Viernes Santo
Le veo entre las flores y las velas,
Y sólo se ofrecerle compañía,
En esta noche fría, de tristeza,
De llanto, desengaño y agonía
Me hablas de morir para vivir,
Y de un éxito que es siempre prematuro
Y pienso ¿es posible ser feliz
Sin Domingo de Gloria en el futuro?
Y vemos como ya se van marchando,
Aquellos que seguían al Señor
Fingiendo no entender y lamentando
Que el Viernes acabará la función.
¿Qué pensaron los miles de judíos
que acabaron el Viernes su actuación?:
“una revuelta más, una derrota…
…y eso que parecía un buen Señor”
Otros que no soportan el fracaso,
Y se apuntan al bando ganador,
Con su media sonrisa recordando
Otros días de gloria y esplendor
Y esos otros, sesudos estudiosos
Que ponen a la historia en un reloj
No paran de buscar, las fechas, los detalles
Preguntando, a la caza del error
Y entre tanta razón, inteligentes
Se olvidan que han matado al Redentor
Y tu y yo, más tontos, más pacientes
Sedados quizá aun por el dolor
Aguantando el bullicio de la gente
Sin entender el fin de la función
Ya han bajado a Jesús y allí seguimos,
Tratando de un consuelo, recordar
Y ahora aparecen las mujeres
Con flores y perfumes, unguentos y demás
No puede ser, es sábado de entierro:
Las pelis de aventuras nunca terminan mal,
Sino sale el The End, aun queda la esperanza,
Quizá un golpe de efecto o un soon, continuará,
Y como no han salido los títulos de crédito…?
En algo os engañe, sabemos el final.
Sábado Santo
Si el sábado suena a conjunto vacio, a postnoche, a resaca… el Sabado Santo ni siquiera se atreve a sonar. Es un día gris, un nodía, de sálvesequienpueda y Dios dirá.
Duerme Jesús, haciéndose el dormido
Las mujeres descansan en sus casas
Y los discípulos esperan escondidos
A que pase deprisa la resaca
Nadie entiende muy bien lo sucedido
De Domingo a Domingo qué pasó,
El caso es que Jesús reposa muerto,
Y todo lo que dijo se esfumó.
Dicen que el cielo se quedo cerrado,
Y en la tierra nadie ya puede creer,
Y aun dicen que las fuerzas del pecado,
Soñaron un instante con vencer.
Y yo vuelvo a pensar en mi rechazo
Sino hubiera sabido ya el final,
Seguro, ¡como soy!, que he celebrado
El triunfo del Cesar y la Paz
No sin antes haberme deslizado
Por casa de la viuda a consolar.
Y el sábado andaría preguntando
Qué, cómo, quién, por qué… hasta saturar
Intentando ver a quién conozco,
Para el cuerpo de Cristo retirar.
Y pienso en el juicio, Viernes tarde,
En que no hubo ni ruido, ni ademán
Solo se oía un murmullo, un cuchicheo
Y nadie se atrevía a protestar
No hubo caras de odio, sí extrañeza,
Del que trata la culpa de evitar.
Domingo de Resurrección
Y el Domingo de Resurrección es más domingo si cabe, un domingo en el que el sol brilla desde la noche.
Final sin explosión, sin alharacas
Más vista fue la muerte que la resurrección
No hubo escolta oficial, sólo un muchacho
Ni el velo del templo se rasgó.
Resucitó sin más, como ordinario
Por eso ni Pilatos se enteró.