la eficacia y la coherencia.