Las elecciones a la Presidencia norteamericana celebradas el 4 de noviembre de 2008 han generado una expectación inusitada. La conjunción de factores como la globalización, los nuevos medios de comunicación, y la situación histórica en la que hemos vivido, con una crisis económica de escala mundial, han hecho que la atención de todo el mundo haya estado centrado en el proceso electoral norteamericano
durante muchos meses.
Rafael Rubio