Estoy un poco desconcertado con esta elección, quizás la estoy viviendo demasiado dentro, por eso agradecería todo tipo de comentarios porque ultimamente mi reducido pero amado público está bastante pasivo. Obama es la gran incógnita, y prometo una reflexión más específica sobre el fondo de las dos campañas. Pero ayer, como todos, volví a alucinar con el despliegue de Obama en Berlin, cualquiera diría que Mccain no tiene nada que hacer contra ese fenómeno mundial pero los que votan son los americanos y la última encuesta sigue hablando de una distancia de 6 puntos, que resulta ridícula si analizamos las dos campañas, ¿no os parece alucinante?

El discurso de Obama en Berlin estaba montado como un auténtico show, un impresionante despliegue, la expectación levantada en Estados Unidos, a pesar de la hora, ha sido enorme y un buen número de cadenas han ofrecido el discurso en directo. Todo estaba previsto y organizado como un acto de campaña, a lo grande, las cámaras, el discurso, la animación del público…. Pero esta vez lo mejor es leer las reflexiones de Antxon y el comentario de la web del Partido Republicano.

Y no os perdais este, sin duda el mejor, David Brooks en el NYT. El final del artículo es espectacular, «Obama has benefited from a week of good images. But substantively, optimism without reality isn’t eloquence. It’s just Disney». «Política de Disney», os suena.

Obama speeches almost always have the same narrative arc. Some problem threatens. The odds are against the forces of righteousness. But then people of good faith unite and walls come tumbling down. Obama used the word “walls” 16 times in the Berlin speech, and in 11 of those cases, he was talking about walls coming down.

The Berlin blockade was thwarted because people came together. Apartheid ended because people came together and walls tumbled. Winning the cold war was the same: “People of the world,” Obama declared, “look at Berlin, where a wall came down, a continent came together and history proved there is no challenge too great for a world that stands as one.”….

Much of the rest of the speech fed the illusion that we could solve our problems if only people mystically come together. We should help Israelis and Palestinians unite. We should unite to prevent genocide in Darfur. We should unite so the Iranians won’t develop nukes. Or as Obama put it: “The walls between races and tribes, natives and immigrants, Christian and Muslim and Jew cannot stand. These now are the walls we must tear down.”

The great illusion of the 1990s was that we were entering an era of global convergence in which politics and power didn’t matter. What Obama offered in Berlin flowed right out of this mind-set. This was the end of history on acid.