Salvad a Castro

Salvad a Castro

Mejor haría Sopena si, en lugar de andar comparando dictaduras, se decidiera de una vez a denunciar todas aquellas dictaduras que hoy siguen aplastando a los pueblos, sin peros, porqués o sinembargos.

Hace unos días uno de los portavoces extraoficiales del Gobierno, Enric Sopena, denunciaba escandalizado la obsesión de la ultraderecha (para Sopena no existe derecha si no es ultra o neocon) en comparar las dictaduras de Castro y Pinochet, para apresurarse a aplicar su tradicional benevolencia para juzgar al régimen de Castro.

No hay nada más doloroso que entrar a comparar dictaduras, todas despreciables y crueles, pero no hay nada más humillante para las víctimas que la exoneración, ignorante o no, de sus verdugos. Empezaré dándole la razón, por una vez, a Enric Sopena: entre Castro y Pinochet no hay comparación. La dictadura de Pinochet duró 17 años, la de Castro va para los 48. Pinochet renunció voluntariamente al poder convocando un referéndum sobre su gobierno en 1988, Castro morirá en la cama tras nombrar un heredero que continúe la dictadura. Pinochet dejó a Chile en condiciones de convertirse en la Suiza de América, Castro arruinó una de las economías más solventes del continente americano. Pinochet asesinó a unos 3.000 prisioneros políticos, y más de 30.000 chilenos tuvieron que exiliarse. Castro tiene documentados más de 10.000 asesinatos entre fusilamientos (5.725), ejecuciones extrajudiciales (1.206) y fallecimientos en prisión por diversas causas (1.216) y ha empujado a al menos 75.000 a morir en el océano, y obligó a más de dos millones de cubanos al exilio. Por desgracia también en crueldad el tirano del Caribe supera cualquier dictadura latinoamericana de la segunda mitad del siglo XX.

Mejor haría Sopena si, en lugar de andar comparando dictaduras, se decidiera de una vez a denunciar todas aquellas dictaduras que hoy siguen aplastando a los pueblos, sin peros, porqués o sinembargos. Estoy seguro que la labor no resultaría tan sencilla, ni tan lúcida; incluso puede que en el intento pudiera terminar sufriendo las consecuencias en sus propias carnes, como muchos de sus colegas, demócratas, que están en prisión solamente por elegir vivir en libertad. La historia ya condenó a Pinochet; esperemos que pronto condene al dictador cubano aunque en España todavía queden algunos juntaletras empeñados en salvar a Castro.

Publicado en Libertad Digital

Vuelva usted mañana

Vuelva usted mañana

Cuando muera Fidel será demasiado tarde. De nada servirán las patéticas peleas por apuntarse méritos ajenos ni las proclamaciones buenistas de amor a la libertad y a la democracia.

El régimen de Fidel Castro está llegando a su fin. A pesar de los buenos deseos de su corte el dictador cubano no ha podido ni siquiera estar presente en la celebración de su 80 aniversario, y se ha limitado a enviar una escueta nota de felicitación a Hugo Chávez, de dudosa autoría.

Tras el plazo de cuatro meses que el Comandante se autodiagnosticó para volver a la escena pública, el pasado 31 de julio, podemos valorar como el mecanismo de sucesión ha pasado por distintas fases: sorpresa, desconcierto inicial, periodo de prueba, para ir normalizándose, siempre bajo el aura de Fidel. Lo que no ha cambiado ni un poquito es la pasividad de la Unión Europea.

Desde Bruselas se apela a la prudencia, y se trata de ignorar que no hacer nada no significa no tomar postura. Hasta el Consejo ha paralizado los trabajos sobre de elaboración de una estrategia a medio y largo plazo para Cuba, que había decidido elaborar en junio de este año. No hay duda que esta pasividad está favoreciendo la consolidación de una sucesión castrista en el poder, que nadie sabe cómo evolucionará pero en la que las fuerzas democráticas se presentarán debilitadas, y sin capacidad de negociación frente a unas estructuras oligárquicas que controlan la economía y el ejército, y están aprovechando la indiferencia internacional para apuntalar su «negocio» frente a futuras eventualidades.

Esta misma semana, en Bruselas, acompañados de dos vicepresidentes del Parlamento Europeo, 15 organizaciones que llevan años trabajando con la sociedad civil cubana presentaron a la Unión Europea una serie de sugerencias de actuación rápida. Flexibilizar los mecanismos de financiación de la ayuda a la democracia que hoy impiden cooperar con la sociedad civil cubana, a la que el propio régimen niega el reconocimiento legal. Convertir las embajadas de la Unión en centros de información donde los cubanos puedan acudir a leer prensa internacional o a utilizar Internet. Organizar un grupo asesor de especialistas en las distintas materias necesarias para hacer frente al día después. Establecer una estrategia diplomática conjunta de todos los países de la Unión, que permita evitar los chantajes del régimen, coordinar la estrategia con Estados Unidos…

No se trata de grandes reformas, sino de pequeñas medidas que sin duda tendrían una eficacia inmediata en el día a día de los cubanos y en el fortalecimiento de una sociedad civil democrática. Cuando muera Fidel será demasiado tarde. De nada servirán las patéticas peleas por apuntarse méritos ajenos ni las proclamaciones buenistas de amor a la libertad y a la democracia. Es necesario hacer algo ya; ideas sobran. Sólo las obras de hoy evitaran el ridículo de las palabras vacías de mañana.

Publicado en Libertad Digital

Pasos a la libertad

Pasos a la libertad

Es sorprendente ver la vitalidad de la disidencia democrática cubana en estas circunstancias. Es además una señal de esperanza, una señal de que sus corazones han empezado a vivir en libertad.

Hace tiempo que las estadísticas son utilizadas por el poder como forma de legitimación, haciendo buena esa frase de Borges según el cual «la democracia es el abuso de la estadística». El frío análisis de los números puede convertir en cifras y estadísticas las situaciones más dramáticas, ocultando la vida y la muerte que puede haber detrás. Hace unos años, casi diez, el Directorio Democrático Cubano decidió convertir estas cifras en un termómetro de libertad. Este movimiento, heredero del histórico Directorio Revolucionario Democrático Cubano, fundado a finales de los años 20 por estudiantes que pretendían defender los derechos fundamentales de los ciudadanos frente a las violaciones de la dictadura de Machado, este año ha editado estos datos en un volumen que recoge todas las acciones de resistencia cívica realizadas dentro de Cuba durante el año 2005.

Con un acertado título, Pasos a la libertad, el informe parte de la definición del politólogo norteamericano Gene Sharp que se refiere a las acciones no violentas como actividades en las cuales los ciudadanos resisten, sin violencia física, las imposiciones del poder totalitario para reclamar y obtener los derechos que les corresponden. Entre estas se distinguirían, según Sharp, acciones de protesta y persuasión, de intervención y de no cooperación, como negarse a participar en actos gubernamentales, o en medidas punitivas del régimen.

El libro no hace más que constatar una realidad que en Cuba cada día es más evidente, los demócratas cubanos están convencidos de que esperar no es suficiente para vencer. Por eso durante el año 2005 se han documentado 3322 acciones de resistencia pacífica. El número casi duplica las 1805 del año 2004 y culmina una evolución vertiginosa desde que comenzó a documentarse este tipo de acciones, con las 44 tímidas protestas realizadas en 1997.

Entre las acciones más destacadas encontramos 52 protestas públicas, 29 huelgas de hambre, la fundación de 14 nuevas organizaciones cívicas y 13 bibliotecas independientes, y la promoción de 4 peticiones generales de grupo ante entidades gubernamentales. Estas acciones de resistencia cívica son una prueba palpable que pequeños grupos de hombres y mujeres pueden luchar sin armas contra una dictadura feroz.

Frente a las dictaduras totalitarias la resistencia cívica es el único camino que conduce con certeza a la libertad y la democracia. No sé si terminan de hacerse una idea de lo que esto supone en un régimen totalitario que controla absolutamente la vida de sus siervos (en Cuba no es posible hablar de ciudadanos). En Cuba hoy el régimen sigue respondiendo con crueldad a cualquiera que se atreve a desafiar la tiranía. El número de presos políticos supera los 300 y tras la operación de Fidel Castro se han intensificado los actos de repudio casi diarios contra los opositores y sus familiares. Quizás venga bien recordar nuestra historia, donde los testimonios existentes coinciden en señalar cómo en los años 60, con un régimen mucho menos represivo, que empezaba a hacer la vista gorda sobre ciertas reuniones políticas, y donde existía un cierto pluralismo informativo que daba cuenta de estas actividades, la movilización cívica de la oposición democrática era bastante escasa.

Es sorprendente ver la vitalidad de la disidencia democrática cubana en estas circunstancias. Es además una señal de esperanza, una señal de que sus corazones han empezado a vivir en libertad. Juntos están construyendo el tejido social necesario para que pueda empezar a andar una sociedad abierta que cada día está más cerca, al menos 3322 pasos más cerca, de la libertad.

Publicado en Libertad Digital

Democracia a dos meses de las elecciones: Elegir entre Fidel o Rosales

Teodoro Petkov publica en Diario Exterior un interesante artículo sobre la campaña electoral venezolana. El experimentado político socialdemocrata, actualmente jefe de campaña del candidato de la oposición Manuel Rosales, da la vuelta a la estrategia de campaña de Hugo Chavez: las elecciones son una elección entre Hugo o Bush, en una versión moderna de «el imperio o yo».

Quizás sirva para situar el artículo el que he publicado hace unos días en Libertad Digital. «Venezuela: Cuenta atrás para la democracia«.

Y ahora Petkov en El diario exterior:

La carencia de sentido del ridículo, así como de la más elemental creatividad, ha colocado la campaña del candidato continuista bajo la admonición de consignas tan idiotas como esa que lo recibió a su regreso del periplo mendicante de votos para el Consejo de Seguridad de la ONU: «Rompiendo el bloqueo». ¿Bloqueo? ¿Cuál bloqueo? Burda imitación de consignas cubanas, ¿será que Estados Unidos, al igual que hizo con Cuba cuando le cortó la cuota azucarera, ha suprimido las compras de petróleo venezolano y nosotros no nos hemos enterado?

Pues no. Resulta que seguimos siendo «el más fiel y seguro» suplidor de crudo que tiene el imperio. ¿Será entonces que tampoco nos hemos enterado de que los gringos decidieron cortar sus exportaciones hacia nuestro país? Tampoco… En el fondo, esta consignita payasa del «bloqueo» banaliza el de que es víctima Cuba desde hace más de 40 años. Siempre tratando de transformar su gestión de presidente bananero en una gesta, el candidato continuista vive una epopeya vicaria: a través de las de otros.

…Pero no se necesita tener un ojo demasiado perspicaz para percibir que si las cosas se van a plantear de esa manera la verdadera escogencia para los venezolanos es entre Rosales o Fidel. Porque no es que los gringos no hayan metido su cuchara aquí y no lo sigan haciendo, pero si de metiches se trata, aquí nunca habíamos tenido una presencia extranjera tan desmesurada como la de los cubanos, incluso en áreas tan sensibles como las de seguridad y fuerzas armadas, lo cual, sin duda, afecta gravemente nuestra soberanía. No deja de ser curioso que quien mantiene un régimen permanente de consultas con el capo cubano, quiera hacernos creer que los venezolanos tenemos que escoger entre él y Bush.

No es propiamente Rosales quien se la pasa pidiéndole consejo a un jefe de Estado extranjero. En verdad, en verdad, debemos optar entre un proyecto inepto y corrupto, que cada vez oculta menos sus fauces autoritarias, autocráticas y militaristas, intentando copar todos los espacios sociales, y la posibilidad de impedir que esa orientación totalitaria termine por doblegarnos.

¿Chávez o Bush? ¡No!

¡Fidel o Rosales!

La sucesión en Cuba y su contexto internacional

El martes Rafael Rojas en El Pais , expone una interesante reflexión sobre un tema cada vez más en boga, ¿democracia o resultados?, ¿soberanía o derechos humanos?. Es un tema abierto, mucha más abierto de lo que nos puede parecer en nuestra burbuja occidental, son muchísimos los ciudadanos y gobernantes de Estados fallidos o en procesos de crisis, que se plantean hasta que punto la democracia es un precio demasiado alto para pagar, hasta qué punto una política más controlada, «democracia dirigida» lo llama Putin puede resultar mucho mejor para el pueblo, y ahí es donde el mito de Cuba renace una y otra vez con su educación, su sanidad, aunque no se corresponda con la realidad.

Me contaban hace poco en Guatemala como mensualmente llevan a operar la vista a decenas de personas a Cuba. Tras aterrizar en el aeropuerto los embarcan en un autobus rumbo a Varadero donde los alojan en lujosas clínicas de las que no les permiten salir hasta su regreso a Guatemala. El objetivo es evitar que conozcan la verdadera vida cubana y evitar que los cubanos vean como mientras ellos malviven en las calles la Revolución gasta los dolares de Chavez en promover el turismo sanitario ideológico.

Uno de los médicos que coordinaba la misión «escapó» para conocer la isla, y cual sería su sorpresa al comprobar el contraste entre las condiciones en las que estaban sus compatriotas y el estado pauperrimo y el pobre trato personal que se dispensaba a los cubanos en los hospitales «normales» que pudo visitar.