Hace unos días pude leer, como entradilla de un estudendo post en digitagora, sobre escritura corporativa, la siguiente aclaración:

«Como ustedes saben este blog es sobre e-política, por eso evito hablar de e-government, sin embargo esta vez acudiré al nuevo paso del gobierno estadounidense para aprovechar la web 2.0». He de reconocer que la frase me «tocó». Hace tiempo yo pensé algo parecido, pero no me atreví a ponerlo en el blog, consideraba el e-government como algo principalmente administrativo, destinado a prestar servicios a los ciudadanos, un tema de corto recorrido doctrinal, dónde los criterios políticos y democráticos tenían poco que añadir al para todos más y mejor. Pero la cosa fue cambiando, al menos en mi magín…


Después de casi 11 años, (¡¡¡que fuerte!!!), pegándome con la participación política en los libros y en la práctica, he ido moderando mi entusiasmo respecto a las posibilidades, o las responsabilidades de la sociedad civil. Sigo convencido de que la solución a los problemas de la democracia pasa por la sociedad civil. No sé si esta sera estable o inestable, institucionalizada o no, individual o colectiva… pero la ensalada de lecturas hechas en los últimos años me dicen que la sociedad civil necesita materia prima y ver resultados. En ambos el Estado juega un papel fundamental, la materia prima será una información transparente, desde el inicio al final de un proyecto, los resultados, la apertura de canales que permitan la participación, una participación realmente interactiva, no el paripe habitual al que nos estamos aconstumbrando. Eso, entiendo, puede ser el open government si lo diseñamos, lo cuidamos y lo cuidan, si unos y otros nos lo tomamos en serio. ¿te apuntas?