El confidencial digital informa que CiU y PSC ofrecen un programa electoral “a la carta” y animan a que los ciudadanos intervengan en él con correos y SMS. Se trata de una práctica que se pusó en práctica por primera vez en las últimas elecciones catalanas en las que participó Jordi Pujol en el año 1999, en las que se produjo el primer enfrentamiento cibernético de nuestra vida electoral, y que desde entonces han repetido los partidos políticos en todas las elecciones. El problema es que tras un proceso de apertura a los ciudadanos sus propuestas no se reflejan en el programa final y los programas se siguen elaborando en los despachos tras infinitas reuniones entre políticos y representantes de organizaciones sociales de peso.
Quizás una solución que ayudaría en todos los sentidos sería apuntar en el programa qué propuestas tienen su origen en los ciudadanos o los grupos sociales, identificando incluso al padre de la idea. Sería una buena forma de mejorar la transparencia en la vida política y avanzar de verdad en la participación ciudadana.
Esto es muy buena idea si señor voy a tratar de que la pongamos en practica en mi localidad