El ex-alcalde de New York y consultor de éxito Rudolph Giuliani aun no ha anunciado su candidatura a la presidencia de los Estados Unidos en 2008. Aun así es el republicano mejor situado en las encuestas desde el principio de esta carrera presidencial. Con el antecedente de su candidatura al Senado, que abandonó a mitad de camino tras haber conseguido millones de dolares en donaciones, todo el mundo se plantea si su indecisión no es sintoma de debilidad.

Es cierto que su popularidad entre el pueblo norteamericano y su demostrada capacidad de gestión durante el 11-S, le hacen contar con cierta ventaja, y convierten esta incertidumbre en algo positivo, al mantenerle fuera de la guerra pero en boca de todos. El problema es que las elecciones, también las internas, son cada día más ajustadas, no se puede dar a nadie ni un cuerpo de ventaja, y, sobre todo, se basan cada vez más en la financiación y la red social, de voluntarios, que se movilize. Hay el tiempo es más que oro, esperemos qeu Giuliani no se de cuenta demasiado tarde.