Las conclusiones principales, según la propia consultora, serían las siguientes:
quienes asumen la tendencia y toman la iniciativa de participar activamente en este nuevo entorno de comunicación sacan ventaja del resto en términos de notoriedad y notabilidad en Internet.
– Peña Nieto es el presidente del que más se habla en la red
– Correa es el mandatario que cuenta con una mejor valoración por parte de los usuarios.
– Dilma Rousseff destaca por su buen posicionamiento en Twitter donde es la líder con un mayor número de menciones y una mejor valoración.
No hay duda que se trata de conclusiones valiosas pero que no dejan de caer en los defectos tradicionales en este tipo de trabajos, también presentes en el informe de Burson-Masteller, que sacan la herramienta de monitorización a pasear y publican los resultados. Hacer un análisis sobre el uso de las redes sociales, implica ir más allá de la mera observación del número de seguidores, likes, menciones y RT de los mensajes que se producen desde una determinada cuenta. Muchas veces estos informes, obvian elementos tan necesarios como el país de procedencia, el tamaño de su población respecto al número de seguidores, la penetración de internet en ese territorio e incluso la realidad política que lo acompaña.
1) A pesar del tiempo pasado y el incremento del uso de las redes en Latinoamérica, ningún otro mandatario latinoamericano ha logrado superar la influencia política, comunicacional y social que ha tenido la cuenta del fallecido presidente Hugo Chavez. Marcó tendencia en la forma de usar la herramienta, de dirigirse y en la cantidad de veces al día que lo hacía. De hecho, ninguno ha logrado todavía superar los más de cuatro millones de seguidores que llego a tener esta cuenta. No es de extrañar que el que fuera su opositor, el político venezolano Henrique Capriles Radonski sea el político latinoamericano (sin ser presidente) con más seguidores en twitter con 4.36 millones de seguidores, y que el siguiente en la clasificación, la actual presidenta de Argentina, Cristina Fernández les siga a mucha distancia con 2.65 millones de seguidores.
Este liderazgo tiene mucho que ver con la extensión del uso de twitter en Venezuela, que durante mucho tiempo fue el primer país latinoamericano en el uso de este red social, y con la apuesta estratégica que el fallecido Chávez puso en marcha en mayo de 2010, poco después de abrir su perfil en esta red social, contratando a 200 personas para administrar su presencia en la red.
2) Expresidentes que superan a sus sucesores. En países como Colombia y México, a pesar del tiempo que ha pasado desde que se celebraron las elecciones, los ex presidentes superan a sus sucesores, actualmente en el cargo. En Colombia Álvaro Uribe Veléz mantiene el liderazgo en su país con 2,806,690 seguidores mientras que su sucesor Juan Manuel Santos tiene 2,390,267
Algo similar ocurre en México donde el ex Presidente Felipe Calderón con 2.76 millones de seguidores lidera ligeramente a su sucesor Enrique Peña Nieto que cuenta con 2.57 millones de seguidores.
3) Resulta interesante ver como también las primeras damas han encontrado un espacio en Twitter para darse a conocer e interactuar con sus seguidores. Entre las más activas se encuentran la primera dama de la República Dominicana: Candida Montilla y la de Panamá: Martha de Martinelli. Extrañamente, a pesar de la fuerte imagen que goza la primera dama de México Angela Riviera, está no cuenta con una cuenta en esta red social.
4) Cuentas falsas que gozan de gran predicamento:
Otro de los temas digno de mención es la popularidad de cuentas falsas (fajes) parodiando a presidentes latinoamericanos.
Entre estos destacan @MaduroOficial, que aunque se presenta como oficial se burla de todos los anuncios presidenciales. En Ecuador también han existido intentos parodiar al presidente Correa, que llegó a denunciar el 24 de febrero del 2014 que las cuentas de twitter @MashiRafaelEC y @RafaelCorreaEC no le pertenecían, tras la denuncia ambas fueron suspendidas, todavía se mantiene @MashiCorrea, con 8.475 seguidores y más de 400 tweets publicados, pero no ha vuelto a publicar desde el 5 de octubre de 2013.
Todavía más llamativa, es la cuenta faje de Dilma Russef, especialmente @Dilmabr, Dilma Bolada (cuyo usuario es igual al de su cuenta oficial @Dilmabr, sólo cambia la l que se sustituye por una I mayúscula algo difícil de percibir). El tono de esta cuenta es mordaz desde su propia bio, donde se presenta como «la Reina de la Nación, de la diva del Pueblo, el Soberano de las Américas … que soy hermosa, soy diva, soy el presidente».
Como puede verse, y a pesar de informes como el de Burson que no discriminan entre unos y otros, lo habitual es que los Presidentes utilicen sus cuentas en las redes sociales como forma de comunicación con sus ciudadanos, eso no quita para que, de vez en cuando puedan ser utilizados como herramienta de política exterior, pero eso es otra historia, de la que hablaremos muy pronto. ¿algún otro ejemplo?
He de confesar que para un consultor político estar hablando de la campaña durante las elecciones resulta un poco frustrante, es una señal inequívoca que no está trabajando y por eso puede dedicarse al noble arte de opinar y dar impresiones, esta vez con total libertad.
Con este motivo traté de encontrar en encuestas y campañas algo de información novedosa, un enfoque diferente… que pude completar un poco más tras participar en un seminario organizado por Aspen Institute sobre las elecciones europeas. Creo que no lo conseguí del todo pero aquí están mis notas que quizás sirvan para entender un poco mejor el debate de esta noche entre Miguel Arias Cañete y Elena Valenciano (22.00/TVE).
Un debate que una vez más estará tremendamente limitado por los acuerdos entre los responsables de campaña, que suelen jugar estos partidos «a empatar» compitiendo por evitar los errores más que por conseguir llegar al público, y garantizando el aburrimiento para todos aquellos que no son yonkis de la política, la inmensa mayoría. A priori, Miguel Arias Cañete parte con mucha ventaja, es el ministro mejor valorado (lo que no se si quiere decir mucho) pero sobre todo es cercano, muy buen comunicador y excelente conocedor del asunto europeo. Elena Valenciano, a la que antes de la campaña tenía por excelente polemista, parte con la desventaja de tener un conocimiento menor del asunto, un mensaje habitualmente negativo, y, en mi opinión, una falta de entrenamiento, se ha centrado en los mítines dejando a Ramón Jaúregui todos los debates celebrados hasta ahora en distintos foros, una oportunidad perdida que le puede pasar factura. Sea como sea el resultado final, estamos quizás ante la última oportunidad de esta campaña sosa y aburrida de dar a conocer a la inmensa mayoría de los españoles la importancia de estas elecciones.
Clave EUROPALas instituciones europeas han hecho un esfuerzo serio durante esta campaña de tratar de poner de manifiesto la importancia de estas elecciones. Nunca es fácil desarrollar una campaña única para 27 países pero el mensaje central ha sido: está eligiendo usted a los miembros del verdadero poder de la Unión, y como consecuencia su voto es un voto para elegir al Presidente de Europa. Con este fin las distintas familias políticas han elegido y presentado a sus candidatos a la Presidencia antes de las elecciones y se han comprometido a permitir gobernar al representante de la familia que obtenga mayor número de votos, evitando así las sorpresas que podrían producir pactos distintos en un parlamento en el que tienen asiento al menos ocho «familias» políticas.
Este punto en España ha tenido una repercusión nula con un seguimiento escaso de los distintos debates entre los candidatos europeos y la sorprendente decisión de establecer el debate entre candidatos nacionales que puede generar más expectación el mismo día que se celebra el último debate, y el más importante, entre los candidatos europeas. Esto no es más que una muestra más del carácter netamente nacional que las elecciones europeas tienen en España pero quizás nos puede venir bien, ya que nos aleja de unas expectativas que corren el riesgo de resultar decepcionadas. Las diferentes encuestas realizadas hasta la fecha hacen vislumbrar un resultado en el que lejos de asistir a un resultado claro para alguno de los candidatos, será necesario un pacto que, si no cambian mucho las cosas, se terminará cerrando entre el Partido Popular Europeo y el Partido Socialista Europeo (la otra opción sería un pacto a cuatro bandas de difícil engarce). Ver como una vez más los dos grupos mayoritarios alcanzan un pacto para repartirse el poder en la Comisión, con una previsible participación activa del Consejo en la conformación del Colegio de Comisarios puede dar al traste con las expectativas generadas, diluyendo la influencia ciudadana.
Esta decepción puede ser aún mayor si los ciudadanos se dan cuenta que los únicos candidatos con posibilidades servirán para reforzar aún más el poder de Alemania. Dónde el partido del candidato socialista es socio de gobierno del partido de Angela Merkel y el candidato popular ha sido propuesto y firmemente por la canciller dentro de su grupo, el Popular Europeo.
El segundo punto interesante desde la perspectiva europea tiene que ver con el cambio en el equilibrio de fuerzas. La previsible perdida de 60 escaños por parte del PPE no se corresponde con la subida de los socialistas sino con el subidón de grupos euroescepticos cuya representación se situaría en torno a los 80 escaños, destacando las subidas de la AFD, Frente Nacional, UKIP, Syriza, Amanecer Dorado, Movimiento 5 Estrellas y, en España, Podemos. A pesar de superar entre todos el 10% de los escaños quizás esto no se note tanto en el día a día del Parlamento y su impacto sea sobre todo en clave nacional, ante las dificultades de que partidos tan diversos, y en ocasiones opuestos, puedan actuar de manera coordinada en Europa.
Un tercer punto tendría que ver con el peso específico de los partidos españoles en sus respectivos grupos que en el caso socialista disminuiría, como consecuencia de la subida de sus partidos «hermanos» en Reino Unido, Italia, Portugal y Rumania, mientras que, paradójicamente, subirá el peso específico del Partido Popular en su grupo Europeo.
Pero no nos engañemos, 4 de cada 5 votantes acude a las urnas en clave nacional, y a 9 de cada 10 votantes le es indiferente el candidato, por lo que estas elecciones se vuelven a plantear, tanto por los candidatos como los medios de comunicación, como un termómetro de la situación nacional. Desde este punto de vista lo primero que llama la atención en las encuestas es la escasa participación. Esto no llama la atención sólo porque probablemente estemos ante las elecciones con una participación más baja de la historia de la democracia española (los más optimistas hablan de un 43%), sino porque la lectura de las encuestas ponen de manifiesto una forma nueva de hablar de la abstención. Podemos decir que la abstención ha dejado de ser una muestra de desinterés para convertirse en una muestra de protesta.
No podemos dejar de señalar como en esta participación escasa también influirá la elección tardía del candidato popular y el tono plano de la campaña. A la luz de las encuestas parece que esta estrategia dará resultados electorales a sus principales promotores, aunque al bajar el umbral de entrada (que puede rondar los 230.000 votos) pueden producirse todavía algunas sorpresas. Aunque no fuera así pienso que el precio de este «éxito» electoral será un cuestionamiento aún mayor de un proyecto europeo que, a la luz de la participación, no contaría con el respaldo ni de la mitad de la población, y promover una estrategia que facilite ese cuestionamiento en la situación actual me parece frívolo o incluso irresponsable. En este punto cabe realizar una reflexión sobre hasta que punto el PSOE ha esperado demasiado a saber el candidato popular (equivocando de manera clara su «enemigo») y hasta que punto los medios, haciendo bueno el principio según el cual sin conflicto no hay noticia, han hecho depender su cobertura preelectoral de la existencia de una lucha entre los partidos mayoritarios, evitando que comenzar antes la campaña sea una ventaja.
Otro de los puntos en los que algunos han puesto su atención en estas elecciones es el fin del bipartidismo en nuestro país. Sobre este punto me gustaría señalar un par de cosas. En primer lugar señalar como la que se preveía como una subida espectacular, especialmente de IU e UPyd, parece haberse desinflado en las últimas encuestas, y se corre el peligro que la expectativa generada provoque que un resultado que multiplica por tres la representación de cada uno de ellos, acabe convertido en decepción. En el último trimestre hemos visto como tanto PP como PSOE han recuperado casi 10 puntos de su votante tradicional y reducido su fuga de votos que en el caso del PP se iría a Upyd (5,1%) y en el caso del PSOE se repartiría entre IU (7,1%) y Upyd (4,7%). De esta forma vemos que según la tendencia de las últimas encuestas el bipartidismo no sufriría un desgaste tan grande como el anunciado y rondaría los 40, (con una pérdida de 8 o 9) y un 60% en porcentaje de votos. En este punto sería bueno ir más allá de los resultados de las últimas elecciones (en torno al 80% en 2004 y 2009), y tener una perspectiva más amplia, donde el bipartidismo, en elecciones europeas, se movía en torno al 60% (1987 y 1989) o en torno al 70% (1994 y 1999). Aunque no descarto la entrada de una o dos nuevas fuerzas políticas que no aparecen en la encuesta preelectoral del CIS, nos encontraríamos un escenario en el que la fragmentación seguiría siendo inferior a la Europea, y no muy distinta a la de 2009 en España con la entrada de tres fuerzas nuevas (una de ellas fruto de la ruptura de una opción electoral conjunta hace cinco años).
Aunque parece claro que el Partido Popular ganará estas elecciones, todavía quedan cosas en el aire: – – Puede haber sorpresas, incluso dos o tres. El porcentaje mínimo necesario para lograr un escaño en estas elecciones rondará el 1,5% (puede ser incluso más bajo) y en esos porcentajes, inferiores al margen de error, es muy difícil para el CIS estimar la entrada o no de partidos minoritarios (especialmente con aquellos en los que no existe un recuerdo de voto). En ese sentido Ciudadanos, Podemos, Compromis/Equo y Vox (en este orden) todavía conservan posibilidades de lograr su billete a Bruselas.
– En el escenario catalán, donde la participación en las europeas es siempre 5 o 6 puntos inferior a la media del resto de España, el éxito o no de la campaña dependerá de la movilización lograda. Si el histórico se mantiene, CiU puede ganar las elecciones, si ERC consigue movilizar y la participación se acerca más a la media nacional, puede llegar a ser la fuerza más votada, con un aumento que podría multiplicar por tres, y esta vez en solitario, lo conseguido en 2009 (cuando además acudían a las urnas como socios de Bildu)
Por último someto a vuestro juicio algunas sensaciones sobre la campaña que no he visto reflejado en las estrategias de campaña, probablemente no sean tan obvias y puede que incluso estén equivocadas:
En lo territorial, es cierto que como decía hace unos días Enrique Cocero en su excelente blog «intención de voto», Madrid es territorio infiel, lo que justifica los esfuerzos de unos y otros por «trabajarse» la capital, pero en estas elecciones todos los votos cuentan lo mismo y hay otros sitios dónde, en mi opinión, se podría lograr una mayor rentabilidad del esfuerzo electoral.
Por un lado no he visto un esfuerzo especial de campaña en Navarra, donde los votantes de UPN se encuentran huérfanos, y donde tanto Vox como Ciudadanos podían presentarse como representantes naturales de esta fuerza en Europa, con altas posibilidades de conectar con este electorado.
Algo similar ocurre en Asturias donde, aunque el Foro sí presenta candidatura, la ruptura de sus votantes con el PP es un hecho y partidos nacionales con ideología parecida (una vez más Ciudadanos y Vox) podrían aprovechar la situación.
En la misma línea me sorprende que UpyD ha concentrado sus esfuerzos en Madrid, casi en exclusiva, dejando a un lado la Comunidad Valenciana, donde creo que también hay un buen grupo de votantes del PP buscando alternativa.
Por último me sorprende la imagen de la campaña del PP, muy urbana, casi sofisticada, que no responde a una de las mayores bolsas de voto indeciso proclive al PP, casi 3 millones de jubilados y pensionistas, especialmente aquellos residentes en municipios de menos de 50 mil habitantes, que ven con agrado a Arias Cañete, pero a los que el estilo de la campaña electoral (spots, mítines y carteles) parece ignorar.
¿Cómo lo veis? ¿Algún otro detalle que os haya llamado la atención?
La Diputación de Alicante ha organizado, junto a Acop, un Seminario sobre la Modernización de la Comunicación Política. Gracias a la invitación de Adrián Ballester he podido preparar una presentación sobre las redes sociales en la administración.
Esta vez la presentación no es muy explicita, por lo que os comparto mis notas por si queréis profundizar un poco más en el tema (el número de la diapositiva sirve para separar las notas).
1. Un repaso a la literatura sobre el tema, facilitado enormemente por Novagob, ofrece una colección de artículos 10 razones, 10 cosas, 10 motivos, 10 errores, 10 amenazas, algunos disparadores, otras 10 razones… muy en la línea de esos textos tan habituales en internet, que son tremendamente útiles para despertar el interés pero que al terminar vuelven a dejar al usuario «sólo ante el peligro».
2. Se trata de textos, excelentes en su mayoría, pero que se parecen más a uno de esos médicos que te dice qué tienes que comer para adelgazar, habitualmente a través de recetas imposibles, en lugar de enseñarte a comer. Recomendaciones más centradas en el cómo que en el por qué.
También existen análisis de la situación de las distintas administraciones en las redes sociales, tanto desde la perspectiva de su presencia y su gestión, esenciales los de Criado y Rojas, como desde la perspectiva de su regulación, dónde destaca un estudio de Ana Collado en vías de publicación.
Como conclusión podríamos decir que, tal y como muestran Criado y Rojas, no sólo todas las CA tienen hoy tiene su perfil social sino que incluso tienen una unidad responsable de su gestión y, al menos 4 de ellas, tienen incluso sus guías de uso (Valencia, PV, Cataluña y Castilla y León).
Además cuentan con un departamento responsable de su gestión, 12 desde comunicación, dos desde «atención al ciudadano», y una desde «administración pública». Esto se refleja también en el caso de la AGE, dónde según el estudio de Collado, todos los ministerios en esta legislatura tienen incorporada la cuestión en sus RD de estructura atribuyendo las competencias entre los departamentos de tecnología, comunicación y servicio al ciudadano (algunos en los tres, otros en dos o en uno).
En un foro sobre la modernización de la comunicación política podemos decir que la gestión de las redes sociales se encuentran en su juventud, superada ya la adolescencia (con brillante aportación de Jordi Rodríguez-Virgili). Así nos lo muestra un estudio de Kreab Gavin Anderson, realizado en la Administración General del Estado.
3. Si avanzamos en el por qué, quizás el primer punto es entender las redes sociales. Saber si se parecen más a un teléfono a un televisor.
4. La respuesta sería «a un teléfono con manos libres» en el que todo el mundo puede escuchar lo que dices y lo que te dicen. Las redes no son un medio de comunicación, ni siquiera una forma de información, son, nada más y nada menos, que un canal de comunicación. Como advertían Boyd&Ellison “lo que hace que las redes sociales sean únicas, no es que permitan conectar con extraños, sino más bien que habilitan a los usuarios a articular y hacer visible sus redes sociales” (2007:211).
5. De ahí que, en mi opinión, tenga poco sentido hablar de las redes sociales como altavoz (con el que llegar a población joven que «sólo» está en las redes sociales, como máquina expendedora de servicios, o como termómetro (reflejo de la opinión pública).
6. Las funciones de las redes sociales van mucho más allá, hasta configurarse como el frontdesk del gobierno abierto, la columna vertebral de la modernización de la administración.
Entre las funciones tendríamos la comunicación, entendida más bien como influencia, como poner información en el terreno de juego de la opinión pública para que los particulares puedan distribuirla en sus círculos de confianza.
Tendríamos también la escucha a través de la que detectar alertas, tendencias…
Los servicios no como una máquina de café para todos a la que pedir y agitar protestando cuando no nos da lo que necesitamos sino como mucho más, como una forma de personalizar esos servicios, ayudándonos a prioritarlos y ajustarlos a las necesidades de la población.
Pero dónde más posibilidades existe es, probablemente, en el campo de la colaboración, donde las redes sociales nos ofrecen la oportunidad de «permitir la colaboración distribuida, el intercambio de información y la creación de inteligencia colectiva a gran escala, a todos los niveles, desde el local al federal” (Chun et al., 2010:5). En España tenemos buenos ejemplos de esta función en el trabajo del Ministerio del Interior que junto a algunos de sus organismos está presents en distintas redes sociales. Estas redes además de proporcionar información de interés relacionadas con el tráfico (estado del tráfico, consejos para realizar viajes, cambios normativos, educación vial, seguridad vial, información de interés y trámites) o la polícia (con campañas como #micasaasalvo que ofrecía consejos y recomendaciones para mantener el domicilio habitual a salvo durante las ausencias provocadas por las vacaciones), recibe, gestiona y canaliza (…) alertas e información de utilidad policial que los ciudadanos envían al Cuerpo Nacional de Policía a través de mensajes o tweets y que, después de estudiarlos individualmente, se canalizan hacia la unidad operativa correspondiente. Este tipo de colaboración se ha reforzado con acciones específicas como la tweetredadas, en la que “se solicitaba la colaboración ciudadana para que de forma anónima aportasen cualquier dato o información que considerasen de interés sobre narcotráfico”. Según el informe del gobierno español para el OGP, «hasta la fecha se han recibido más de 13.000 denuncias, que han llevado a más de 350 detenciones y a la incautación de cientos de kilos de diferentes sustancias estupefacientes».
Aquí es dónde está la clave, en la coproducción de servicios públicos, en la revisión del papel del Estado, entendido como plataforma o facilitador, o al menos que deja de ser un obstáculo para que los ciudadanos traten de resolver los problemas de la sociedad. No se trata sólo de opiniones y sugerencias, que suelen adoptar la forma de muro de las lamentaciones virtual, sino de la cocreación de contenidos y servicios en la que los ciudadanos desempeñan el papel de protagonistas. Eso obliga a la administración a salir a la calle, a dejar de esperar a que vengan los ciudadanos, y acudir dónde está el interés y el talento, a aprender, a ofrecerse y a tratar de involucrar a los ciudadanos en la búsqueda de soluciones.
El quinto elemento es la participación, algo que no se puede plantear sólo desde una perspectiva técnica, desde la mera posibilidad, sino dentro del esquema del sistema democrático, dónde las mayorías no son el único elemento a tener en cuenta, evitando la dictadura de una población políticamente movilizada o el debate político sin la existencia de un espacio público, de una comunidad…
7. Para cumplir estas funciones el contenido y la gestión de la comunidad, son las herramientas imprescindibles.
Un contenido divertido, social y habitual, interesante, que aporte valor y entienda que los ciudadanos no consumen datos, consumen historias.
Que trate de lograr que la política se parezca más a un ejercicio fascinante, relevante, que cambia vidas más que a una obligación más, asimilable a las que se desempeñan durante la jornada laboral. Como dice el que fuera alcalde de San Francisco, Gavin Newsom, en Citinville «alimentar a la gente con vegetales con forma de galletas».
En lo que se refiere a la comunidad, viene bien recordar las palabras de Elliot Schrage cuando hablaba de la necesidad “de comunicar el mensaje, localizar a la comunidad y construirla con la ayuda de sus miembros”. Ofrecer contenido y servicios es condición indispensable para cumplir las funciones de la administración en las redes, pero no es suficiente, no es más que una proporción mínima del esfuerzo necesario que hay que complementare con el esfuerzo de dar a conocer estos trabajos, llevárselos a la gente dónde esta se encuentre.
8. Es necesario tirar el muro que separa la administración de los ciudadanos, y las redes sociales pueden ser un contundente martillo. Hoy el uso de las redes en la administración ofrece la sensación de unas ventanas cerradas que dejan ver lo que se quiere pero no dejan entrar y formar parte pero es una auténtica necesidad de la democracia. Los que llevamos tiempo hablando de gobierno abierto tenemos la obligación de empezar a hablar del Gobierno abierto para todos. Es duro para los que llevamos un tiempo en esto pero el gobierno abierto tiene que dejar de ser algo sofisticado, cool, y convertirse en algo al alcance de cualquiera, los famosos dummies.
Otro principio básico para tirar el muro es dejar de pensar en el gobierno abierto, o en alguno de sus elementos como la participación, como algo de perroflautas. Estoy convencido que la movilización social para las políticas públicas cada día es más importante para la reputación, la autoridad y el impacto de la administración (Heidinger et al., 2010), no se trata sólo de una herramienta de venta o de un servicio de reparaciones sino del campo de batalla fundamental de la democracia hoy en día. Una batalla que, como recuerda con frecuencia Alecc Ross, no se disputa entre la derecha y la izquierda sino entre los sistemas abiertos y los sistemas cerrados.
9. No voy a dar recetas pero si me gustaría apuntar algunos retos, inspirados en los que señalan Criado y Rojas, como fruto de la consulta a los responsables de las redes de las administraciones autonómicas:
– La integración de las redes en la administración, en todos sus departamentos, no sólo en los de comunicación o atención al ciudadano.
– La de ir acumulando y compartiendo experiencia dentro y entre las administraciones.
– El no olvidar que las redes no son más que el front desk de la administración, que tiene en la web su archivo y su agregador, lo «permanente».
Se por experiencia que la oferta sobre el uso de internet en política es inagotable (y un poco agotadora). No hay Master o jornada que no incluya una o varias sesiones sobre el uso de internet en campaña, y es difícil encontrar cosas nuevas en el mercado.
Hace unos meses encontré una el Hacklab del PSOE, que organizaba Cesar Calderón, y estaba reservado a militantes y activistas socialistas…. no pude asistir;)) De ahí que desde entonces insistiera a Cesar en lo bueno que sería montar algo similar abierto al público y, con la colaboración de Goberna (Fundación Ortega y Gasset) y después de algunas vueltas lo hemos conseguido.
El próximo viernes 4 DE ABRIL empieza en Madrid el Gobernalab, un «laboratorio» sobre el uso de internet y redes sociales en la comunicación política.
Al diseñarlo hemos intentado primar la experiencia, no queremos oír sólo cómo se hacen estas cosas, queremos oír cómo se han hecho hasta ahora y por qué por lo general muchas iniciativas no han terminado de funcionar. Hemos cuidado también la pluralidad, porque nos interesa la experiencia de cualquiera que, a pequeña o gran escala, haya intentado cosas nuevas en el uso de las Tic en política, y tenga suficiente capacidad crítica para contarlo.
Si algo puedo decir es que hemos conseguido un programa diferente. Un programa de tres días, en el que los participantes realmente van a tener un papel protagonista, elaborando un caso durante todo el fin de semana.
Empezaremos con la inauguración en la que Pablo Casado, Diputado y responsable de redes del Partido Popular y Ander Gil, Senador y coordinador de la OSSI del PSOE, nos contarán los últimos avances de los partidos.
Seguirá una conferencia de César Calderón, «Tecnopolítica, cartografía de un nuevo territorio» y un Beers & Campaigns, con el que acabará la primera jornada.
El sábado 5 DE ABRIL, el programa está repleto. Empezamos con la disección de dos campañas políticas en Internet. Una me toca a mi y la otra a Pablo Pombo.
Después Icaro Moyano, nos hablará de estrategia y Esteban Mucientes, Ana Aldea y David Alvarez se atreverán a enseñarnos la caja de herramientas de una campaña política o institucional en internet: Métricas, Redes sociales y Grassroots
Seguiremos con dos casos prácticos sobre la Gestión de crisis políticas en internet, uno de Isabel Díaz Ayuso, responsable online del PP Madrid, que de crisis online sabe un rato y otro de Ana Salazar, consultora política especializada en gestión de crisis en internet
El domingo 6 de ABRIL toca un taller sobre Blogs políticos e institucionales, impartido por Fernando Tellado y otro sobre Monitorización y gestión de perfiles sociales con Carlos Gutiérrez.
Para acabar con la presentación de los casos elaborados por los participantes.
No ha sido fácil pero ya está aquí. El próximo 17 de marzo a las 19.00 en el Centro de Estudios Políticos y Constitucionales un diálogo sobre gobierno abierto y tecnología entre los Diputados Eduardo Madina y Pablo Casado, presentado por Imma Aguilar y moderado por Antoni Gutiérrez-Rubi, servirá para presentar “Parlamentos abiertos: Tecnología y redes para la democracia” (Congreso de los Diputados, 2014).
El libro es fruto del trabajo de un grupo de investigación multidisciplinar que está formado por Imma Aguilar, José Angel Alonso, David Alvarez , Eva Campos, José María Coello de Portugal, Miguel Angel Gonzalo, Antoni Gutiérrez-Rubi, Andrés Medina, Patricia Polo, Irene Ramos, Roberto Rodríguez, Rafa Rubio y Aitor Silván y Mihaela Loredana Stan. Nació como una mesa de trabajo para el I Congreso Internacional de ALICE y desde entonces ha ido evolucionando hasta convertirse en el libro que ha llegado a las librerías.
Para hacerse una idea del contenido puede servir el índice:
1.- Historia, concepto y evolución del Parlamento 2.0 (Eva Campos Domínguez)
2.- Parlamento, derecho parlamentario y nuevas tecnologías: ¿una discusión nueva? (José María Coello de Portugal )
3. La evolución de los e-parlamentos en el mundo. Análisis de los standards de la UIP y del Wold E-Parliament Report.(Andrés Medina)
4. La página web del Congreso de los Diputados: democracia y comunicación. (Miguel Ángel Gonzalo)
5. La nueva página Web del Senado. (José Angel Alonso)
6. Parlamentarios 2.0: presencia y actividad de diputados y senadores españoles en las redes sociales. (David Álvarez Sabalegui y Roberto Rodríguez Andrés) 195
7. ¿Hacia parlamentos autonómicos 2.0? Un balance comparado. (Irene Ramos Vielba. Aitor Silván. Loredana Stan. Patricia Polo
8. Ciberactivismo y Parlamento: Movimientos sociales e iniciativas ciudadanas por la transparencia y la participación. (Imma Aguilar Nàcher)
9. Parlamento Abierto y política de proximidad. (Antoni Gutiérrez-Rubí)
10. Knocking on the Parliaments door (Parlamentos digitales en la era de la participación). (Rafa Rubio Núñez)
Además el libro incluye un prólogo del hasta ahora Secretario General del Congreso, Manuel Alba, que no dejará a nadie indiferente y una bibliografía básica con las obras imprescindibles para entender los Parlamentos Abiertos.
Para los interesados el libro se puede adquirir en la tienda del propio Congreso de los Diputados (San Jerónimo 36) o bien por correo enviando este formulario impreso http://www.congreso.es/portal/page/portal/Congreso/Congreso/CatPubli/formulario_pedido_publicaciones.pdf (sí, muy tecnológicamente avanzado… pero intentaremos poder poner a disposición de los interesados una versión digital)
Es normal en conferencias, entrevistas, post y tweets varios invocar la importancia de la colaboración en un mundo conectado. A pesar lo habitual de esta retórica la realidad, al menos en mi experiencia, es bastante distinta, y podríamos decir que, cuando abandona internet, la colaboración es uno de los valores más mentados y menos ejercitados de esto que llamamos la «sociedad red». No dudo que el mundo «real» (si todavía existe) cada vez está más influido por las reglas de la red pero en este campo todavía queda un largo trecho, especialmente cultural, por recorrer.
Su falta de «uso» no es sólo habitual en el mundo político (a pesar de ser considerada como uno de los tres pilares del gobierno abierto), también es muy habitual en el mundo empresarial e incluso en el mundo académico, donde las colaboraciones suelen ser una contada excepción y la combinación del yo me lo guiso yo me lo como y el do ut des siguen siendo las normas habituales de comportamiento. Hoy en día la colaboración parece aplicarse sólo cuando no hay dinero o notoriedad por medio. Todavía es poco habitual colaborar sin pedir nada a cambio, compartir contactos, involucrar a otros más especializados en un proyecto profesional, e incluso retuitear algún éxito de la «competencia». Al final casi siempre intentamos hacer nosotros todo, vender nosotros todo, y conservar nuestros contactos e información en exclusiva… Así las cosas es difícil creer que caminamos irremisiblemente a una sociedad donde la colaboración sustituiría a la competencia.
La colaboración se materializa, entre otras cosas, en el gesto de pedir y que te pidan favores. La manera de hacerlo es, en mi opinión, bastante reveladora en la que se entiende la colaboración. Por eso, en base a experiencias muy recientes, he decidido reunir algunos pequeños «consejos» para pedir un favor:
1. Aunque pueda resultar evidente usa el «por favor». Hay personas que parece que te hacen el favor de pedirte un favor, piden favores como si repartieran condecoraciones, como haciendo «que parezca un accidente».
2. Ahórrale a la secretaria. El favor se justifica en cierta relación de confianza, no crees innecesariamente intermediarios.
3. Intenta no jugar en casa. Desplázate a su oficina o queda en un sitio que venga bien a la otra persona.
4. Intentar llegar puntual, no hagas esperar… cualquier cosa que no añada un esfuerzo adicional al favor que pretendes.
5. Piensa qué le puede aportar al otro lo que le estas pidiendo, trata de plantear tu proyecto de manera que pueda sacar algún tipo de beneficio real.
6. Mide el grado de confianza y la capacidad de interlocutor. Ni abuses, ni obligues a decir que no, y por si acaso deja siempre la puerta del no muy abierta.
7. Pide cosas «serias», y que no puedas conseguir de otra manera. Que el favor no sea una vía para ahorrarte esfuerzo.
8. Deja claro la importancia de la ayuda que solicitas y la idoneidad de la persona a la que estás pidiendo el favor.
9. Ofrece toda la información, incluyendo efectos secundarios y posibles daños colaterales.
10. No plantees nunca tu propuesta en términos de reciprocidad: «como yo te he…» pero no dejes de pensar nunca en otras formas de ayudar al otro, aunque no tengan una relación directa con tu proyecto.
11. Da las gracias… (e intenta pagar la cuenta)
12. No seas pesado en el seguimiento de si ha podido hacer aquello a lo que se comprometió pero…no dejes de mantenerle informado de los avances relacionados con tu propuesta (aunque no estén directamente relacionados).
¿Se te ocurren otros consejos?
PS. A pesar del tono un poco negativo del post, sigo pensando que, como decía Carmen Díez de Rivera, “La generosidad es la forma suprema de la inteligencia”, y que invertir en los demás sigue siendo la mejor inversión, aunque a veces parezca que «toda buena obra tiene su justo castigo». Los que me conocen tendrán que decir si consigo ponerlo en práctica.
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