La expectación era altísima, la incertidumbre hacía presagiar que lo mejor, o lo peor, estaba por venir, y las expectativas de la gente misteriosamente estaban con Obama. A Mccain parecía no importarle nada, y llegó al debate con la seguridad que da el saber que uno está haciendo lo que tiene que hacer. Y así siguió durante todo el debate, sus mensajes eran claros:
1. Usted no está preparado para liderar, sólo para hablar.
2. Tengo record de actuaciones y experiencia más que suficientes para tomar las riendas de este país.
Daba igual el tema Mccain estaba seguro de lo que había dicho y de lo que había hecho y podía explicarlo de una manera sencilla y directa, sin desaprovechar la ocasión para marcar un par de golpes en el rostro del contrincante. Marcaba el ritmo y llevaba los tiempos como un experimentado boxeador.
Obama parecía desubicado, y así ha permanecido hasta los 10 minutos finales, parecía ir detrás de Mccain, seguir su juego de piernas, sin tomar la iniciativa, dejando escapar al rival, y sin ser capaz de encadenar una serie de golpes contundentes. A toro pasado no termina de estar claro cual era su estrategia, más allá de denunciar la guerra de Irak y la desastrosa administración de George W. Bush.
Habrá que esperar el veredicto de los jueces pero para mi, sin lugar a dudas, John Mccain ha salido vencedor en este primer round. Y mañana, según se ha apresurado a comentar a sus seguidores, vuelta a Washington.
McCain estuvo bien. En los que seguimos la cmapaña a diario dejó buena impresión. Pero entre los votantes indecisos puede nos er suficiente. Creo que desaprovechó una buena oportunidad para imponerse más claramente.
Coincido contigo, Rafa. McCain fue anoche el mejor, y Obama decepcionó. Sin embargo, el «obamismo» está muy extendido por los medios y no admitirán la derrota con facilidad.
Por cierto, ¡feliz cumpleaños! 😉