La séptima temporada del lado oeste de la casa blanca consiste basicamente en un seguimiento exhaustivo de la campaña electoral para sustituir al Presidente Bartlet, que trascurre durante el último año de su mandato.

El candidato demócrata, Santos, es un latino que en principio parte de una altísima aprobación entre su gente. Una de las primeras decisiones estratégicas que adoptan sus asesores es prescindir de hacer campaña con gente latina y sobre temas latinos. En un principio supone renunciar a una de sus fortalezas, pero el precio sería demasiado alto, dar la imagen de un Presidente que gobernaría para las minorías, «antiamericano».

Los repúblicanos se dan cuenta del problema y deciden hacer campaña entre los latinos. No es que tengan muchas esperanzas de arañar votos pero quieren introducir el tema en la agenda, convertirlo en elemento de la campaña. Se trata de lo que describen como winwin situation, si el candidato demócrata no entra al trapo generará rechazo entre los latinos, si por el contrario lo hace y defiende sus posiciones perderá su magnífico posicionamiento como candidato de todos los norteamericanos.

Imagino que los asesores de Barak Obama y Bill Richardson estarán analizando el capítulo con detenimiento, porque su resolución puede ser una de las claves de la campaña. Ayer lo adelantaba el NYT, «So Far, Obama Can’t Take Black Vote for Granted»

Añadido. Divertido artículo sobre el asunto en Libertad Digital