Obama sale con ventaja
Unas semanas antes de las elecciones Moveon.org lanzó un anuncio viral, en el que imaginaba el día después de una victoria de John McCain, el anuncio trataba de promover la participación de todos para no quedarse a las puertas de la victoria, ahora toca imaginar el día después a la victoria de Obama, algo que hasta el momento nadie ha querido imaginar, por miedo a generar incertidumbre en el electorado.
Obama llega al poder en una posición envidiable, con el apoyo del 52% de los norteamericanos, el nuevo Presidente norteamericano es el demócrata que logra mayor apoyo popular desde Lindon Johnson, lo que dadas las circunstancias especiales que rodearon las elecciones de 1964, influidas por el asesinato de JFK, nos obligaría a remontarnos, hasta F.D. Roosvelt para encontrar un Presidente demócrata que contará con tanto apoyo popular.
Cuenta además con una mayoría demócrata suficiente en el Congreso y el Senado, que pueden impulsar la agenda del Presidente, sin que los líderes de ambas Cámaras parezcan proclives a plantear, al menos en el corto plazo, dudas sobre el rumbo a seguir. Además durante los primeros años contará con una oposición más preocupada por sus problemas internos, en busca de sentido, sumergida en una crisis que muchos señalan como el colapso de la maquinaría sociopolítica más poderosa de la segunda mitad del siglo XX.
Pero además, y esto es lo que puede hacer su Presidencia diferente, cuenta con el respaldo de millones de ciudadanos movilizados políticamente, y articulados en torno a su plataforma electoral. No hay duda que la recaudación y la impresionante operación de “Get Out the Vote”, demuestra el alcance de la red organizada por el nuevo Presidente de los Estados Unidos. La pregunta es qué pasará al día siguiente con todo esté movimiento social. La importancia que el equipo del Presidente le da a este grupo indica que una de sus primeras misiones será la de convertir a todos estos ciudadanos en aliados de su aventura presidencial, se imaginan mywhitehouse.gov. De momento por sms y email Obama ya ha agradecido su esfuerzo a millones de voluntarios recordándoles su protagonismo en el proceso. La falta de la tensión electoral hará necesario encontrar nuevas motivaciones, repensar las redes electorales, transformarlas en redes de gobierno, pero la campaña ha demostrado que si algo sobra es creatividad. Obama tiene una oportunidad única para gobernar conectado con la ciudadanía, si lo comparamos con F.D. Roosvelt, que lo logró gracias a la radio y JFK que lo hizo con la televisión, ahora Obama es aún más poderoso, y si la ciudadanía es poder el nuevo Presidente de los EEUU puede ser el Presidente más poderoso de la historia. Este nuevo poder, el nuevo cuarto poder dicen algunos, relegando a la prensa, puede ser clave para empujar las medidas que encuentren más reticencias en la Cámara, a ningún Congresista le será fácil, presionado por los millones de ciudadanos que forman esta red social, oponerse a la agenda del Presidente.
La agenda del siglo XXI
Esta agenda estará protagonizada por la necesidad de una recuperación económica, tratando de paliar los efectos de la crisis en la población pero deberá responder además a una serie de necesidades que durante la campaña se han planteado como imprescindibles para que Estados Unidos mantenga su liderazgo mundial. Infraestructuras, especialmente tecnológicas y energéticas, seguro médico, educación, inmigración, nuevos modelos de comercio exterior (con una revisión proteccionista de los tratados de libre comercio en vigor), la relación con nuevas potencias como India y China, las amenazas de Iran, el fin de la guerra en Irak y Afganistán… Aquí es dónde pueden surgir la mayoría de los problemas. La campaña de Obama ha conseguido traer la esperanza a millones de norteamericanos que se han volcado mayoritariamente en las urnas, esperando encontrar en el candidato demócrata la respuesta a todos sus problemas. El peligro de decepción es muy fuerte y quizás por eso en los últimos días Obama ha estado advirtiendo que la tarea no será fácil (Mr. But), las expectativas generadas son altísimas, tantas que no será fácil estar a la altura.
Quizás por eso, el que fuera asesor de Howard Dean, Joe Trippi, señala recientemente que “en la próxima presidencia lo más importante será el liderazgo”, un liderazgo hecho de credibilidad y confianza. Obama ha logrado mantener su posición a salvo, con la ayuda de los medios y un estricto control del mensaje, parece que el sabe quién es y tiene claro lo que quiere hacer, pero la Casa Blanca es un mamotreto muy difícil de gobernar, y de una forma u otra su falta total de experiencia ejecutiva puede generarle problemas de adaptación. Además la tentación de aprovechar la mayoría demócrata en el Congreso para acelerar su agenda será muy grande, en este plan la crisis económica y la situación de división del país, no le ayudará. Muchos serán los que le presionen desde el 5 de noviembre, pero la Casa Blanca de Obama no debería tener prisa.
Un nuevo ciclo
Quizás más importante que los próximos cuatro años sea conocer el alcance del cambio que ha experimentado Washington desde 2006. Si hacemos caso a algunos expertos el resultado de esta elección marca el cambio de ciclo, un nuevo ciclo destinado a durar entre 30 y 40 años, que protagonizará una gran coalición, formada especialmente por hispanos y jóvenes de la la “Generación del Milenio” (1982-2003), una generación cívica, más preocupada de lo económico/social que de lo moral, involucrada políticamente, confiada en sus instituciones, partidista, tendente a la participación electoral, inclusiva en términos de raza y género…. Un nuevo ciclo, que supone el fin de una época en la que los Republicanos han ocupado la presidencia del país 7 de los últimos 10 términos.
Según Winograd y Hais (Millennial Makeover) como otros ciclos anteriores, en éste se observaría:
a) un movimiento electoral previo: similar al de Al Smith, el primer candidato católico en el 28 que preparó el camino de F.D. Roosvelt, o el de Goldwater en el 64, que cimentó el triunfo de Nixon. Esta vez el antecedente sería Howard Dean arquitecto del reposicionamiento demócrata, aunque ni siquiera logró la nominación de su partido de las elecciones de 2004.
b) Un acontecimiento histórico: el crack del 29, Vietnam y el movimiento anticultural en el 68, y la crisis económica de 2008.
c) Un cambio demográfico: la inmigración de los años treinta, la inclusión de la población negra a través del reconocimiento del derecho pleno al voto en 1965 y el crecimiento de la población hispana en la última década.
d) Una nueva forma de comunicación: La radio en el 32, la televisión en el 68 e internet en 2008.
Si aceptamos la premisa, que “si non e vera e ben trovatta”, nos esperan unos años de predominio demócrata en Washington, y el resultado final de esta elección habrá marcado la tendencia política norteamericana de los próximos años.