Jobs ganó a Obama. Y eso que había morbo asegurado

El discurso de Obama de ayer generó gran expectación, si no hubiera coincidido con el lanzamiento del ipad probablemente fuera el tema del día, pero esta vez Jobs ganó a Obama. El buzz generado antes, durante y después por la presentación del gigante de la manzana se comió el primer discurso del Estado de la Unión del otrora arrasador Presidente norteamericano. Esta vez hubo que «cambiar» la fecha prevista para no competir con el estreno de la última temporada de Lost, e incluso algunas cadenas como CBS flirteo hasta el último momento con emitir su «Operación Triunfo», en lugar de la alocución presidencial. Algunos dirán que no está en sus mejores momentos, que otro gallo hubiera cantando si el duelo se hubiera producido en 2008, pero la realidad es que a pesar del excelente discurso de ayer, Obama ha quedado en un segundo plano ante la nueva criatura de Apple. Twitter puede servirnos de muestra, frente al 12% obtenido por el hashtag #ipad que se convirtió en un 6% al día siguiente, el State of the Union, #sotu, no pasó de un 4% el día de autos, para desaparecer al día siguiente de las principales estadísticas. Pese al carácter público de un evento que muchos pudieron seguir en directo a través de la red (1,3 millones de espectadores) en la web de la Casa Blanca o en la nueva aplicación para el iphone, o de comentarlo en facebook (50.000 participantes), las estadísticas de youtube también ponen de manifiesto la diferencia si la busqueda ipad genera en torno a los 7820 videos, dos días después de su lanzamiento, el State of the Union 2010, se queda en 3790, un poco menos de la mitad.

Esto no quita merito a la excelente actuación de Obama. Creo que el texto, como otros muchos de la factoria de Favreu, es para enmarcar, digno de un evento que todos los frikys del Ala Oeste tenemos marcado entre nuestras fiestas de guardar. La actuación de Obama también fue casi perfecta. Un discurso a lo President Bartlet, conciliador, bipartidista, de futuro, mirando hacia delante… aunque no sé hasta que punto habrá logrado detener la bajada de su popularidad, convencer a esa mitad del pueblo norteamericano que después de un año ha empezado a cansarse de las palabras y busca hechos desesperadamente, hechos que reduzcan el deficit de la Unión, que se traduzca en la creación de puestos de trabajo, que vaya más allá de las buenas intenciones en Irak, Afganistan o Guantánamo.A juzgar por las primeras encuestas y análisis, aunque las sensaciones que dejó el discurso son muy positivas para la mitad de los norteamericanos, el porcentaje se ha reducido un 20% sobre los que tuvieron esas mismas sensaciones hace un año, y, lo que es peor, la inmensa mayoría de los encuestados manifiestan que el discurso no ha cambiado su opinión.

El Presidente parece dispuesto a conjurar el «efecto Clinton», incapaz de mantener el control de las Cámaras tras 2 años de mandato, y está comenzando a ejecutar un cambio de estrategia en toda regla. Reducción de gastos y emisiones contaminantes, discurso populista contra los bancos, a los que él ayudó y que se encuentran entre sus principales donantes, discurso agresivo contra los políticos de Washington, a los que apoya en sus campañas y controla desde una DNC que, tras el fichaje de David Plouffe, cada día es más suya; reunión con los congresistas republicanos frente a los que se presentó «desnudo» de ideología.. En mi opinión el problema va más allá, la unión que consiguió en campaña bajo un mismo objetivo, el cambio de gobierno, ahora es mucho más difícil de mantener y los hechos ponen de manifiesto la heterogeneidad de sus apoyos electorales, destacando el mérito de su victoria pero haciendo tremendamente complicado la gestión. Se busca desesperadamente bandera de unión y no parece que la reforma sanitaria haya servido a tal efecto, al contrario ha generado cierta división (y no sirve achacarla a la propaganda venenosa de los republicanos), el discurso antiWashington, que serviría a un buen número de sus votantes, cada día suena más falso, así que tendrá que seguir buscando.

Mientras, el discurso nos dejó una perla, descubierta en factual, que más allá de la anécdota pone de manifiesto una pugna entre la democracia representativa y la Constitucional, que en España también vive momentos de tensión a la luz de la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto de Cataluña. Se trata de definir si los representantes del pueblo tienen algún límite en su actuación, si tiene sentido seguir hablando de norma suprema, o si aquel que ha recibido el poder del pueblo puede hacer y deshacer a su antojo.

En la imagen se ve como Obama, aprovecha la ocasión para atacar duramente la decisión del Tribunal Supremo de permitir a los lobbies hacer campañas de apoyo a los candidatos electorales, el público le ovaciona puesto en píe, sólo queda una isla, the nine old men que con la vista al frente aguantan el chaparrón. Dos curiosidade: ninguno de los miembros del Tribunal Supremo se une a la ovación, ni siquiera la jueza nominada por Obama, parece que tienen un alto sentido de la institución, la segunda ver como uno de ellos Samuel Alito no puede evitar murmurar «no es verdad»… que ustedes lo disfruten.

Ayuda a Haiti

Queridos amigos, como tengo la mala costumbre me meterte en este tipo de lios, algunos me estáis preguntando qué se puede hacer para colaborar a paliar, aunque sea minimamente, la tragedia de Haiti. Da la casualidad que una de las mejores amigas de mi mujer ha trabajado en un hospital Haitiano gestionado por la Fundación Nuestros Pequeños Hermanos.
Fundación NPH
Caja Madrid: 2038-9254-56-60.000-41.107
Indicar Nombre completo y “Terremoto Haití”.

Además desde la Jornada Mundial de la Juventud, en la que colaboro, nos ofrecen una serie de referencias

A continuación corto y pego el correo en el que cuentan un poco sobre la situación, sus necesidades y como están empezando a trabajar:

Como bien sabéis ayer hacia las 23:30 hs hora española un fuerte terremoto (fuerza 7 escala Richter) ha azotado a la capital haitiana en Puerto Príncipe. Precisamente allí se encuentra nuestra zona de trabajo habitual desde el año 1988. Después de unas horas tensas sin saber el alcance del mismo y el grave impacto que podía haber causado en nuestra gente y la comunidad haitiana, os pasamos a informar sobre la situación actual.

Un correo urgente del Padre Ricardo (Director de NPH Haití) nos informa de los siguiente:

a) Hogar de NPH Haití en kenscoff (a 45 min de Pto. Príncipe).
450 niños/as acogidos entre los primeros días de vida y los 21 años, personal sanitario, educadores y voluntarios en el momento de la catástrofe.
Todos los niños/as y personas adultas están bien, sanos y salvos.
Sin daños estructurales aparentes de importancia en los edificios donde viven.

b) Hospital pediátrico Infantil St. Damien Chateaublond en Tabarre (a 15 min de Pto. Príncipe).
200 niños/as gravemente enfermos internos, familiares y personal sanitario en el momento de la catástrofe.
25.000 niños/as gravemente enfermos atendidos al año.
No se han recibido hasta el momento noticias relacionadas con fallecimientos o desapariciones dentro del Hospital. Por confirmar.
Daños estructurales de importancia en todos los edificios del Hospital donde se alojan los niños/as enfermos.
Las paredes que delimitan el Hospital completamente destruidas.
Primeras medidas: Se procederá a levantar tiendas de campaña en el terreno para alojar a los niños/as, personal sanitario y familiares.

c) Centro Kay Saint Germain para la Rehabilitación y tratamiento de niños/as discapacitados en Tabarre (15 min de Pto. Príncipe).
150 niños/as con disminuciones físicas/psíquicas, familiares, y personal sanitario en el momento de la catástrofe.
No se han recibido hasta el momento noticias relacionadas con fallecimientos o desapariciones dentro del Centro. Por confirmar.
Daños estructurales de importancia en todos los edificios del centro donde los niños/as reciben terapia.
Las paredes que delimitan el centro completamente destruidas.
Primeras medidas: Se procederá a levantar tiendas de campaña en el terreno para alojar a los niños/as, personal sanitario y familiares.

d) Antiguo Hospital “St.Pierre Damien” (5 plantas) de NPH Haití en Petionville, epicentro del terremoto.
60 niños/as con discapacidades, familiares, personal sanitario, administrativo, voluntarios en el momento de la catástrofe.
Por confirmar la pérdida de niños/as y adultos.
El edificio de 5 plantas al parecer, se ha venido abajo por completo.
Sin más noticias al respecto.

e) Escuelas y centros médicos en los barrios más marginales de la capital: Wharf Jeremy y City Soleil.
Por confirmar la pérdida de vidas y fuertes daños a las escuelitas y centros médicos.

El padre Ricardo nos afirma que jamás habían vivido un panorama como este tan dantesco.

En estos momentos ya estamos recibiendo a centenares de damnificados, muchos niños/as y adultos afectados por la catástrofe en nuestro propio Hospital St. Damien.
Necesitamos urgentemente:

Equipos de trabajo
Maquinaria pesada
Ropa
Comida
Tiendas de campaña
Mantas
Medicinas etc…

No podemos afirmar que desde NPH no hayamos sufrido pérdidas humanas pero lo tememos. Debemos esperar todavía unas horas.
Estamos en permanente contacto con Haití!!!.

Hemos recibido un sin fin de llamadas de todos vosotros, preguntando, preocupados, ofreciendo vuestra ayuda y colaboración. La necesitamos. El Padre Ricardo y nuestra gente nos la han solicitado. Esfuerzos coordinados desde NPH para poder atender a todos los afectados desde NPH. Por favor, compartir esta información con todos vuestros familiares y amigos.

Seguiremos informando puntualmente. Gracias, a todos!!!.

Fundación NPH
Caja Madrid: 2038-9254-56-60.000-41.107
Indicar Nombre completo y “Terremoto Haití”.

Un fuerte abrazo.
Xavier

Xavier Adsarà
Director
Fundación Nuestros Pequeños Hermanos
C/Elisa nº 23
08023 Barcelona
Tel: 93.434.20.29
Mov: 639.153.153
[email protected]
skype: fundacion.nph
www.nph.org
Donativos:
Fundación NPH. Caja Madrid nº cta. 2038-9254-56-60.000-41.107
Nº de Registro: 08/0345
Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales de Madrid

Google y China, un claro ejemplo de la diplomacia en red (iii)

Los cambios que se están produciendo en las relaciones internacionales, y que giran en torno a la sociedad internacional en red y los nuevos actores de las relaciones internacionales plantean nuevos retos a la política exterior de los Estados, especialmente en el campo de la comunicación. Hoy, como decía Francis Bacon, la información es más poder que nunca, lo que ha cambiado es que hoy, al contrario de lo que se pensaba tradicionalmente, la información no es más poderosa cuando se mantiene oculta y se utiliza estratégicamente sino cuando se hace llegar con credibilidad al público adecuado en el momento justo, mejor pronto que tarde…

Hoy la información está al alcance de mucha más gente, los mensajes llegan más lejos, más deprisa y con menos intermediarios, el poder sobre la información se distribuye muchísimo más, alejándose de los gobiernos hacia ese amplio abanico de actores que hemos señalado. En este contexto, la política de los Estados no puede seguir basándose en el de control la circulación de la información, quienes lo intenten afrontan un elevado coste y una frustración final. Los gobiernos van descubriendo que, si quieren desempeñar un papel relevante en el escenario internacional, tienen que prescindir de las barreras que impedían el intercambio de información, renunciando a la trampa tradicional de mantener la información oculta en una caja negra, algo que en la nueva situación resulta suicida. (Nye, 95) En vez de reforzar la centralización y la burocracia, la opción de los gobiernos pasa por un cambio de actitud radical en su actitud frente a la información que les permita aprovechar las nuevas tecnologías de la información para la creación y la alimentación de las nuevas comunidades internacionales en red .

Esto nos lleva directamente al primer reto, lo que muchos denominan “la paradoja de la plenitud”: una plenitud de información produce una pobreza de atención(Herbert a. Simon, It´s not what you know, it´s how you know it). En la sociedad de la información la atención es un bien escaso, probablemente el más valioso, algo que deberían tener en cuenta los actores de las relaciones internacionales.

Desde el punto de vista de la recepción se refuerza la necesidad de cuidar las fuentes, de filtrarlas, de gestionar con acierto la información que se recibe y se distribuye entre sus miembros y aquellos que logren distinguir las señales valiosas de las interferencias ganarán poder.

Desde el punto de vista de la emisión de la información es clave entender que las distintas comunidades que hoy influyen en las relaciones internacionales giran principalmente en torno a referentes de información interesante y creíble. Nye ya señalaba que “Lograr establecer la credibilidad suficiente para llamar la atención y mantener ese interés se ha convertido en la cuestión política primordial” (130).
No se trata sólo de producir información propia sino también de la capacidad de distribuir información ajena, y hacerlo de manera atractiva, siguiendo formatos adecuados para cada público, sin despreciar enfoques como el del infoentretenimiento, y sobre todo con la que considero la mejor herramienta frente al déficit de atención, el prestigio.

El prestigio quizás ha sido siempre el arma más poderosa de las relaciones internacionales. Aunque esto no ha cambiado lo que ya no es igual es la forma de valorarlo. Si el prestigio internacional antes se medía sobre todo en torno a datos como los índices macroeconómicos o el potencial militar, hoy gira en torno a la imagen país, y en su construcción el Estado es un actor más, muchas veces ni siquiera es el más importante, en un proceso en el que participan esa gran variedad de actores de los que venimos hablando.

Para participar de manera eficaz en la construcción de esta imagen-país y lograr que esta sea acorde con los intereses del Estado, el diseño de la comunicación de los Estados, debe centrarse en la credibilidad. Las relaciones internacionales, como el resto de la política, se han convertido en un concurso de credibilidad, y en este concurso hoy, como hemos visto, participan no sólo los gobiernos sino el resto de actores de los que venimos hablando medios informativos, empresas, ongs, redes de científicos…. El buen nombre es el capital más importante de los Estados y los distintos actores, que lo saben, utilizan la exposición pública para atacar el prestigio tanto nacional en sus distintas facetas a través de tácticas como la de nombrar y avergonzar (Nye, 151). Esta obliga los Estados a estar atento de lo que se dice, preparar y validar fiablemente la información que producen y la que distribuyen, clasificando lo que es correcto y lo que es importante. En este reto de mantener la confianza, clave para ejercer la diplomacia pública en este nuevo entorno, la transparencia se convierte prácticamente en una obligación.

En esta estrategia de comunicación de los Estados, que pasa por convertirse en un actor fiable de la comunicación, las principales herramientas de posicionamiento en los medios de autocomunicación de masas son tres: el enmarcado, el establecimiento de la agenda y la priorización.

La multiplicidad de actores se convierte en otro de los retos principales de la nueva estructura de las relaciones internacionales. Esto supone un cambio en los sujetos receptores de la comunicación de las relaciones internacionales. No basta sólo con localizarlos y tratar de llegar a todos ellos, aunque la globalización ha generado un compleja red de interconexiones que permite una distribución masiva de información “este “globalismo denso” no es uniforme; varía según la región, la localidad y el asunto a tratar. Al adaptar nuestra política exterior a este nuevo siglo, tendremos que responder a cuestiones que implican una mayor complejidad, una mayor incertidumbre, un menor tiempo de respuesta, una participación más amplia de grupos e individuos y una disminución desigual de las distancias. El mundo es más asequible, pero en términos de las medidas a tomar, un sólo tamaño no sirve para el conjunto” (Nye 131-132). La estructura de red se convierte así en una nueva prioridad de las relaciones internacionales. No se trata solo de la lógica anunciada por autores como Peter Drucker o los Toffler, que argumentan que la revolución de la información está poniendo fin a las organizaciones burocráticas jerárquicas que caracterizaron la época de las dos primeras revoluciones industriales (Drucker The next information revolution; Toffler, The politics of the third wave), sino de la respuesta indispensable a una realidad, la de las nuevas relaciones internacionales.

Esta estructura de red dificultará a los gobernantes mantener una disciplina coherente en los asuntos de política exterior. La falta de coordinación y de planificación estratégica, consecuencia de la ampliación de actores activos y los objetivos de la diplomacia, se convierten así en los problemas más habituales. Se detecta como una crisis de crecimiento, de adaptación, de estructuras que responden a una forma de entender las relaciones internacionales que hoy resulta tremendamente ineficaz y así se revela cuando surgen problemas concretos. En una diplomacia en red, como la que se plantea, la ausencia de estos dos elementos impide lo más importante, las sinergias entre los diversos actores involucrados. Como advierte Melgar, “la acción descentralizada (propia de las estructuras en red) bien puede convertirse en una miríada de acciones contradictorias que acaben por distorsionar, difuminar y hasta pervertir la imagen del país, por lo que resulta imprescindible un importante esfuerzo de coordinación” .

Los Estados deberán no sólo compartir el escenario con estos actores privados sino que tendrá que reatroalimentarse con ellos, adaptándose a sus distintas estructuras y procedimientos, sabiendo que compartir cierta información, distribuirla suele repercutir en aumento del poder blando de cada uno de ellos. Resumiendo: Los Estados no tienen más remedido que ser menos reservados y más porosos. Los Estados, al igual que están haciendo las empresas, deberían empezar a crear departamentos para tratar con los actores de las relaciones internacionales. No se trata sólo de compartir escenario con ellos, de “participar”, sino de interactuar con ellos de manera proactiva. En el nuevo escenario participar no basta, este es, por ejemplo, el problema de percepción que tradicionalmente, no sólo con George W. Bush, enfrenta la diplomacia norteamericana que, pese a su roll activo en organizaciones multilaterales que financia en gran proporción, es percibida como un participante sordo, que emplea sus reuniones en hablar, sin pararse a escuchar. En la sociedad del conocimiento, un liderazgo eficaz requiere un diálogo con los liderados.

Por último no podemos olvidar que, en un contexto como el que estamos descubriendo, la seguridad se convierte en un elemento importante. El uso de la coacción sigue desgraciadamente al día en las relaciones internacionales y junto a los conflictos armados, en el que la diversidad de actores y la dificultad de señalar al enemigo son ya una constante, aparecen los ciberataques cuya autoría es dificil de identificar. Algunos ejemplos recientes serían los reivindicados recientemente por el ciber ejercito iraní que sustituyó la portada de twitter y Baidu por una pantalla en fondo negro que anunciaba que «Este sitio ha sido hackeado por el Ciber Ejército Iraní» y una fotografía de una bandera verde. O los que Gobiernos como Alemania, Nueva Zelanda, EEUU y Reino Unido han atribuido a hackers chinos. Autores a su vez del ataque masivo sufrido por Google en China, que ha llevado al gigante de internet a amenazar con su retirada del país asiático, en una buena muestra de como están cambiando los actores y los métodos utilizados.

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Jóvenes y clases medias, estrellas del debate chileno

Ayer se celebró el debate televisivo entre los dos candidatos que se enfrentan el próximo domingo 17 en la segunda vuelta de las elecciones Presidenciales Chilenas, Eduardo Frei y Sebastian Piñera. Con un formato más ágil del que acostumbramos en España una serie de periodistas especializados en un eje temático, algunos de ellos compartiendo su tiempo con la red a través de twitter, bombarderon a los candidatos con preguntas y aclaraciones durante 14 minutos. Los jóvenes y las clases medias, la traductora para sordos y algunos periodista con ganas de éxito, fueron los protagonistas fundamentales del debate.


No hay duda que en los debates más que ganar se pierden y parece que cuando, como creo que pasó ayer, no gana nadie, el vencedor es aquel que lidera las encuestas y ese, a pesar del lógico incremento de la intención de voto de Frei tras la primera vuelta, es Piñera.

Algunos detalles:
– Sorprende la agresividad de los periodistas y cómo se enfrentaron con los candidatos, no sé si se trataba de moderación o fueron un poco más lejos, pero provocó ciertos momentos divertidos.

– Llama la atención el debate directo entre los candidatos, algo inaudito en España, y como se utilizó para contrastar las posturas de unos y otros.

– Hay un interés por mantener contento al servicio público, denunciando incluso una cacería, me hace preguntarme ¿cuántos votos hay detrás?

– Para un observador externo, como yo, llama la atención el tiempo que dedicaron a la dictadura de Pinochet, que yo pensaba que estaba más que enterrada.

– Piñera pide extender el test de drogas, que hoy se realiza a los funcionarios, a parlamentarios, ministros e incluso al Presidente de la República. ¿habría sorpresas?

– Frei tiene cierta tendencia a enrrollarse, y tanto Piñera como los periodistas no han desaprovechado ocasión para recordárselo, no le ha favorecido mucho.

Mientras Chile duerme las encuestas online, aunque no muy representativas, dan la ventaja a Piñera (58-42). Si alguien que estaba interesado se lo perdió, puede seguirlo en twitter #debateanatel (no lo recomiendo) o verlo en diferido en la televisión chilena.

diplomacia en red, ¿diplomacia para la gente? (ii)

El fenómeno que estamos describiendo no es algo nuevo, ni vinculado necesariamente a las nuevas tecnologías, pero pensamos que, como muchos otros fenómenos, adquiere gracias a las TICS una dimensión que lo transforma de manera cualitativa, hasta afectar a su esencia. Hay países que lo vienen haciendo de manera centralizada (departamento de Estado norteamericano) o difusa (Francia con sus Liceos y sus Alianzas Francesas o el Reino Unido con la BBC y los British Councils). Pero poco a poco los países tienen que renunciar a mantener el control absoluto de la gestión de su imagen, y delegar, alimentar… a otros actores que como advierte Nye, son cada día más poderosos: “la tecnología se ha ido extendiendo hacia personas y países. La revolución tecnológica en el sector de la información y la comunicación está despojando de su poder a los gobiernos y permitido a determinados grupos e individuos asumir papeles en la política mundial que antaño se reservaba a los gobiernos nacionales”. (Nye, p. 10)

Los efectos de la tercera revolución industrial sobre los gobiernos centrales aún están en sus primeras etapas. Algunos autores han compartido sus intuiciones sobre el futuro del Estado Nación, De Ugarte en “De las naciones a las redes”, las ve como entidades con fecha de caducidad, restando tanta importancia al Estado que, en mi opinión, acaba cayendo en el error de tratar de sustituir unos por otros. En mi opinión hay que superar la mentalidad que piensa solo en términos de entidades institucionalmente sustituibles por el Estado (ref. John G. Ruggie, 1993), con un modelo más cercano al que nos presenta Esther Dyson que nos habla de una “Desintermediación de los gobiernos” y retrata una sociedad global donde los interconectados (comunidades virtuales y redes que rebasan las fronteras nacionales) se superponen a las comunidades geográficas locales tradicionales (Release 2.1. A design for living in the digital age), un sistema de comunidades y gobiernos entrecruzados. En mi opinión, de momento, no se trata de cuestionar la existencia del Estado soberano sino de ver cómo se están alterando su centralidad y sus funciones. Se trata de un proceso abierto, en configuración y a lo largo del proceso vamos a ir viendo como están cambiando los significados de conceptos como jurisdicción, poder o la función de los agentes privados dentro de una soberanía. No se trata de un desafío frontal a los gobiernos, sino de una capa de relaciones que tales Estados de hecho no controlan y que pueden tanto avanzar de la mano como entrar en conflicto.

Ante esta postura, que comparto con Dyson o Nye, la pregunta sería¿qué ha cambiado si el Estado permanece en el centro del poder mundial?. La respuesta nos la dan Smith y Naim “En una palabra, todo. Nunca hasta ahora habían competido tantos agentes no estatales para obtener la autoridad y la influencia que antaño pertenecía solamente a los Estados”(Altered States: Globalization, Sovereignty and Governance, Otawa, 2000).

Son tales los cambios que algunos se han atrevido a comparar este nuevo sistema con el existente antes de la Paz de Westfalia, donde en 1648 tomó forma el sistema estatal, un sistema como el que acompañó el “desarrollo de los mercados y la vida urbana durante el primer periodo feudal. Las ferias comerciales medievales no sustituyeron a las instituciones de autoridad feudal. No derribaron los muros del castillo ni derrocaron al señor local. Pero sí trajeron una nueva riqueza, nuevas coaliciones y nuevas actitudes resumidas en el proverbio “los aires de la ciudad traen libertad” (87). Aparece así en el horizonte un nuevo “ciberfeudalismo” con comunidades superpuestas y jurisdicciones que reivindican las múltiples capas de las identidades y lealtades de los ciudadanos. Una especie de vuelta a la Europa medieval en la que la lealtad se prestaba por igual a un lord local, a un duque, a un rey y al Papa y que hoy se reproduciría en un europeo que puede deber su lealtad a Gran Bretaña, París y Bruselas además de a varias cibercomunidades relacionadas con la religión, el trabajo y una serie de aficiones (Nye, p. 86). Algo que James Rosenau define como “fragmegración”, un fenómeno en el que la integración en identidades mayores convive en el tiempo con la fragmentación en comunidades más pequeñas, que pueden moverse incluso en direcciones contradictorias al mismo tiempo, según las circunstancias (Nye, p.93).

Los nuevos actores son de lo más diverso, y aunque muchos de ellos no parezcan tremendamente poderosos, según el standard tradicional, con la revolución de la información están construyendo su propio poder, un poder blando, que comienzan a hacer valer. Entre estos actores encontraríamos las grandes compañías transnacionales, con implatación e intereses económicos en un gran número de países, lo que las convierte en un sujeto indispensable para la adopción de determinadas medidas cuya ejecución sin su colaboración es prácticamente imposible. Otro tipo de comunidad transnacional que está cobrando importancia es la comunidad científica de expertos con ideas afines, muchas de ellas articuladas en torno a think tanks, de los que Castells nos ofrece una extensa explicación en Comunicación y poder. Estas redes, organizadas o no, están llamados a proporcionar la materia prima del nuevo poder, el mensaje, los contenidos, el consenso “global” que establece la agenda, de los medios y la opinión pública.

Pero quizás lo más relevante, desde la perspectiva de los actores en las relaciones internacionales, es el papel que están desempeñando lo que podemos resumir como ongs, organizaciones a las que se les presupone el interés público, y que, de manera centralizada o con métodos de trabajo en red, desarrollan su labor más allá del ámbito de los Estados, y que han descubierto que una de las formas más eficaces de cumplir sus fines es involucrarse activamente en la adopción de decisiones por parte de Estados nacionales y organismos internacionales. Con este objetivo proponen normas, presionan a los gobiernos y empresarios, influyen en su percepción pública… Este fenómeno se ha multiplicado en los últimos años, gracias, entre otras cosas, a los bajos costes de la comunicación que, además de multiplicar el alcance, la coordinación, y la financiación, la eficacia de las existentes, ha permitido la aparición de nuevas organizaciones poco estructuradas, con escaso personal en plantilla, o incluso de individuos privados con tremenda capacidad para penetrar en los países, con una habilidad sorprendente para conseguir influir en la agenda de los medios de comunicación y, en consecuencia, de los gobiernos. Estas comunidades transnacionales abren sus puertas a millones de personas, sus miembros, de manera individual o en pequeños grupos, tienen en común sus métodos de trabajo en red, que les permite desarrollar, de manera coordinada, actividades con relevancia para las mismas, que obligan a repensar el papel de los ciudadanos y sus organizaciones. Algunas consecuencias, aunque se escapan de este post, sería una mayor volatilidad en vez de un movimiento constante en una dirección concreta.(Nye, 93) Esta mayor volatilidad afecta también al carácter temporal de las nuevas comunidades, algo clave para cualquier tipo de estudio para estudiar la participación política a partir de ahora. Un ejemplo serían los efectos relámpagos, repentinas oleadas de protesta provocados por temas o hechos como las reacciones que hemos vivimos en España en momentos distintos como las elecciones de 2004, el rechazo a la ley que autorizaba los matrimonios entre personas del mismo sexo, o el papel de las familias en la educación de sus hijos o en otros países, recientemente las movilizaciones antiimpuestos revividas recientemente en EEUU en torno a las Tea Parties.

Otra buena muestra de esta volatilidad y flexibilidad para trabajar en red en defensa de objetivos concretos, con compañeros que desarrollan su labor en campos absolutamente diferentes, sería el de los conocidos como “grupos antiglobalización”, que protestaron en las reuniones de la OMC y en los que se podían encontrar desde antiguos izquierdistas del capitalismo, sindicalistas intentando proteger los empleos bien pagados de la competencia de los países pobres, ecologistas pidiendo una mayor regulación internacional, jóvenes idealistas que querían demostrar su solidaridad con los pobres y anarquistas que provocaban disturbios por pura diversión y para aprovecharse…. (Castells en Comunicación y Poder les dedica un amplio espacio y nos da la pista de Juris para un estudio más pegado a la tierra).

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Feliz Noche de Reyes

Agranda la puerta, Padre.
Porque no puedo pasar.
La hiciste para los niños.
Yo he crecido, a mi pesar.
Si no me agrandas la puerta,
Achícame por piedad.
Vuélveme a la edad aquella,
en que vivir es soñar.

(Miguel de Unamuno)