En Estados Unidos los primeros actos de campaña de Hillary Clinton y la toma de posesión de Nancy Pelosi han levantado cierta polémica. El motivo no ha sido su condición de mujeres demócratas sino el uso que ambas han hecho de su condición de madres y abuelas de cara a la galería.

Para unos las mujeres no necesitan recurrir a su condición familiar para diferenciarse de los hombres, para otros es una buena estrategia de comunicación que les aleja de la imagen excesivamente liberal que ambas se han construido y les aproxima más a las amas de casa, que representan casi el 54% del electorado USA.

Se imaginan a un señor reivindicando su condición de abuelo en el Congreso o en el Senado…la polémica está servida.