El 4 de julio es un día muy especial en los States, todo el mundo sale a la calle y en las casas se reunen familias y amigos alrededor de la barbacoa. Todo es bandera y exaltación del espíritu nacional, y los fuegos artificiales desde el mall, se convierten en la guinda perfecta.
Las lloviznas intermitentes durante todo el día, hacía presagiar lo peor, un retraso de los fuegos artificiales al día siguiente (es una constumbre habitual por aquí anunciar una fecha alternativa para los eventos en caso de lluvia) pero finalmente la lluvia paró y se celebró el espectáculo.
Tuvimos la suerte de verlos desde el «top of the town» un edificio situado en la colina de Arlington, justo enfrente del obelisco, desde el que dicen que se disfruta la mejor panorámica de la ciudad, y especialmente de la zona del mall. El edificio se engalana para recibir a los visitantes, y es tal la afluencia que los vecinos tienen limite de invitaciones. Muchos comentaban por allí que teníamos mejor perspectiva que los invitados del Presidente Bush, que en ese momento celebraban su 62 cumpleaños en la Casa Blanca.
Pero el 4 de julio de 2008 pasará también a la historia de la colonia hispana en Estados Unidos, al menos de la colonia hispana en Alexandria, por ser el día en que se legalizó la sangría. Tras mucho investigar no he conseguido averiguar a qué se debía la prohibición, imagino que a problemas de manipulado, pero hace unos años La Tasca, el bar de tapas de Old Town recibió una multa de 2000 dolares por servir sangría.
Era uno de sus bebidas estrella así que inició una campaña de grassroot lobbying con todos sus ingredientes: los clientes, la prensa local, el Embajador de España con una carta… los políticos locales se hicieron eco y el delegado demócrata Adam Ebbin ( mi nuevo heroe local), lo introdujo en la agenda legislativa del Estado de Virginia y finalmente se aprobó la Sangria Legislation Act of 2008, con la oposición Republicana.
Algunos están tan ilusionados que dicen que este es sólo el primer paso y las empresas de la restauración han empezado a trabajar para que se regulen los anuncios por internet de la ABC (alcoholic beverage control), algo que consideran una limitación inconstitucional del la libertad de expresión, según preveen los repúblicanos volverán a dar problemas, pero esta vez me importa menos.