El miércoles 24 de junio, La Jornada publicó una nota sobre la intención del Senado de hacer modificaciones a la reforma electoral, con el fin de perfeccionarla y eliminar insuficiencias, lagunas y posibles excesos de regulación.
De acuerdo con el Senado varios temas serán considerados en estas modificaciones como las candidaturas ciudadanas, la propaganda en infomerciales y la campaña en Internet, por mencionar algunos.
En cuanto a las campañas por Internet, serán muy interesantes los señalamientos que realice el Senado, la experiencia electoral de 2009 ha dado mucho de que hablar sobre este tema, especialmente por el hecho de que el Internet ha sido un medio cuya regulación no se contemplo en la reforma.
Sin duda, esta falta de regulación fue lo mejor que le pudiera pasar a los partidos políticos, debido a que pudieron transmitir su mensaje a un gran público, especialmente joven, sin necesidad de obedecer la reglamentación sobre el uso de tiempos oficiales para propaganda y con un gasto mínimo, además de poder llevar acabo campañas negativas a diestra y siniestra contra sus oponentes políticos.
Lo anterior dificulta mucho saber que debemos esperar de la modificación a la reforma electoral, por un lado los partidos pequeños difícilmente aceptarían una regulación sumamente rígida sobre el uso del Internet –los grandes tampoco pero en menor medida- pues, aunque no lo han sabido utilizar correctamente, el Internet es el único medio que puede compensarles la falta de tiempo oficial para hacer propaganda, por otro lado, tampoco podría llegarse al hecho de prohibir el uso del mismo para hacer campaña, como es el caso de Japón, pues existiría un fuerte reclamo por parte de los ciudadanos que generan contenido político a favor del candidato o partido con el que simpatizan, aludiendo a un ataque contra la libertad de expresión.
Realmente el Senado se ha metido en un buen problema, pues las modificaciones que realice, deberán dejar a los actores políticos y a los ciudadanos satisfechos, si no quiere verse en el medio de una batalla por el derecho a libre expresión y el acceso democratizado a los medios de comunicación.