Quizás unos y otros hayan decidido ponerse la venda antes de la herida pero es interesante ver qué esperan unos y otros de la Convención demócrata. En la campaña de Mccain, según un informe de su jefa de estrategia: Sarah Simmons, hecho público ayer, piensan que la situación política es muy similar a la del año 1992, con la aparición en escena de Clinton y no les extrañaría que se produjera una subida del candidato demócrata de hasta 16 puntos en las encuestas. Yo discrepo en sólo una cosa, cuando Clinton entró en la Convención, en 1992, era practicamente un desconocido para el público americano, y Obama hoy gozá de un conocimiento mucho mayor y una popularidad abrumadora.
Mientras Obama también ha decidido preparar el terreno jugando con las expectativas del gran evento de la Convención, el discurso de aceptación del jueves, y dejando claro desde el principio, imagino que para preparar al público, que será un discurso de fondo, de propósito, no de retórica. Es un arma de doble filo porque quizás la gente se fijará aun más en lo concreto de sus propuestas.
Y mientras hoy todos esperan a Hillary, sus palabras, sus gestos, sus tiempos… todo será analizado hasta la saciedad.