Fidel Castro debe tener cierta morriña de la democracia, después de 50 años en el poder sin someterse a verdaderos procesos electorales, ha decidido participar activamente en los que pueden ser sus últimos comicios, los de Estados Unidos.

No hay duda que el voto cubanoamericano puede volver a ser decisivo en noviembre y así lo saben los candidatos que están dedicando gran atención a esta comunidad. El último en partiicpar en un acto organizado por la FNCA fue Barack Obama, y Castro ha glosado su discurso desde su tribuna del Gramma. Obama es más de lo mismo pero con más clase, viene a decir. Lo más curioso es su análisis electoral, en el que compara los candidatos y señala a Obama como el favorito por sus habilidades comunicativas y como su favorito por su integridad.

El problema es que Castro sabe que cualquier elogio a un candidato puede suponerle una tremenda perdida de votos entre la comunidad cubanoamericana… ¿le importará?