Chavez vuelve a visitar a Castro. Internacionalismo o neoimperialismo
El día 1 de septiembre el Coronel Chávez volvió a visitar Fidel Castro en una nueva visita médica.
Esta vez no hubo conversaciones absurdas sobre el arte pictórico de Chavez ni regalos de Castro con su propio retrato que describe el ego del Comandante. Esta vez intercambiaron halagos como una pareja de enamorados. Como si de un programa de esos de buscar pareja se tratara ambos habían escrito los textos en una agendita, para no salirse del guión.
Castro iguala a Chavez con Bolivar, Martí y Sucre, (Chavez crecido une al Che a esta lista).
Castro les proclama los primeros internacionalistas, y proclama a Chavez su sucesor en esta «nueva era» que según ellos amanece en todo el mundo. Quizás esto es lo que más llama la atención, la exaltación del imperialismo de Chavez, que como Castro en su día, trata de extender por toda lationamerica esa nueva forma de revolución que es el neocomunismo. Ha cambiado los fusiles por la chequera, y parecía estar triunfando hasta que Perú primero y México después rechazaron en las urnas a sus candidatos. Ahora apoya a Ortega en Nicaragua, de momento con éxito. Si esto lo estuviera haciendo Estados Unidos de forma pública, como hace Chavez, las acusaciones de imperialismo, injerencia en asuntos internos… habrían llegado a las páginas de todos los periódicos. Sin embargo Chavez se presenta como un patrono universal de la humanidad, loco pero benefactor.
Mientras en una gira que dura ya dos meses ha estrachado sus vínculos con países como Bielorrusia, Iran, China, Siria y anuncia ya su próximo viaje a Corea del Norte, en una cruzada antinorteamericana que tiene un próximo objetivo: la entrada en el Consejo de seguridad.
Fariñas abandona la huelga de hambre
Guillermo Fariñas abandona la huelga de hambre que mantenía desde hace siete meses por un acceso libre a Internet
El opositor cubano Guillermo Fariñas ha puesto fin a la huelga de hambre que mantenía desde hacía siete meses para exigir un acceso libre a Internet en la isla, según informó hoy Alicia Hernández, madre de Fariñas, a la Asociación Española Cuba en Transición (AECT).
Fariñas, quien desde que comenzara su huelga el pasado 31 de enero ha recibido alimentación tan sólo por vía intravenosa, decidió volver a comer normalmente después de que esta semana se agravaran sus enfermedades de riñón y corazón, circunstancia que, unida al abatimiento general, hicieron ‘muy peligroso’ su estado de salud.
Además el opositor cubano, director de la agencia Cubanacán Press, abandonó la huelga porque, según su madre, así se lo pidieron disidentes como Marta Beatriz Roque, la doctora Hilda Molina o la periodista Miriam Leiva, miembro de las Damas de Blanco.
Leiva, quien siguió de cerca todas las noticias sobre la evolución de Fariñas, confirmó que su estado de salud en los últimos días era ‘realmente preocupante’ ya que, a pesar de conservar la conciencia, ‘tiene fiebre, convulsiones continuas y fuertes dolores de cabeza’.
Además, el opositor tiene problemas renales que dificultan la expulsión de líquido, por lo que tiene apreciables abultamientos en abdomen y piernas, además de problemas cardiopáticos por agravamiento de las lesiones antiguas de válvula mitral.
El director ejecutivo de la AECT, Matías Jove, consideró que ‘hay que felicitarse’ porque Fariñas ‘no se haya convertido en una nueva víctima mortal de los hermanos Castro’.
No obstante, recordó que tanto Guillermo Fariñas como millones de cubanos ‘siguen siendo víctimas de un régimen que no deja espacio a la libertad de expresión, teme a la información y castiga a quien se atreve a romper la línea oficial’.
Además recordó que Fariñas, a pesar de no recibir respuesta positiva de las autoridades a sus demandas, ha recabado, según Jove, ‘múltiples apoyos de la comunidad internacional y de Internet’.
‘Sólo en la página web de la AECT, más de 4.000 españoles han solicitado a Fidel Castro que permitiera el libre acceso a Internet de los cubanos’, informó.
Guillermo Fariñas detenido
Guillermo Fariñas comenzó una huelga de hambre el 31 de enero de 2006 exigiendo el derecho a conectarse libremente a internet para ejercer su profesión de periodista.
(Juan González Febles / www.cubanet.org
Guillermo Fariñas Hernández fue detenido por tres fornidos oficiales de la policía de Seguridad del Estado, cuando se disponía a abandonar el hospital provincial de Santa Clara, «Arnaldo Milián Castro». Los oficiales le condujeron de vuelta a otra sala de cuidados intensivos en condiciones de mayor aislamiento.
Guillermo Fariñas, sostiene una huelga de hambre desde el 31 de enero del año en curso en demanda de acceso libre a Internet. Producto de las crecientes limitaciones impuestas por las autoridades a su comunicación con la prensa, con sus colegas y con el resto de los factores de la Sociedad Civil, decidió abandonar la institución hospitalaria en que permanece recluido.
La actuación de las autoridades se corresponde con una firme determinación de impedir a todo costo un desenlace fatal del caso Fariñas, en la víspera de la Cumbre de los Países No Alineados (NOAL) a celebrarse en La Habana desde el 11 de septiembre.
Fariñas pidió en reiteradas ocasiones su traslado a una sección desde donde pudiera comunicarse con mayor libertad con personas interesadas en su caso, amigos y familiares. Las autoridades hospitalarias dilataron la satisfacción de sus demandas con diversas alegaciones, por lo que Fariñas decidió abandonar el hospital y retirarse a su domicilio.
De haber consumado el abandono del hospital, el desenlace fatal hubiera sido cuestión de horas. La depauperación física creciente del paciente como consecuencia del prolongado ayuno, no deja espacio para más. Fariñas permanece firme en sus demandas y algunos creen ver en su decisión de abandonar el hospital, una forma de forzar un final para su valiente protesta.
En carta redactada por Fariñas y dada a conocer en esta capital, expone el resumen de los diagnósticos emitidos en su caso por los médicos intensivistas que le asisten. La misiva, fechada en 18 de agosto de 2006, expone la situación diagnóstica y la prognosis de su caso. En ella el comunicador hace un reconocimiento a la dedicación y el amor de los médicos que le asisten. El documento además denuncia al régimen de Fidel Castro por el envío a otros países de recursos que el pueblo de Cuba precisa, en aras de crear una falsa imagen política en el extranjero.
Fariñas se encuentra en la actualidad en la cama # 1 del cubículo aislado # 1 de la Sala de Terapia Intensiva del Hospital Universitario Provincial, «Arnaldo Milián Castro» de Santa Clara, provincia de Villa Clara, Cuba.
Sonría, por favor
Aunque pueda sorprender al conocedor de la salud pública cubana, Fidel no está en un pasillo; es más parece que disfruta de una habitación individual, en la que tiene una cama e incluso un sillón.
El sentido de la vergüenza de los dictadores va disminuyendo con los años; basta con ver uno de esos programas de «Alo presidente» en los que Hugo Chávez canta rancheras, baila salsa, nombra y cesa ministros, aprueba leyes y firma cheques en su tristemente famosa chequera negra, con la que regala a sus colegas «neocomunistas» lo que sólo corresponde al pueblo venezolano; pero con la enfermedad la desvergüenza se agrava hasta alcanzar el ridículo. Fidel Castro nos ha regalado en su 80 cumpleaños una nueva foto para el álbum de dictadores enfermos en el que, junto a la foto de Franco despachando con el rey en pantuflas y batín, ocupará siempre un lugar destacado.
Se trata de una fotografía más propia de un secuestrado que de un enfermo convaleciente de una gravísima enfermedad. Con un chándal Adidas de la selección cubana, junto al periódico del día, que anuncia en grandes letras su autoabsolución en una noticia sobre la noticia que haría las delicias de Borges, y sin ningún elemento reconocible que ayude a identificar el paradero en el que se encuentra. El pie de foto, «El caguairán se levantó», completa un retrato que no desmerecería del «Diario de un secuestro» de su amigo Gabo.
Con tan escasa información a la vista, los analistas internacionales se habrán puesto a investigar cualquier mínimo detalle para su localización. Ahí van algunas pistas: aunque pueda sorprender al conocedor de la salud pública cubana, Fidel no está en un pasillo; es más parece que disfruta de una habitación individual, en la que tiene una cama e incluso un sillón. Intuyo que tendrá desayuno, comida y cena, y no tendrá que llevar todos los días la tartera desde su casa; no le faltaran sábanas limpias, que le irán cambiando al menos una vez al día, sin necesidad de pedirlas prestadas a un vecino, porque hace años que no reparten en la bodega. Además tiene cara de haber tenido acceso a las medicinas necesarias para tratar su enfermedad, y no ha necesitado acudir a los turistas para que le provean con alguna de las escasas medicinas que pueden introducir legalmente en la isla. Por todo lo anterior me atrevo a adivinar que se trata de uno de esos hospitales cubanos «sólo para extranjeros y dirigentes de la revolución» que han hecho de la mítica sanidad cubana uno de esos productos de lujo, un producto de exportación, de pasaporte y divisas, a costa de los cubanos de a píe.
Quizás esta sea la Sanidad, uno de esos «logros sociales» de la revolución, que sus defensores se empeñan en perpetuar a la muerte de Castro, la sanidad que han podido disfrutar muchos de ellos y que se ha convertido en un nuevo «invento» para extender la revolución. Tras el fracaso de las guerrillas por Suramérica y África son los médicos cubanos los que están «conquistando» Venezuela, Bolivia o Angola y a todo tipo de visitantes extranjeros que, como Maradona, terminarán agradecidos tatuándose la efigie del Che e irán por el mundo convertidos en apóstoles de la revolución. Los médicos cubanos que, como modernos misioneros de la espada y la cruz, siguen causando asombro allí donde van, porque nadie sabe realmente quién les ha llamado, y, entre el malestar generalizado de la población. con una mano quitan el trabajo a los médicos nacionales y con la otra predican la revolución.
Publicado en Libertad Digital