Ayer advertimos sobre el hecho de que algunas de las cosas que Joe Biden dijo en el debate no eran del todo ciertas. Palin lo dejó claro, mañana sabremos la verdad. Y hoy algunos han contando hasta 14 afirmaciones poco contrastadas del Senador de Delaware (lo siento aparentaba tal seguridad que me resisto a llamarlas mentiras). Estas cosas suelen tener poco efecto sino se hacen en el momento (quizás alguna de para un video irónico de la factoria Mccain), pero siempre es bueno saber dónde está cada uno.
Corto y pego en inglés, hoy no me da para más: 1. TAX VOTE: Biden said McCain voted “the exact same way” as Obama to increase taxes on Americans earning just $42,000, but McCain DID NOT VOTE THAT WAY.
2. AHMEDINIJAD MEETING: Joe Biden lied when he said that Barack Obama never said that he would sit down unconditionally with Mahmoud Ahmedinijad of Iran. Barack Obama did say specifically, and Joe Biden attacked him for it.
3. OFFSHORE OIL DRILLING: Biden said, “Drill we must.” But Biden has opposed offshore drilling and even compared offshore drilling to “raping” the Outer Continental Shelf.”
4. TROOP FUNDING: Joe Biden lied when he indicated that John McCain and Barack Obama voted the same way against funding the troops in the field. John McCain opposed a bill that included a timeline, that the President of the United States had already said he would veto regardless of it’s passage.
5. OPPOSING CLEAN COAL: Biden says he’s always been for clean coal, but he just told a voter that he is against clean coal and any new coal plants in America and has a record of voting against clean coal and coal in the U.S. Senate.
6. ALTERNATIVE ENERGY VOTES: According to FactCheck.org, Biden is exaggerating and overstating John McCain’s record voting for alternative energy when he says he voted against it 23 times.
7. HEALTH INSURANCE: Biden falsely said McCain will raise taxes on people’s health insurance coverage — they get a tax credit to offset any tax hike. Independent fact checkers have confirmed this attack is false
8. OIL TAXES: Biden falsely said Palin supported a windfall profits tax in Alaska — she reformed the state tax and revenue system, it’s not a windfall profits tax.
9. AFGHANISTAN / GEN. MCKIERNAN COMMENTS: Biden said that top military commander in Iraq said the principles of the surge could not be applied to Afghanistan, but the commander of NATO’s International Security Assistance Force Gen. David D. McKiernan said that there were principles of the surge strategy, including working with tribes, that could be applied in Afghanistan.
10. REGULATION: Biden falsely said McCain weakened regulation — he actually called for more regulation on Fannie and Freddie.
11. IRAQ: When Joe Biden lied when he said that John McCain was “dead wrong on Iraq”, because Joe Biden shared the same vote to authorize the war and differed on the surge strategy where they John McCain has been proven right.
12. TAX INCREASES: Biden said Americans earning less than $250,000 wouldn’t see higher taxes, but the Obama-Biden tax plan would raise taxes on individuals making $200,000 or more.
13. BAILOUT: Biden said the economic rescue legislation matches the four principles that Obama laid out, but in reality it doesn’t meet two of the four principles that Obama outlined on Sept. 19, which were that it include an emergency economic stimulus package, and that it be part of “part of a globally coordinated effort with our partners in the G-20.”
14. REAGAN TAX RATES: Biden is wrong in saying that under Obama, Americans won’t pay any more in taxes then they did under Reagan.
Acaba de terminar el debate, en la zona de prensa una y otra campaña repiten sus mensajes. Los demócratas que Joe Biden está más preparado para ser Presidente y que ofrece la misma política que Bush. Sinceramente para llegar a esas conclusiones no hacía falta el debate.
Los republicanos aprovechan que ha superado todas las expectativas y señalan que lo ha hecho muy bien, que conoce los asuntos y los transmite con fuerza. Mccain ha acertado con su elección. Y anuncian que la sueltan a la prensa, como si ya estuviera preparada.
Ahora mi opinión. Biden me ha encantado, es una persona con gran experiencia y mucha capacidad de convicción. Ha sabido mantenerse en su papel, de apoyo ciego a Obama y de ataque durísimo a Mccain, dónde más le duele, en sus coincidencias con Bush. Ha tenido grandes momentos e incluso se ha permitido enfadarse sin resultar molesto ni arrogante. Quizás se ha permitido algunas apreciaciones inexactas, «clean coal», su apoyo a la estrategia de OBama en Irak… Pero en general ha estado brillante.
Sarah Palin ha desempeñado a la perfección su papel, centrandose en los puntos claves y representandolos a la perfección, ha estado suelta, directa, simpática, agresiva, sin pasar de la ralla y ha demostrado conexión con la gente, liderazgo, destrozando el pobre concepto que en las últimas semanas se había construido por aquí y borrando el miedo que le tenían bastantes norteamericanos. No ha logrado reivindicar con solvencia su experiencia ejecutiva, frente a Biden no era fácil, pero tanto quizás no se le puede pedir.
En condiciones normales el debate sería de Biden, y así lo dirán las encuestas, pero creo que el resultado final va a ser mucho más útil para los objetivos de campaña de John Mccain.
Empieza el debate y pronto se han definido las estrategias. Un enfoque Presidencial del Senador y una aproximación más cercana, más centrada en los mensajes de la campaña, de la candidata republicana.
Joe Biden está bastante agresivo y pone de manifiesto lo que denomina las contradicciones de Mccain, que habla de fundamentos fuertes y de crisis en el mismo día. Parece que ha abierto la veda y Palin contesta en el mismo tono. Dejando de manifiesto su condición de maverick y su experiencia ejecutiva, y abanderando el cambio. Está logrando evitar problemas y transmitir sus mensajes sin aparentar nervios ni meterse en líos.
Biden sigue al ataque con un mensaje claro, Mccain es buena gente pero está fuera de juego y no tiene la solución. El se presenta como una persona cercana a la gente de clase media y cuenta anecdotas personales.
Palin sigue a lo suyo, sin estridencias mientras Biden busca el contacto, le acusa de no contestar, con la colaboración de la moderadora. Pero ella sigue diciendo que quiere hablar a la gente, a pesar de la moderadora.
Siguen con los impuestos. Biden está trasmitiendo que el plan obama no subirá impuestos a un 95% de los americanos. Aquí Palin no se ha podido resistir y con fuerza recuerda a Biden que llamó a los que pagaban impuestos patriotas, y que el plan de Obama dificultará la vida a los pequeños negocios.
La moderadora presiona a Palin, y le dice que hable del plan de salud de Mccain.
Palin sale bien, sencilla y básica pero enfada a Biden, que sigue presentandose como alguién de la calle, pero parece que se está enfadando, y ataca, provoca risas en el auditorio, no sé por qué, complica las respuestas y trabuca algunas palabras, pero se recuperará.
Palin vuelve a sus temas, ahora la energía, ataca a Obama y presenta su experiencia, a lo que la moderadora le sigue pidiendo que concrete…
Las preguntas son muy concretas, como a pillar, y con distintos matices para cada uno.
Palin sigue a lo suyo, y la moderadora se preocupa de ponerlo de manifiesto.
Ahora hablan de energía y cambio climático. Biden defiende las energias alternativas y señala que Mccain ha votado 20 veces en contra.
Sale el tema de las parejas del mismo sexo, aqui Palin tiene la ventaja de haber legislado de esa manera, parece que están de acuerdo y todos se oponen al matrimonio entre personas del mismo sexo pero comparten la igualdad de derechos civiles.
Entramos en política exterior. Palin vincula la retirada de Irak con una derrota en Afganistan, inteligente. Biden insiste en el timeline y señala que el plan de Obama es mejor, y cita a Bush como argumento de autoridad. Palin señala que el plan es una rendición, y que Mccain quiere llegar hasta el final, entregar el control total a un gobierno iraqui capaz de mantener la estabilidad.
Biden trata de acusar a Mccain de votar en contra de ampliar los fondos para las tropas, e insiste varias veces, no se si es una buena estrategia. Repite que se llevan bien pero que Mccain está profundamente equivocado.
La pregunta ahora es qué es peor Afganistan inestable o Iran nuclear. Biden añade Pakistan, dice que los dos son peligrosos y vuelve a atacar a Mccain en su política exterior por empeñarse en Irak, mientras debería centrarse en Afganistan.
Palin responde bien, dice que los que dicen eso son Petraeus y los líderes de AlQuaeda, y contesta al tema de Iran, hablando con fuerza, llamando a los líderes por su nombre, y atacando la voluntad de Obama de reunirse con ellos sin precondiciones. Recalca la idea de que alguien que piensa así no está preparado para ser lider.
Es la moderadora la que le contesta, como hizo Obama el otro día, citando a Kissinger pero esta vez Palin se sabe la respuesta. Biden insiste en los 5 secretarios de Estado, en la línea de la moderadora, que abogan por sentarse con todos. Vuelve a hablar de Zp, sin citarle, y de la negativa de Mccain a sentarse con él… le están haciendo famosos en los States.
Biden critica la política de Bush y demuestra un dominio claro de la materia y una gran pasión por el tema que adjudica de regalo a Obama.
Palin aprovecha para lanzar su proclama de cambio, y evitar los errores del pasado.
Biden ataca insistiendo en que la política de Mccain en Iran, Afganistan, Irak… es la misma que la de Bush, brillante.
Ahora le preguntan por las armas nucleares, Palin contesta correctamente, sobre la necesidad de evitar la proliferación y sobre todo en distintos gobiernos totalitarios. Vuelve a Afganistan y ataca con dureza a Obama con una cita en la que decía que USA en Afganistan sólo estaba matando civiles y quemando aldeas (o algo así). Biden entra al trapo, insistiendo en la importancia de Afganistan, y lo erroneo de la estrategia actual y el plan de Mccain.
Biden lo está haciendo muy bien, habla con seguridad, y pone las medallas a Obama, como ahora que le otorga el liderazgo en una ley sobre las armas nucleares.
Palin vuelve a Afganistan, sin miedo, con seguridad, y Biden insiste en que necesitamos más tropas, más recursos…
Biden esta vez no ha podido resistir y presume de ser el primero que aviso sobre Bosnia, y que sus consejos hubieran salvados decenas de miles de vidas. Y ahora señala la importancia de actuar en Darfur y parar el genocidio.
Palin no se corta, se presenta como outsider, y pone de manifiesto los cambios de Biden en su política exterior, cuando no coincidía con Obama, en las primarias. Se está defendiendo bien y remarcando bien los mensajes. Mccain sabe ganar una guerra.
Ahora le pregunta sobre qué pasaría si muere el presidente. Biden responde que sería una tragedia nacional de proporciones históricas (o algo así) Creo que esto va a salir los próximos días.
Palin sale con gracia, no entra en su inexperiencia, dice que seguirá con el trabajo de Mccain y vuelve al discurso independiente hablando de traer un poco de la gente de la calle, Wasilla Mainstreet, a Washington.
Biden vuelve a la clave Mccain es igual que Bush y, según él, la gente de la calle, la gente de su barrio lo sabe.
Palin se está soltando, emoción, es capaz de lo mejor pero puede pasarse de graciosa pero de momento está ganandose al público. Le preguntan si sabe qué hace un vp, y le recuerdan declaraciones pasadas, dice que eran una broma, pero que parece que nadie lo pilló.
Biden sigue atacando a Mccain, sin piedad, haciendo lo que Obama no puede hacer sin parecer cabreado. Biden señala que ya le han dicho que hará y, por lo que dice, jugará un papel importante en la administración, sentado en la mesa de todas las grandes decisiones.
Preguntan sobre si el vp forma parte del poder legislativo (me suena a pillar) Palin se va por la tangente y acaba diciendo que sí, Biden se pone el sombrero de profesor y le dice a Palin y a todos los americanos que no es así, aunque vota en caso de empate, en el Senado.
Les pregunta por qué han sido elegidos. Palin vuelve a su papel de representante de la gente. Biden dice que el también lo entiende e insiste en su experiencia como único padre sacando adelante a sus hijos, se emociona pero se controla. Convincente.
Palin vuelve a su condición de Maverick y lo refuerza con la cantidad de gente distinta, republicanos y demócratas, que le apoyan.
Biden vuelve al ataque, está enfadado y niega a Mccain su condición de Maverick, al menos en los temas importantes, presupuesto, educación, la guerra…
Palin cierra directa, Biden apela a lo excepcional de estas elecciones y a la necesidad de un verdadero cambio.
Habitualmente los debates vicepresidenciales no tienen influencia en el resultado final pero este debido a la expectación levantada, la situación de las encuestas y el carácter de los dos contendientes, puede ser distinto. En las últimas semanas se han ido extendiendo en la opinión pública, las dudas sobre la capacidad de Palin para sustituir a Mccain en caso de que fuera necesario. La táctica de reservar a Palin para los rallies se ha revelado contraproducente, y las escasas entrevistas han generado gran expectación y han provocado juicios minuciosos y quizás excesivamente severos. A Palin le ha pasado lo peor que le puede pasar a un político a las primeras de cambio, convertirse en caricatura, y llegar más a la gente con la imagen ridícula que transmiten sus imitadores.
Esta noche puede ser decisiva, en esta locura de campaña no se pueden hacer frases contundentes, Sarah Palin puede volver a deslumbrar a los norteamericanos, reinvindicando la voz de la gente de la calle o tratar de ponerse a la altura de Biden, y resultar poco convincente y quizás ridícula. Hay distintas maneras de parecer presidenciable, y el jugar a saberse la lección esta vez no parece el camino más seguro. Algunos comentaristas lo vienen advirtiendo Let´s Palin be Palin, quizás esa sea la clave de esta tarde.
De momento en la campaña recuperan el tono de buen humor para calentar un poquito el debate de esta noche recordando algunas de las frases más gloriosas del Senador Biden
Mccain necesita el triunfo de su segunda por muchos motivos, para acercarse en las encuestas, demostrar que su elección no fue sólo instinto, pero sobre todo para recuperar la ilusión que, como apuntaba Antxon hace unos días, se está convirtiendo en la gran perjudicada del encierro de Palin y el famoso bailout.
Hace un par de años, el senador John McCain era el niño bonito de los medios de comunicación norteamericanos. Esta sintonía, unida a su independencia y a su forma de ser extrovertida, le habían convertido en el segundo político más popular de los Estados Unidos, por detrás de Bill Clinton. Desde que decidió intentar convertirse en el presidente número 44 de la nación, y sobre todo desde que se convirtió en el candidato del Partido Republicano, las cosas han cambiado.
Aparte de en su constante presencia en los talk shows, la popularidad de John McCain descansaba en su independencia, en la firmeza con que defendía sus ideales, en su infatigable capacidad de trabajo, en su disposición a las empresas bipartidistas y en su respaldo a causas populares… y no tan populares. Ahora bien, ha medida que ha ido avanzando esta campaña electoral, la más larga y cara de la historia –y una de las más emocionantes–, los medios han empezado a cuestionar su independencia y su sinceridad, y le han acusado de confiar demasiado en la intuición, de tener un carácter inestable y poco reflexivo y, en fin, de ser un peligro para el futuro del país.
¿Por qué se ha producido tal cambio? ¿Qué ha pasado? Ha pasado que McCain ha osado enfrentarse al nuevo ídolo de masas… y de tantos periodistas: Barack Obama.
Si en Estados Unidos los efectos de este tratamiento informativo se ven atenuados por el historial del senador republicano, que lleva más de 40 años bajo los focos, en España McCain sigue siendo un perfecto desconocido, y a la hora de informar de él los medios han solido recurrir a la mentira o desplegado su ignorancia. De ahí que ciertos sondeos no resulten sorprendentes. Y de ahí que no pueda ser más oportuna esta biografía, firmada por Fernando Alonso Barahona y publicada por Ciudadela.
El título, ¿Quién es John McCain?, es todo un acierto. En una España para la que sólo existe el candidato demócrata, viene a recordar al personal que a las elecciones de noviembre concurre otro candidato, un candidato con un historial de décadas y que sigue teniendo posibilidades reales de ser el próximo inquilino de la Casa Blanca. Pero es que lo sería incluso en una versión en inglés y para norteamericanos, pues pone de manifiesto la condición poliédrica de una de las figuras más difíciles de clasificar del panorama político estadounidense. He aquí el gran logro de Barahona, que ha escrito estas páginas a la carrera, como intentando no descolgarse del endiablado ritmo de la campaña electoral: ha conseguido arrojar luz sobre la compleja y muchas veces incomprendida personalidad de John McCain.
La vida del senador por Arizona ha dado para varios libros y para una película (Faith of my fathers). Nacido en Panamá, en una base naval norteamericana, McCain procede de una familia muy ligada a la milicia desde tiempo inmemorial. Él también tomó las armas; y con ellas acudió a Vietnam, donde fue cogido preso por el enemigo y sometido a malos tratos y torturas en una cárcel que los propios prisioneros de guerra norteamericanos renombraron, con amarga ironía –dato que algunos no han querido captar durante la presente campaña–, Hanoi Hilton.
Esos años cambiaron su vida, como no podía ser de otra manera. Ya de vuelta a la patria, con aura de héroe y una manera muy distinta de ver las cosas, McCain tardó poco tiempo en seguir los derroteros de la política. Gracias al apoyo de la familia de su segunda mujer, Cindy, pronto se convirtió en congresista por Arizona. De la Cámara de Representantes pasó, en breve, al Senado, donde sustituyó al mítico Barry Goldwater.
Su vida política ha estado marcada por su independencia y el vigor con que ha defendido sus posiciones, lo que en ocasiones le ha llevado a tomar decisiones sorprendentes. Así, nos encontramos con que este defensor de la vida desde el momento de su concepción ha votado a favor de la financiación de investigaciones con células madre embrionarias; con que este ex militar con fama de halcón se estrenó en el Congreso votando en contra de un aumento de tropas en el Líbano que proponía su amigo y por entonces presidente de la nación Ronald Reagan; con que este republicano conservador ha hecho del medioambiente una de sus obsesiones (desde 1996); con que este senador republicano fue el abanderado del cambio de la legislación que afectó a la financiación de las campañas electorales. Etcétera.
McCain se considera un republicano y, en muchos aspectos, un conservador. No oculta su admiración por Ronald Reagan y por Theodore Roosevelt: este último, 26º presidente de los Estados Unidos, hizo de la independencia su bandera hasta el punto de romper con su partido y postularse como independiente en unas presidenciales, en las que, por cierto, obtuvo más votos que el candidato republicano, algo hasta entonces inaudito.
McCain nunca ha ocultado sus deseos de convertirse en presidente, y ya en 1996 empezó a sonar como candidato a la vicepresidencia de Bob Dole. En el año 2000 decidió aspirar directamente a la candidatura republicana. Sin apoyos dentro del partido, su campaña sorprendió por el éxito que cosechó entre los independientes –allí donde podían votar– y por el uso que hizo de internet –fue el primero en recaudar fondos on line.
A pesar de no ser el favorito, se hizo con la victoria en New Hampshire, aunque su derrota en Carolina del Sur le hizo abandonar la carrera. Eso… y la agresiva campaña de mentiras –que muchos atribuyen a Karl Rove– que hubo de soportar: se le tildó de homosexual, se puso en duda su estabilidad psicológica, se le atribuyó la paternidad biológica de Bridget, la hija que adoptó con su mujer en Bangladesh (en concreto, se dijo que la niña era fruto de una relación del senador con una prostituta negra)… El recuerdo de este juego sucio le hizo distanciarse durante años de la figura y las políticas del presidente Bush: la reconciliación definitiva no se produjo hasta el 69º cumpleaños de McCain, que celebraron juntos.
El biografiado de Barahona volvió a sorprender a todos cuando anunció su intención de presentarse a las elecciones presidenciales de este año, el 72º de su vida. No partía, ni mucho menos, como favorito en las primarias republicanas, pero acabó haciéndose con la nominación. Lo que vino después puede que ya lo conozcan; si han seguido el blog de Alberto Acereda, Pablo Kleinman y David Jiménez, lo doy por seguro.
En este annus horribilis para el Partido Republicano, McCain ha conseguido mantenerse al nivel de Barack Obama en las encuestas y logrado resucitar por momentos esa alianza liberal-conservadora que parecía muerta… y enterrada por George W. Bush. McCain ha sabido defender los principios básicos de sus políticas, y con la elección de Sarah Palin ha vuelto a ilusionar a las bases más conservadoras del partido, que ven en la gobernadora todo lo que no terminan de ver en el senador.
La crisis económica le ha puesto en una situación muy difícil; de hecho, su campaña y su candidatura parecen heridas. Pero, no lo olvidemos, John McCain ha logrado salir de situaciones mucho peores…
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