Después de la traca final, con globos y confeti, hoy me he levantado a las 4 de la mañana para regresar a Washington en el avión de las 6.
En el mostrador del Check-in me he encontrado a Karl Rove, no me lo podía creer y no ha sido hasta la sala de espera que me he decidido a atacarle con la cámara de fotos:
Lo mejor estaba por llegar.
Al embarcar compartiamos fila de asientos, una hora a solas con el Arquitecto, cuánto vale eso a precio de mercado. He aprovechado a fondo, las nuevas tecnologías, Obama, el voto hispano… ya os contaré.
¿Qué te ha dicho? Cuenta…
Estaba entusiasmado con Steve Schmidt, sin el nada hubiera sido posible. Preocupado por los hispanos pero confiado en el perfil de Mccain y su postura en la ley de inmigración, (aunque discrepo bastante, basta con ver la Convención). Mosqueado con los sms de los demócratas, cuya eficacia dice desconocer pero reconoce que, en este punto, están haciendo un terrific job.
Vaya encuentro. Qué envidia.
Yo también espero leer más detalles.
Saludos!