En este blog estamos insistiendo mucho en que Obama está recorriendo una senda estrecha entre las propuestas radicales capaces de movilizar a muchos norteamericanos que han estado mucho tiempo fuera del sistema electoral y sus propuestas moderadas capaces de llegar a los demócratas reaganitas o los republicanos clintonitas, y vicecersa.

No es un camino fácil y los tropiezos son continuos, por aquello de que no se puede decir una cosa y su contraria, al menos no reiteredamente. Esta vez ha sido el aborto, el candidato ha acusado a Mccain de flipflopping reafirmando su postura proaborto:»Nunca me retractaré a la hora de defender el derecho de una mujer a abortar’.

Se trata de un tema electoral importante, que en su último libro trata reiteradamente y de forma mucho más moderada, pero ante las Women for Obama había que mojarse y lo ha hecho. Aunque parezca sorprendente la población negra se opone mayoritariamente al aborto, y la sobrina de Martin Luther King se ha destacado como una (ahora se dice miembra) destacada del movimiento provida en Estados Unidos, llegando a declarar que el aborto ha hecho con los negros lo que soñaba el Kukus Klan.

Ahora se espera la reacción Republicana, su campaña cada día se parece más a aquellas del siglo XIX donde el candidato esperaba visitas en el porche de su casa. Es como si Mccain pensara que lo que ha funcionado en Arizona, en sus elecciones al Senado, y en las primarias del Partido Republicano también debería funcionar en la elección presidencial, quizás cuando se de cuenta sea demasiado tarde.