Llegó el día, hoy empiezo mi aventura americana. Me gustaría poder decir que, como el Cela de Viaje a la Alcarria, marcho «a la buena de Dios, a la que salga», pero creo que con los años aumenta el peso de la maleta y tengo cierto respeto a la báscula del mostrador de embarque.
Voy a Washington DC, a trabajar en la George Washington University y con muchas ganas de meter la cabeza en la campaña electoral, no sé si hasta la coronilla, hasta las orejas o hasta el cuello. Lo afronto como una ocasión irrepetible para aprender sobre la participación de los ciudadanos en la vida política y especialmente su articulación en tiempos electorales.
El momento es muy interesante. Parece que Obama se perfila definitivamente como el candidato demócrata y McCain empieza a tener un oponente claro. En su equipo dicen que prefieren a Obama, pero mi opinión es que la elección de Hillary sería aún mejor porque supondría la desaparición automática de toda la base social de Obama y su corriente de ilusión que se vendría abajo frente a la demostración evidente de que la política, también la demócrata, sigue siendo la de siempre, y esa corriente de ilusión, esa base social movilizada es, otra vez en mi opinión, el enemigo público número 1 del Senador por Arizona.
Os mantendré informados…