En las últimas semanas un grupo de ciudadanos ha emprendido una campaña para promover el voto en blanco (voto nulo) en las próximas elecciones del 5 de julio.
Esto ha causado una gran atención mediática, las dudas han llegado las autoridades electorales y a los propios partidos cuestionados sobre el posible panorama que enfrentaría México en caso de que el porcentaje de votos en blanco fuese mayor que el de votos validos. Las respuestas no se hicieron esperar, rápidamente las instituciones políticas y electorales coincidieron en que la posibilidad de que esto pasara es muy remota, y por lo tanto no hay que preocuparse por ello, y aún así, en el caso que esto sucediera la elección no se invalidaría y aquel partido que obtuviera el mayor número de votos validos seria el ganador.
Sin embargo, si los actores e instituciones políticas de México consideran que el aumento del voto en blanco no tiene importancia ¿por qué se han movilizado tanto para contrarrestar este movimiento?, un viejo dicho popular dice “piensa mal y acertaras”, no soy una persona al que le guste hacerlo pero de vez en cuando no viene mal intentarlo y puedes obtener conclusiones interesantes.
El Partido Acción Nacional ha repuntado en las preferencias de voto, pero no lo suficiente para obtener una mayoría en el congreso, el desencanto con la actual administración ha hecho que muchos de sus votantes miren a otras opciones políticas, principalmente al Partido Revolucionario Institucional debido a que entre ambos partidos existe una menor distancia ideológica. No sería extraño que muchos de ellos emitan un voto de castigo contra el PAN en beneficio de su mayor rival: el PRI.
Este voto de castigo puede ser muy perjudicial para el PAN debido a que la diferencia en la intención de votos entre ambos partidos es mínima. Y es aquí donde aparece el malpensador que me susurra que lo mejor que le podría suceder al panismo es que el ciudadano que tiene pensando castigarlo se quedara en casa.
Como saben que esto es poco probable, una buena opción sería aprovecharse del desencanto que ha generado la administración actual bajo esta línea “si no puedes hacer que dejen de votar, trata de que voten, pero no contra ti”. Y a mi forma de ver, la campaña de voto en blanco sigue la línea anterior.
Si analizamos esta campaña, sus principales impulsores son personas con fuertes vínculos con el PAN, como Tatiana Clouthier (hija de Manuel Clouthier ex-candidato presidencial), Santiago Pando, ex-publicista de la campaña de Vicente Fox, y Luis Manuel Pérez de Acha, amigo cercano del Presidente Felipe Calderón y su primo Gabriel Hinojosa.
En sus palabras ellos intentan con esta campaña que, el ciudadano que considere que no hay una opción adecuada, vote en blanco como protesta contra la forma en que los políticos ejercen el poder.
Hasta este punto nada que reprochar, pero en política no es malo leer entre líneas. Por el perfil de las personas que protagonizan la campaña, esta apela más al ciudadano desencantado con la política pero que a la vez votaba por el PAN, algo que corroboraría la selección de lugares en los se está implementando con más fuerza esta campaña, principalmente en Estados donde el PAN gobierna o es la segunda fuerza como Jalisco, Nuevo León, o Puebla.
Concluiríamos, a riesgo de equivocarnos, que la intención de esta campaña podría ser desactivar los votos de castigo contra el PAN; mejor un voto en blanco que el voto a otro partido para castigar al panismo, podríamos decir que los panistas intentan hacer del voto en blanco su salvavidas para estas elecciones. ¿funcionará?
Por Johnny