El «tour mundial» de Obama, como lo llaman por aquí, aunque no está exento de riesgos sin lugar a dudas puede convertirse en la mejor forma de lograr su objetivo: relanzar su imagen de hombre de Estado, y eliminar las dudas de aquellos que cuestionan su capacidad de convertirse en el próximo Comandante en Jefe de los Estados Unidos.
Su primera etapa está sirviendo para dejar claro sus planes de guerra. Desde hace un tiempo Obama ha dejado clara su prioridad, Afganistan, sin terminar de concretar sus planes para Irak más allá del anuncio poco claro de una retirada de las tropas en 16 meses, que a muchos le ha parecido irresponsable, al prescindir de los acontecimientos.
Ayer en Afganistan dió un paso más exigiendo el envío de tropas desde Irak a Afganistan. De momento no hay más respuesta que la del Jefe de Estado Mayor que lo ha calificado de irresponsable.