Plutarco (40-120 a.C.) escribió su «Consejos políticos» (Centro de Estudios Constitucionales. Madrid. 1991) una serie de reflexiones sobre cómo se debía concretar la acción política en las ciudades griegas. Ahí establece que la opción de entrar en política se hace con juicio y ponderación y no como resultado de una presunción, afán de disputas o carencia de otras actividades: «De la misma forma que los que no tienen otra ocupación privada útil, emplean la mayor parte del tiempo en el ágora, aunque nada necesiten, así algunos se lanzan a los asuntos públicos por estar desocupados, recurriendo a la política como pasatiempo. Otros muchos, dedicados a los asuntos públicos por azar y cansados no pueden escapar con facilidad, lo mismo que los que montan en un barco, con el movimiento en altamar se ponen enfermos».