Nov 18, 2008 | Entradas
Obama sale con ventaja
Unas semanas antes de las elecciones Moveon.org lanzó un anuncio viral, en el que imaginaba el día después de una victoria de John McCain, el anuncio trataba de promover la participación de todos para no quedarse a las puertas de la victoria, ahora toca imaginar el día después a la victoria de Obama, algo que hasta el momento nadie ha querido imaginar, por miedo a generar incertidumbre en el electorado.
Obama llega al poder en una posición envidiable, con el apoyo del 52% de los norteamericanos, el nuevo Presidente norteamericano es el demócrata que logra mayor apoyo popular desde Lindon Johnson, lo que dadas las circunstancias especiales que rodearon las elecciones de 1964, influidas por el asesinato de JFK, nos obligaría a remontarnos, hasta F.D. Roosvelt para encontrar un Presidente demócrata que contará con tanto apoyo popular.
Cuenta además con una mayoría demócrata suficiente en el Congreso y el Senado, que pueden impulsar la agenda del Presidente, sin que los líderes de ambas Cámaras parezcan proclives a plantear, al menos en el corto plazo, dudas sobre el rumbo a seguir. Además durante los primeros años contará con una oposición más preocupada por sus problemas internos, en busca de sentido, sumergida en una crisis que muchos señalan como el colapso de la maquinaría sociopolítica más poderosa de la segunda mitad del siglo XX.
Pero además, y esto es lo que puede hacer su Presidencia diferente, cuenta con el respaldo de millones de ciudadanos movilizados políticamente, y articulados en torno a su plataforma electoral. No hay duda que la recaudación y la impresionante operación de “Get Out the Vote”, demuestra el alcance de la red organizada por el nuevo Presidente de los Estados Unidos. La pregunta es qué pasará al día siguiente con todo esté movimiento social. La importancia que el equipo del Presidente le da a este grupo indica que una de sus primeras misiones será la de convertir a todos estos ciudadanos en aliados de su aventura presidencial, se imaginan mywhitehouse.gov. De momento por sms y email Obama ya ha agradecido su esfuerzo a millones de voluntarios recordándoles su protagonismo en el proceso. La falta de la tensión electoral hará necesario encontrar nuevas motivaciones, repensar las redes electorales, transformarlas en redes de gobierno, pero la campaña ha demostrado que si algo sobra es creatividad. Obama tiene una oportunidad única para gobernar conectado con la ciudadanía, si lo comparamos con F.D. Roosvelt, que lo logró gracias a la radio y JFK que lo hizo con la televisión, ahora Obama es aún más poderoso, y si la ciudadanía es poder el nuevo Presidente de los EEUU puede ser el Presidente más poderoso de la historia. Este nuevo poder, el nuevo cuarto poder dicen algunos, relegando a la prensa, puede ser clave para empujar las medidas que encuentren más reticencias en la Cámara, a ningún Congresista le será fácil, presionado por los millones de ciudadanos que forman esta red social, oponerse a la agenda del Presidente.
La agenda del siglo XXI
Esta agenda estará protagonizada por la necesidad de una recuperación económica, tratando de paliar los efectos de la crisis en la población pero deberá responder además a una serie de necesidades que durante la campaña se han planteado como imprescindibles para que Estados Unidos mantenga su liderazgo mundial. Infraestructuras, especialmente tecnológicas y energéticas, seguro médico, educación, inmigración, nuevos modelos de comercio exterior (con una revisión proteccionista de los tratados de libre comercio en vigor), la relación con nuevas potencias como India y China, las amenazas de Iran, el fin de la guerra en Irak y Afganistán… Aquí es dónde pueden surgir la mayoría de los problemas. La campaña de Obama ha conseguido traer la esperanza a millones de norteamericanos que se han volcado mayoritariamente en las urnas, esperando encontrar en el candidato demócrata la respuesta a todos sus problemas. El peligro de decepción es muy fuerte y quizás por eso en los últimos días Obama ha estado advirtiendo que la tarea no será fácil (Mr. But), las expectativas generadas son altísimas, tantas que no será fácil estar a la altura.
Quizás por eso, el que fuera asesor de Howard Dean, Joe Trippi, señala recientemente que “en la próxima presidencia lo más importante será el liderazgo”, un liderazgo hecho de credibilidad y confianza. Obama ha logrado mantener su posición a salvo, con la ayuda de los medios y un estricto control del mensaje, parece que el sabe quién es y tiene claro lo que quiere hacer, pero la Casa Blanca es un mamotreto muy difícil de gobernar, y de una forma u otra su falta total de experiencia ejecutiva puede generarle problemas de adaptación. Además la tentación de aprovechar la mayoría demócrata en el Congreso para acelerar su agenda será muy grande, en este plan la crisis económica y la situación de división del país, no le ayudará. Muchos serán los que le presionen desde el 5 de noviembre, pero la Casa Blanca de Obama no debería tener prisa.
Un nuevo ciclo
Quizás más importante que los próximos cuatro años sea conocer el alcance del cambio que ha experimentado Washington desde 2006. Si hacemos caso a algunos expertos el resultado de esta elección marca el cambio de ciclo, un nuevo ciclo destinado a durar entre 30 y 40 años, que protagonizará una gran coalición, formada especialmente por hispanos y jóvenes de la la “Generación del Milenio” (1982-2003), una generación cívica, más preocupada de lo económico/social que de lo moral, involucrada políticamente, confiada en sus instituciones, partidista, tendente a la participación electoral, inclusiva en términos de raza y género…. Un nuevo ciclo, que supone el fin de una época en la que los Republicanos han ocupado la presidencia del país 7 de los últimos 10 términos.
Según Winograd y Hais (Millennial Makeover) como otros ciclos anteriores, en éste se observaría:
a) un movimiento electoral previo: similar al de Al Smith, el primer candidato católico en el 28 que preparó el camino de F.D. Roosvelt, o el de Goldwater en el 64, que cimentó el triunfo de Nixon. Esta vez el antecedente sería Howard Dean arquitecto del reposicionamiento demócrata, aunque ni siquiera logró la nominación de su partido de las elecciones de 2004.
b) Un acontecimiento histórico: el crack del 29, Vietnam y el movimiento anticultural en el 68, y la crisis económica de 2008.
c) Un cambio demográfico: la inmigración de los años treinta, la inclusión de la población negra a través del reconocimiento del derecho pleno al voto en 1965 y el crecimiento de la población hispana en la última década.
d) Una nueva forma de comunicación: La radio en el 32, la televisión en el 68 e internet en 2008.
Si aceptamos la premisa, que “si non e vera e ben trovatta”, nos esperan unos años de predominio demócrata en Washington, y el resultado final de esta elección habrá marcado la tendencia política norteamericana de los próximos años.
Nov 11, 2008 | Entradas
No hay nada mejor que aprender de la derrota, es verdad que lo ópitmo sería aprender de la victoria pero no suele ser fácil. El Partido Republicano ha empezado a preguntarse por las causas de la derrota y ha plantear soluciones.
Antes de que se cumpla la primera semana, el Partido Republicano lanza una red social ad hoc, una nueva web que tiene como objetivo construir un movimiento social, grassroot, similar al de Barack Obama, convencidos que es allí y ahora, dónde se ganarán las próximas elecciones.
Nov 11, 2008 | Entradas
Enterradas las elecciones toca preguntarse por el día después, un día después que no se reduce a la próxima legislatura, sobre la que no tengo más opinión que el liderazgo de Obama, demostrado en esta largísima campaña y su capacidad de rodearse de gente inteligente, al menos desde que empezó la campaña.
La pregunta, como digo, va más allá, supone esta derrota el entierro del Partido Republicano, el fin del renacer conservador, o no es más que un paréntesis coyuntural. Alberto Acereda y José María Marco, que de esto saben mucho, se inclinan por esta segunda opción y pronostican un retorno en las middterms de 2010.
Yo he de reconocer que hasta ahora me había creido la versión oficial: cambio de generación, nueva alianza, record histórico de participación… pero reposando la idea los datos no terminan de cuadrar.
Un análisis de los mensajes de campaña de Obama tampoco ayudan del todo: menos impuestos, mejor gestión, y rechazo a Bush, nada que se identifique especialmente con el ideario demócrata.
La participación histórica no fue tal, sólo en un punto superior a 2004, no hay duda que fueron millones los que votaron a Bush en 2004 y esta vez decidieron quedarse en casa.
El voto hispano subió 8 puntos, en una situación de rechazo al Partido Republicano sin precedentes, lejos de los 20 puntos que pronosticaban TODAS las encuestas, el afroamericano no subió más que un punto y el voto joven no cambió mucho respecto a anteriores elecciones…
Una vez más los demócratas prometían una nueva alianza que no es tal, es como si lo máximo que pudieran conseguir es dejar a los cabreados en casa… Por eso cada vez me inclino más a creer que un Partido Republicano que vuelva a sus orígenes puede dar la sorpresa en 2010, nuevos líderes, y viejas ideas? Quizás el principal problema lo veo en la necesidad de afrontar los nuevos temas, sin complejos, con ideas propias… ya se verá
Nov 10, 2008 | Entradas
Mi experiencia americana llega a su fin. Desde hace días algunos de vosotros pedís con razón una valoración final de las elecciones pero la mudanza y los últimos flejos de mi estancia en Washington no me han dejado tiempo para lo que debería ser un post con “chicha”.
He tenido la oportunidad de vivir en primera persona estas elecciones, unas elecciones que pasarán a la historia por haber elegido a Barack Obama y por haber consagrado el papel de las nuevas tecnologías en la campaña electoral, creando nuevas vías de relación candidato-votante que pueden dar mucho de sí, en los próximos años.
He trabajado en las oficinas centrales de campaña de John McCain en la planta M, entre la 12 y la 14 (el afán de la gente de la campaña por evitar el número 13, en ascensores y direcciones no consiguió burlar al destino). He formado parte del equipo de campaña encargado de movilizar el voto hispano, un equipo que “centralizaba” los servicios a los distintos grupos estatales que, especialmente en Colorado, Nevada, New México, y Florida, han trabajado por acercar a ese grupo de votantes a John McCain. El equipo estaba formado por Cesar Martínez, Juan Hernández, Noe García, Leonard Rodríguez, Rafael Bejar, Carla Avilés, Manuel Benitez, y a ese intento he dedicado entre 6 y 12 horas diarias, durante los últimos 4 meses. Durante mi estancia en la campaña he podido cruzarme con el Senador McCain, encontrarme con Rick Davis y Steve Schmidt y conversar sobre su papel en la campaña con muchos de los directores de la campaña.
Mi trabajo ha estado relacionado con la parte de la producción audiovisual de los spots dirigidos a los hispanos y la parte de Internet, en el grupo de hispanos y en la parte en españos de la web oficial de la candidatura, pero he podido seguir de cerca y participar en toda la campaña. Ni he marcado la estrategia de campaña, ni me he dedicado a hacer llamadas y visitas puerta a puerta, pero he podido contemplar desde una posición privilegiada el fenómeno electoral más impresionante del mundo. Ha sido un Master de comunicación política comprimido y estoy orgullosísimo de haber podido trabajar con ese equipo de profesionales.
Es difícil aportar algo sobre el resultado electoral, del que en los últimos días todo el mundo tiene algo que decir. Frente a lo habitual unos cuantos puntos que me han sorprendido y una valoración general:
1. La participación no ha sido espectacular, de hecho sólo ha subido 1.6 puntos porcentuales, la imagen que pretende presentar a Obama como el hombre que ha devuelto la ilusión por la política a la población americana no se sostiene con los datos. Y sería igual de aplicable a la victoria de Bush en 2004. Lo que se ha producido es un incremento considerable de los demócratas e independientes que han acudido a las urnas y un descenso sangrante de votantes republicanos. Ni la población afroamericana, ni los jóvenes han incrementado su participación espectacularmente, ni siquiera los hispanos, lo que se ha producido es una pequeña suma de pocas y una inclinación superior de todos ellos hacía el candidato demócrata. Hay un análisis interesante por estados que defiende que no hay voto generaciónal y que el estado es casi más importante marcando las tendencias de voto (habrá que mirarlo mejor).
2. El resultado hispano es malo, casi 7 puntos de diferencia, pero mucho mejor que lo que venían señalando las encuestas desde agosto, que otorgaban a McCain el apoyo de un 26 % de la población hispana. Al final el 36% de los hispanos que han votado han apoyado al candidato republicano. Casi 10 puntos más de lo anunciado. Los motivos una cierta sensación de que Bush les abandonó, un rechazo generalizado a la dialéctica racista que algunos miembros del Partido Republicano y sus medios afines vienen manejando desde 2005, cuando comenzó a discutirse la non-nata reforma de inmigración. El Senador McCain defendió siempre su posición, y llegó a arriesgar su elección en las primarias por defender con firmeza sus principios en este punto. Las acusaciones de flip flor en este tema, fundamentadas en un corte de un debate en el que decía que hoy no firmaría la misma ley que el promovió, junto al Senador Kennedy, son un sencillo truco electoral, que tampoco sobrevive a los hechos y declaraciones del Senador durante todo el proceso de primarias. Es cierto que a pesar de esto la campaña ha querido dar un perfil bajo a la movilización de los hispanos, pensando que tenía más que perder que ganar, imagino que por miedo a remover cierta base republicana. La presencia de hispanos en la Convención resultó ridícula, 3 frente a 17 en la Convención Demócrata, decidieron no proyectar el úlitmo día (por problemas de agenda) un documental de 5 minutos que tocaba todas las teclas que podían movilizar el voto hispano y en el que el Senador mostraba su cercanía y el cariño personal que siente por los hispanos. Más adelante rechazaron proyectar este mismo documental en los mercados críticos a un precio de ganga.
3. Quizás el máximo error de la campaña fue la imposibilidad de mantener una estrategia. La profesionalidad de los miembros del equipo me plantea una gran duda, ¿existió en algún momento la posibilidad de ganar esta campaña? Los que realizaban las encuestas demócratas me comentaban ayer, que sus números les mostraban en ningún momento tuvimos ninguna posibilidad, yo cada vez tiendo más a pensar igual. Por eso justificó los golpes tácticos, en la creencia de que la estrategia acabaría en fracaso, en busca de un golpe maestro que pudiera desestabilizar la elección y crear un nuevo escenario en el que se rompieran los escenarios tal y como se estaban planteando. En este contexto entra la elección de Palin, a la que muchos han achacado parte de la responsabilidad de la derrota. Mi opinión es que en el momento de la elección la campaña estaba muerta y ningún otro candidato podría haber generado la ilusión, la movilización y la financiación que generó la gobernadora de Alaska. Creo que lo realmente preocupante de la elección sorpresa fue la sensación de improvisación, de ramalazo del candidato, como de capricho, que alimentó la sensación de McCain como persona inestable, por los años que pasó en prisión, que algunos medios llevaban tiempo sembrando. La decisión de suspender la campaña y volver a Washington sin misión concreta, acabó de consolidar esta sensación entre la opinión pública. La variedad de los mensajes positivos y negativos, son una buena muestra de todo lo que hemos dicho antes.
4. Algún comentario merece el candidato, al que creo que no se le ha hecho justicia. Es una persona integra, divertida, rápida de mente, con gran experiencia, independiente, claro, habituado a trabajar con gente de uno y otro partido, esencial en el Congreso norteamericano. Creo que es un hombre de Estado, enamorado de su país y con una capacidad de trabajo increíble. Aunque ya antes de la campaña era conocida su mala leche, esta se transformo en la acusación de inestabilidad, especialmente con un perfil agresivo en política exterior, creo que injustificada pero que acentuó en los debates, especialmente en el tercero. Quizás su mayor defecto ha sido el de abandonar la organización de la campaña en manos de sus asesores. Algunos han denunciado una desconexión total entre el candidato y los mandos intermedios de la campaña, desconozco si fue así, pero tampoco diría mucho a favor de la capacidad de liderazgo del heróe americano. Creo que su mensaje se identifica totalmente con el de algunas de sus referencias como Teddy Roosvelt o Goldwater, algo que no logró entusiasmar a parte de las bases republicanas
5. En el otro lado he podido apreciar una disciplina espectacular, en el equipo de campaña, era como un ejercito bien organizado, en el mensaje, tanto positivo como negativo (Cambio y Bush 3), en el sometimiento a la estrategia, constante, segura, sin sorpresas. Evidentemente la movilización social generada es lo que más me ha llamado la atención. Creo que muchos se equivocan si piensan que es algo tecnológico, de herramientas, es fruto de una filosofía distinta, de mucha dedicación y atención personalizada, lo que requiere miles de personas dedicadas a “la atención al cliente”, y un candidato en sintonía. Hoy me contaban como el día 3 de noviembre, la vispera de la elección, Obama había tenido una conference call con los líderes hispanos para agradecerles su esfuerzo y dedicación, si tenemos en cuenta que ese día el candidato estuvo en 5 rallies, nos haremos una idea de la importancia que le ha dado a mantener personalmente al equipo unido y motivado. En varias ocasiones se reunió con todo el equipo de campaña en Chicago, y visitó varias veces oficinas locales empujando con fuerza a todos los que estaban allí.
6. Su gran acierto ha sido el de saber medir los tiempos e ir creciendo simultáneamente su apoyo social, su financiación y su popularidad (creo que en este orden). Ha sabido apreciar y ganar para su bando el movimiento que nació durante las campañas primarias de Clark y Howard Dean en 2004 y, sobre todo, tras la reacción de una parte de los demócratas tras la derrota de Kerry en 2004. Esta plataforma que se basa especialmente en la blogosfera, con sitios de referencia como MyDD o Dailykoss, logró en pocos meses que Howard Dean se convirtiera en el Presidente del Partido Demócrata. Desde ese momento el exgobernador de Vermont inició un cambio de estrategia electoral sustituyendo la tradiconal selección de Estados claves, por una estrategia de fortalecimiento de la estructura del partido en distintos estados como Texas feudos tradicionales de los Republicanos. Esta estrategia 50/50 dio resultado y en aqeullos sitios donde en los que había personas contratadas por el partido los resultados se incrementaron 6 puntos por encima de la media demócrata. Así se iba construyendo una estructura partidista frente a la estructura habitual en el partido demócrata, basada en grupos sociales como las partidarias del aborto, los sindicatos, los abogados o los afroamericanos, la nueva estructura buscaba el contacto directo con las personas, y consiguió grandes resultados en elecciones determinadas, con ayuda de movimientos afines a los demócratas como moveon.org.
A esas personas movilizadas políticamente, el ala demócrata del partido demócrata, en palabras de Dean, se dirigió inicialmente el mensaje de Barack Obama, que fue creciendo y consolidando, articulado en torno a Mybarackobama.com y el correo electrónico. Logrando el ejercito de voluntarios más impresionante, motivado y entrenado de la historia de la política norteamericana. Con su trabajo fueron mejorando la financiación permitiendo aumentar el número de personas contratados en cada estado, logrando dirección profesional de cada grupo de voluntarios. Gracias a su ayuda fueron completando la base de datos, abonando el terreno para las últimas 72 horas en las que, frente al éxito republicano de 2000 y 2004, y a través de llamadas Telefonicas personalizadas, sms, mails e incluso mails cruzados de vecinos… lograron movilizar el voto demócrata en unas proporciones sin precedentes. Los mismos estrategas demócratas me comentaban que entre la forma de contacto para pedir el voto, la que más ha crecido en número y eficacia, según las postelectorales, es el contacto a través de un amigo, familiar o persona de confianza, los tradicionales influentials.
Mi valoración final es que la marca del Partido Republicano, la crisis financiera, y la espectacular campaña electoral de Obama hizo que la campaña estuviera decidida desde el principio, la movilización republicana era prácticamente imposible, y la opción de los independientes, entre los que McCain se movía y se mueve tan bien, era insuficiente sin apelar a la base. Mccain no consiguió dar con la estrategia que lograra movilizar a ambas partes del electorado, algo que Obama si consiguió entre los demócratas. Siempre me quedará la duda que hubiera pasado si desde el principio hubieran dejado a McCain ser McCain, quizás el resultado hubiera sido incluso peor.