Hace unas semanas alertaba sobre las tremendas posibilidades que unas primarias bien aprovechadas abrían al Partido Socialista de Madrid. Hoy, tras el cierre de las urnas, y el triunfo de Tomás Gómez, ofrezco mi valoración del desarrollo de la campaña…

Lo primero que me ha llamado la atención es la euforia socialista ante la participación alcanzada, en torno al 80%. Aunque creo que no hay histórico suficiente para apreciar su verdadero valor, en un principio no me parece excesivo. La participación en la Comunidad de Madrid durante las últimas elecciones rondó el 70% en las autonómicas 2007, y superó el 80% en las generales 2008. Teniendo en cuenta que los llamados a las urnas hoy son gente a la que se supone tremendamente motivada politicamente, hasta el punto de pagar una cuota, algo que en España es tremendamente significativo, y dado la incertidumbre de esta elección y su repercusión mediática, el 80% de participación no me parece un resultado extrapolable a las próximas elecciones autonómicas. Además la participación, similar o superior, en primarias celebradas en otros lugares como Alicante o Guadalajara quitan cierto peso a los que han calificado de histórica la jornada.

Por eso me ha sorprendido tanto el enfasis en realizar esa proyección de los resultados. No creo que el candidato sea indiferente, y considero que Trinidad Jimenez sería una rival mucho más complicada para Esperanza Aguirre que Tomás Gómez, pero no creo que el voto de un 0,3% del censo madrileño sea para poner nervioso a nadie. Menos si lo comparamos con otras cifras como los 90.000 afiliados o las 300.000 firmas conseguidas en la campaña Nomasiva, de los que presume el PP de Madrid. Sinceramente creo que unos y otros no son datos significativos. Como no lo es tampoco el comentario generalizado, «El vencedor de las primarias del PSM: Twitter», cuando el hashtag ha sido superado por Hala Madrid. (aun así me ha impresionado el seguimiento informativo, en tiempo real que ha podido hacerse en la plataforma del pajarito).

A pesar de lo anterior, creo que la valoración de este proceso no puede ser más positiva. Los motivos:

1. El PSOE ha dado ejemplo de democracia interna, la posibilidad existente en cualquier partido a resistirse al dedazo del Presidente es algo que, sea cual sea el resultado, es tremendamente positivo.

2. Además, y esto es más importante para el futuro, creo que se ha aprovechado para articular el partido en torno a Plataformas de Apoyo que, integradas o reconvertidas, pueden convertirse en poderosas herramientas de cara al próximo mes de mayo. Tomás Gómez debería nombrar a un responsable dedicado a dar trabajo a todas ellas para que no decaiga su implicación.

3. Por último se ha generado un momentum que será difícil pero no imposible prolongar hasta mayo y que es lo que de verdad debería preocupar a Esperanza Aguirre.

Poco más… Siento cierta curiosidad por ver hasta que punto Trinidad Jiménez dará la espantada, e irá a exigirle a Zapatero su merecida recompensa. Me da cierto morbo el lugar en el que queda Pedro Castro, que, tras innumerables contradicciones, ha puesto todos los huevos en la misma cesta, enfréntandose con el equipo de Tomás, que no creo que lo olvide facilmente. Me da cierta pereza empezar a leer los análisis sobre el postzapaterismo… ya se verá!!! De momento enhorabuena a los ganadores y a los perdedores.