Un hombre corriente, una familia trabajadora, una pasión por el servicio público, un reconocimiento sentido a Hillary, una declaración de su amor a América, el sueño americano, Obama como el hombre capaz de unir esfuerzos, unir al país, traer la esperanza, el sueño americano. La apelación a la movilización ciudadana y el final propio de los grandes discursos norteamericanos: God Bless you and God Bless America.
Un discurso que no ha dejado nada en el tintero pero que además lo ha tratado con clase y con emoción, con pasión, mezclando lo personal, la anecdota divertida, con la política de la ilusión y la esperanza. Congratulations!!!!!
Creo que se ha equivocado al final, al sacar a las niñas al escenario, después de la polémica de las últimas semanas. La aparición final de Obama por teleconferencia, desde una casa de Kansas City, en el salón de la casa de una familia normal cohibida por las cámaras, ha resultado poco natural y su conversación con sus hijas me ha parecido un poco forzada, nobody is perfect.