Hoy se celebra en Bolivia un referendum tremendamente confuso en el que el Presidente del Gobierno, Evo Morales, y ocho gobernadores, se juegan sus cargos. Si el número de NO supera el número de SI que obtuvieron en las elecciones deberían dimitir. Este sistema establecido por la Constitución, y que en principio se presentó como una fórmula de activar un país dividido por la Asamblea Constituyente, puede terminar convirtiendose en una forma de depuración de los gobernadores disidentes, los que propugnan un estado autonómico, que pueden perder sus cargos con más facilidad que Evo Morales.
Mientras tanto, y por si acaso, el Presidente de Bolivia, Evo Morales, lleva unos días alertando frente a un posible golpe de Estado en su país, denunció ayer que «las dictaduras militares de décadas pasadas se han sustituido por la acción de grupos que «toman aeropuertos, toman cortes departamentales electorales y balean carros de ministros», nunca nadie había descrito tan bien la forma en que accedió al poder. Evo Morales como lider cocalero, fue el primero que consiguió aplicar con éxito las maniobras que ahora denuncia, que lograron «tumbar» a 4 presidentes en 5 años. El era el que lideraba los cortes de la carretera que sube desde La Paz al aeropuerto del Alto, impidiendo el acceso y paralizando el país…
Pero el tema va mucho más allá, Chavez y Castro han descubierto hace años lo que Evo
Morales denuncia, sustituyendo sus famosas escuelas de guerrillas, que condujeron a la muerte a miles de jóvenes latinoamericanos en Latinoamérica y Africa, por ejercitos de agitadores sociales. Lo denunciaba el otro día Tuto Quiroga en una entrevista a La Nación:
El poder petrolero le permite al señor Chávez controlar los movimientos sociales -tales como los mapuches en Chile, los piqueteros en Argentina, el Movimiento Sin Tierra de Brasil o grupos radicales de México- para intimidar a los Gobiernos para que hagan la vista gorda ante todas las cosas que realiza
El último paso lo ha dado Hugo Chávez con la financiación de campañas electorales, con maletines o subsidios petrolíferos, de candidatos amigos, que ha salpicado incluso a Cristina de Kirchner (Argentina), que se unía a una larga lista en la que se incluyen AMLO (México), Humala (Perú), y los Presidentes Correa (Ecuador) y Ortega (Nicaragua)
Quiroga se atreve a hacer una clasificación que, en mi opinión, resulta demasiado amplia para ser creible:
Bolivia es un satélite puro, absoluto y completo del modelo chavista, y es triste decirlo. Como lo es el Gobierno de Nicaragua, como Ecuador, varios países del Caribe y como lo va a ser el Gobierno de Paraguay, lamentablemente. Éstos son los países petrocomprados y dominados. Luego están los países petrohipotecados como Argentina, y aquellos petronecesitados del Caribe que requieren de petróleo y que el señor Chávez entrega a mitad de precio o regala 5.000 barriles por aquí, 2.000 por allá. Y tiene aún a otros que son los petrointimidados.
En lo que creo que hay que reparar es en que aunque los medios varían, Morales lo sabe bien, el fin permanece: Dictadura militar, dictadura social y finalmente dictadura democrática.
Actualización: Leo unas declaraciones de Evo Morales de hace unos días:
«Cuando algún jurista me dice: «Evo, te estás equivocando jurídicamente, eso que estás haciendo es ilegal», bueno, yo le meto por más que sea ilegal. Después les digo a los abogados: «Si es ilegal, legalicen ustedes, ¿para qué han estudiado?»»
Como Romanones «hagan ustedes las leyes que yo haré los reglamentos», la convocatoria del Referendum es un buen ejemplo, y, diría Morales, luego lo convertiré en ley.