Al explicar a los amigos distintas actividades de voluntariado y solidaridad surge con frecuencia la misma pregunta, que no pasa de ser una broma Que me darán a cambio? Este año he encontrado una respuesta UN GUAYPIL, prenda típica de Guatemala que destaca por su colorido.

“Muchisimas gracias por dejarme venir. Esto es lo mas impresionante que he hecho en mi vida”. Es el comentario más escuchado después de una tarde de niños, gritos, risas y juegos con 130 niños. La tarde de Reyes Magos un 28 de julio, suele ser el broche de oro del campo de trabajo que organizamos desde Madrid, en el Departamento de Chimaltenango, cercano a la ciudad de Guatemala.

Desde hace ya seis años los voluntarios de SUI (Solidaridad Universitaria Internacional) colaboramos durante el verano con la Escuela Agraria Utz Samaj, un centro de promoción agrícola que ya es el la realidad de todos esos sueños que compartimos desde hace años, como su propio nombre indica, aunque en Cachiquel lengua nativa de los habitantes de la zona, Buen Trabajo. Con actividades de promoción para los habitantes del Altiplano Guatemalteco que viven en pequeñas aldeas en los montes.

Este año hemos sido 21 los que desde Madrid, hemos participado en el proyecto y desde tiempo atrás todos han colaborado en la preparación de la actividad con la recolección de medicinas y juguetes, la preparación de las clases y el trabajo de campo, en colaboración con la Escuela de Ingenieros Agrónomos…

Un equipo en el que cada uno asume su trabajo y todos están pendientes de cubrir en lo posible el trabajo de los demás. Un trabajo de lo mas variado: mientras unos recorrían el bosque de los alrededores realizando un estudio del terreno para un proyecto de forestación que la Escuela comienza este año en colaboración con el Municipio, otros entrevistaban a los ya numerosos antiguos alumnos de la Escuela para estudiar los progresos… los demás, la inmensa mayoría, visitaban las aldeas donde siempre éramos recibidos con alegría y una inmensa hospitalidad.

Hemos venido de España, en avión, durante 10 horas…España, España,,, la pregunta surgía instantánea, que les paso en el Mundial? Desde ahí todo resultaba mas fácil y distribuidos en distintos grupos hablábamos a niños, jóvenes, mamas y papas de… las dudas y comentarios eran siempre lo mas interesante y significaban siempre una ocasión para hacer ver a los profesores la necesidad de la formación o para tener con ellos una conversación sobre un tema concreto. Tras un día en la aldea, en el que habíamos compartido charlas, bromas y canciones, las despedidas resultaban siempre lo mas difícil y aunque no paraban de agradecer los momentos pasados, el animo y el aliento, la confianza que da ver una iglesia Católica, universal, “ustedes nos han dejado algo”, nosotros nos llevábamos mas, lecciones continuas de piedad, de sacrificio como el de todos aquellos que de domingo a domingo andan durante 4 o 5 horas para asistir a la Santa Misa, de unión al Romano Pontífice como la de aquella comunidad que sin hablar prácticamente el español, se reúne semanalmente a estudiar los escritos del Santo Padre sobre el Espíritu Santo… el que se va tan lleno no sabe que puede dejar. Al final despedidas y aplausos, algún regalo, humilde pero lleno de cariño, de generosidad, un pequeño paño bordado, un cántaro o, quizás, un guaypil… TODO POR UN GUAYPIL.