Nomanifiesto

Nomanifiesto

En los últimos días, y casi simultáneamente, se han presentado ante la opinión pública dos manifiestos relacionados con el proceso independentista de Cataluña: Libres e iguales y Una España Federal en una Europa Federal.

Los promotores de estas iniciativas sin duda actúan movidos por el interés de defender públicamente su posición y tratar de influir activamente en un proceso político con importantes consecuencias.

No es la primera vez hace unos meses también surgieron distintos manifiestos en torno a la regeneración democrática. Una sencilla búsqueda en google nos devuelve una lista interminable de ellos:

A la vista de tanto manifiesto y sus escasos resultados me planteo si esa es la mejor opción, o, dicho con otras palabras, ¿responden los manifiestos a la forma de incidir en política en el siglo XXI?

Yo, que he sido promotor y abajofirmante de algunos de ellos, creo que a los manifiestos se les ha pasado el arroz, al menos entendidos como un fin en si mismo:

  • Son una herramienta de las élites en una época dónde la legitimidad es cada vez más distribuida.
  • Son un mecanismo de impacto, fundamentalmente mediático, en una época en la que la eficacia de la movilización se sustancia en la recurrencia.
  • Son un concepto excesivamente racional en una época donde la movilización social tiene un alto componente emocional.
  • Son una foto estática en blanco y negro, detrás de una mesa, frente a iniciativas llenas de color y movimiento.
  • Son, aunque pueda parecer paradójico, lo más parecido al activismo de salón, que tanto se critica en el ciberactivismo.

De ahí que considere que los manifiestos pueden ser útiles como bandera de enganche, como medio no como fin. Una herramienta, como el manifiesto de Podemos para dar visibilidad y motivación a una plataforma social que se vaya construyendo con el tiempo, que una sensibilidades distintas y proponga una serie de acciones que mantengan el tema en la agenda y vayan logrando pequeños “éxitos” de movilización social hasta configurarse como un verdadero grupo de acción política y social.

Este es mi nomanifiesto, admito firmas y desfirmas, de intelectuales y no intelectuales.

Un mes para Gobernalab. Internet y redes sociales en la comunicación política. (Madrid, 4-6/4. 2014)

Se por experiencia que la oferta sobre el uso de internet en política es inagotable (y un poco agotadora). No hay Master o jornada que no incluya una o varias sesiones sobre el uso de internet en campaña, y es difícil encontrar cosas nuevas en el mercado.

Hace unos meses encontré una el Hacklab del PSOE, que organizaba Cesar Calderón, y estaba reservado a militantes y activistas socialistas…. no pude asistir;)) De ahí que desde entonces insistiera a Cesar en lo bueno que sería montar algo similar abierto al público y, con la colaboración de Goberna (Fundación Ortega y Gasset) y después de algunas vueltas lo hemos conseguido.

El próximo viernes 4 DE ABRIL empieza en Madrid el Gobernalab, un «laboratorio» sobre el uso de internet y redes sociales en la comunicación política.

Al diseñarlo hemos intentado primar la experiencia, no queremos oír sólo cómo se hacen estas cosas, queremos oír cómo se han hecho hasta ahora y por qué por lo general muchas iniciativas no han terminado de funcionar. Hemos cuidado también la pluralidad, porque nos interesa la experiencia de cualquiera que, a pequeña o gran escala, haya intentado cosas nuevas en el uso de las Tic en política, y tenga suficiente capacidad crítica para contarlo.

Si algo puedo decir es que hemos conseguido un programa diferente. Un programa de tres días, en el que los participantes realmente van a tener un papel protagonista, elaborando un caso durante todo el fin de semana.

Empezaremos con la inauguración en la que Pablo Casado, Diputado y responsable de redes del Partido Popular y Ander Gil, Senador y coordinador de la OSSI del PSOE, nos contarán los últimos avances de los partidos.

Seguirá una conferencia de César Calderón, «Tecnopolítica, cartografía de un nuevo territorio» y un Beers & Campaigns, con el que acabará la primera jornada.

El sábado 5 DE ABRIL, el programa está repleto. Empezamos con la disección de dos campañas políticas en Internet. Una me toca a mi y la otra a Pablo Pombo.

Después Icaro Moyano, nos hablará de estrategia y Esteban Mucientes, Ana Aldea y David Alvarez se atreverán a enseñarnos la caja de herramientas de una campaña política o institucional en internet: Métricas, Redes sociales y Grassroots

Seguiremos con dos casos prácticos sobre la Gestión de crisis políticas en internet, uno de Isabel Díaz Ayuso, responsable online del PP Madrid, que de crisis online sabe un rato y otro de Ana Salazar, consultora política especializada en gestión de crisis en internet

El domingo 6 de ABRIL toca un taller sobre Blogs políticos e institucionales, impartido por Fernando Tellado y otro sobre Monitorización y gestión de perfiles sociales con Carlos Gutiérrez.

Para acabar con la presentación de los casos elaborados por los participantes.

¿Quién se apunta?

El éxito de Actuable

El pasado fin de semana me encontré con la cara de Francisco Polo en el suplemento del diario El País; había sido seleccionado como uno de los 100 iberoamericanos más influyentes del año 2011 por su labor al frente de Actuable, una plataforma de participación ciudadana.

Algunas veces he criticado, por caduco, el agotamiento de un modelo de participación ciudadana basada únicamente en el envío de correos electrónicos. Aunque creo que ha sido un modelo efectivo dudo de su capacidad para construir sociedad civil, condición sine qua non para la auténtica participación ciudadana. Aún así no cuestiono que Actuable se ha convertido en una plataforma de éxito, por algunas razones:

a) Saber aprender del «fracaso», Actuable nace tras «yopolitico», una plataforma de participación ciudadana que no terminó de cuajar. De esa experiencia «fallida» nació actuable, un proyecto mejorado y ampliado que se puede calificar como todo un éxito.

b) Fruto de su carácter, Francisco Polo, comenzó un proceso de consultas, de escucha constructiva en la que no dudo acudir a desconocidos e incluso a gente, como yo, que podían no pensar como él. Tuvimos un par de conversaciones en las que iba tomando nota, no se cuanto le sirvieron nuestras conversaciones pero no tengo duda de que en el proceso encontró mucha otra gente con ideas y procedimientos aplicables.

c) Uno de los grandes aciertos fue el carácter totalmente abierto de la plataforma, a personas y ongs, y con la posibilidad de contribuir hasta en la creación de alertas, que otorga a la plataforma un carácter diverso y plural.

d) Fruto de la dedicación, la oportunidad es otro de los grandes aciertos de Actuable. el manejo de los momentos y el aprovechamiento de las oportunidades es un elemento clave en el ciberactivismo online. Esa oportunidad se puede ver tambión en la selección de objetivos y en la explotación de las victorias.

e) Otro de los aciertos, en mi opinión, ha sido el de saber definir una identidad clara propia de la plataforma. Una identidad que se refleja en el estilo, los temas, el diseño de la web, que podríamos denominar progresista, sin ataduras innecesarías a su pasado en Ferraz y una apertura a temas (derechos humanos, medio ambiente, pobreza y desarrollo o transparencia política) que van mucho más allá de los temas partidistas.

Aunque no tengo ninguna duda sobre las ventajas que para una plataforma como Actuable tiene la llegada del Partido Popular al poder, y de los éxitos que le esperan en los próximos años, creo que hay algunos temas pendientes como la ampliación del tipo de actividades, muy vinculada al mundo del envio de emails, o las formas de financiación, más allá de los donativos y las ayudas públicas… Mientras preparo esto post me llega la invitación a participar en un libro sobre ciberactivismo, «Actua», que prepara Francisco Polo, será un buen momento para plantearse estos temas y muchos más.

Exclusiva de El Pais: Los Tea Party existen

Siempre que leo en la prensa sobre un tema que conozco ligeramente me doy cuenta de lo poco que sé del resto de los temas. Es tan habitual encontrar una serie de lagunas y, sobre todo, una falta de enfoque que siempre me pregunto, cómo será en los casos que ignoro. No deja de ser paradójico que esto ocurra en un momento en el que la seriedad y la profundidad a la hora de abordar los temas, el análisis cualitativo, parece ser la única tabla de salvación de la prensa en papel. Quizás por eso algunos, da igual de dónde vengan, se han pasado a la “prensa comprometida” y entienden que la ideologización y la llamada a las barricadas producen más rédito.

El comentario viene a cuento tras leer un editorial del diario El Pais que declara solemnemente “El Tea Party existe”. No se si será la costumbre de repartir certificados, demócratas y antidemócratas, inocentes, culpables y presuntos, pero el titular me ha recordado aquella frase de Nietzsche, en su Así hablo Zarathustra, “Dios ha muerto”, como si fuera su percepción y no los hechos los que pudieran conformar la realidad….

Los Tea Party llevan funcionando en Estados Unidos más de un año, su articulación y su vitalidad recuerdan a aquellos grupos, herederos de Howard Dean que, articulados en torno al No a la Guerra, se convirtieron en la base imprescindible sobre la que Obama levantó el ejercito ciudadano con el que se enfrentó a la maquinaria del Partido Demócrata. Desde allí, y gracias a su estructura en red y el uso de las nuevas tecnologías el movimiento fue creciendo y ampliando sus objetivos para terminar diluyéndose en una plataforma electoral, ha tenido que pasar un año para que algunos de ellos manifiesten su decepción (no era eso, no era eso) y vuelvan al activismo.

Desde hace unos meses El País parecía empeñado en hablar de unos grupos radicales, cavernícolas a la extremaderecha del Partido Republicano, que acusan de comunista al Presidente Obama (hasta el punto de querer matarle), han convertido a Sarah Palin en su diosa y a Russ Limbaugh en su vocero oficial. E incluso, de propina, dejaba entrever los paralelismos con ciertos medios de comunicación nacionales. Hace un par de días los creyentes del Diario de Prisa descubrieron una realidad bien distinta:

Hoy, este airado conglomerado de activistas de derecha, de bases inequívocamente populares, representa la fuerza más dinámica de la política estadounidense, aunque se mueva en la periferia del establishment y carezca de líder o programa claro.

Lo fundamental de este ideario por el momento es jibarizar el papel del Estado y su intromisión en la vida de los ciudadanos y exigir a ultranza responsabilidad fiscal a los administradores públicos.

sería un craso error convertir en mero folclor el papel de un movimiento cuyo credo comparte de manera más o menos explícita una buena parte del electorado estadounidense. Como lo es asimilar el Tea Party a una mera excrecencia del Partido Republicano,

Una reciente encuesta de The New York Times sobre sus simpatizantes informa, además, de que su educación es superior a la media, no tienen dificultades económicas y son profundamente pesimistas sobre la dirección del país.

y, por eso, a pesar de la grandilocuencia del titular, que pretendiendo ocultarlo evidencia aun más la ignorancia del pasado, es bueno felicitar al editorialista del diario independiente de la mañana.

Por cierto, si alguno se anima a replicar el fenómeno en España, aquí tiene algunas pistas para hacerlo bien.