Uno de las cosas que me encanta de la academia en Estados Unidos es la concrección y la obsesión por los números, todos los estudios, por muy «sociales» que sean se fundamentan en datos empíricos, por peregrinos que puedan parecer. Sólo así cabe discutir sobre los hechos, la metodología, o las conclusiones a las que se han llegado, de una forma científica lejos de la academia española, más procliva a verbo largo y complicado, a medir más la cantidad que la calidad, y a discusiones sin sentido que suelen convertirse en concursos para ver quién la tiene más larga.
Esta vez han sido dos economistas de la Universidad de Maryland, el objetivo era cuantificar el apoyo de los famosos en campaña electoral y el estudio se ha centrado en valorar cuantos votos le aportó a Barack Obama el apoyo de Oprah Winfrey (imagino que la conocereis pero lo más parecido en España sería Ana Rosa Quintana) durante la campaña. El método tremendamente exhaustivo cruzaba datos de las ventas de la revista y los libros del Club de Oprah en cada uno de los distritos electorales con los resultados de Obama desde que recibió su apoyo. Los resultados son que el apoyo le supuso más de 1 millón de votos. Espectacular si tenemos en cuenta que en total, durante las primarias, Obama obtuvo alrededor de 18 millones de votos (sería un 6%, un porcentaje capaz de decidir cualquier elección) y que su distancia con Hillary no llegó a los 200.000 votos.