El Mundo nos ofrece una serie de «lecciones» extraidas de la gestión que desde la Presidencia de la Generalitat Valenciana se ha hecho de la crisis generada por la acusación al Presidente Camps. Creo que a pesar de la disparidad de su objeto, en su mayoría resultan útiles desde la perspectiva de la comunicación política…
Quizás yo destacaría dos, que desbordan el ámbito de la comunicación política y afectan a las costumbres de los partidos políticos, sobre todo en campaña electoral. La combinación de las dos mejoraría mucho la práctica no sólo de los eventos sino de la publicidad y la comunicación política en general.
2. Un partido no puede contratar únicamente con una empresa
Desde su aterrizaje en la Comunidad Valenciana, Orange Market se convirtió en la empresa de referencia del PP. El argumento para explicarlo fue que Álvaro Pérez hacía su trabajo muy bien y que su disponibilidad era absoluta. Pero lo cierto es que sólo trabajaba para los ‘populares’. No se le conocen otros contratos pseudo privados, a excepción de Feria Valencia, lo que da fe de cuál era la posición de Orange en el mercado.
3. La empresa del partido no puede contratar con la Generalitat.Si no es comprensible que toda la actividad externa de un partido la monopolice una sola empresa, menos lo es que esta firma sea objeto de adjudicaciones de la Generalitat.
Álvaro Pérez se quejaba amargamente en los despachos de Presidencia de los pocos contratos que se le daban. Tal vez no debió recibir ninguno. El PP debería haber puesto esta condición antes de convertir Orange Market en su principal proveedor.