PSOE, Grupo Lavinia y Sra. Rushmore. ¿Favor por favor?

Hace unas semanas el candidato de Barack Obama para dirigir el Departamento de Comercio en la nueva administración tuvo que renunciar al puesto, ¿el motivo? una empresa que había colaborado con su campaña electoral había recibido de su administración, el Estado de New México, una serie de contratos públicos. No hubo ninguna duda y el candidato presentó su dimisión.

Hoy Esteban González Pons ha presentado una serie de preguntas en el Congreso sobre las condiciones y la necesidad de la contratación de la campaña de Comunicación Plan E del gobierno. La campaña se ha adjudicado a dos empresas: Sra. Rushmore y Grupo Lavinia que han colaborado con el PSOE en la campaña electoral y siguen colaborando con el partido. Se desconoce si ha existido concurso público, ni siquiera el coste de la campaña…

El PSOE llegó al podera anunciando el fin del autobombo y a menundo nos sorprende con acciones de autobombo pagado con el dinero de los contribuyentes a precio de oro y al bolsillo de sus amiguetes… Para qué sirve la ley? Creo que no estaría de más para evitar este tipo de problemas que, como ocurre en Estados Unidos, se hicieran públicas las cuentas de los partidos políticos y sus gastos electorales, minuciosamente, al detalle… Se trata de dinero público y sería muy importante para los españoles saber en qué se gasta y con quién.

El PP mayoría absoluta

El PP mayoría absoluta

Ayer a las 8:04, siguiendo el estilo López Obrador: quien da primero da dos veces, se anunció que el Partido Popular había perdido las elecciones, como confirmaban los sondeos con los que se contaba a esa hora.

José Blanco, unas horas después y tras mucho retrasarlo, cuando los escrutinios parecían quitarle la razón, no dudó un segundo en proclamar de nuevo ante el estupor de la prensa: «El PSOE ha ganado las elecciones y el PP ha perdido en capitales de provincia como Vigo (sic), Toledo, Jaén, Logroño, Palma de Mallorca, Las Palmas de Gran Canaria, Soria, León, Vitoria u Orense».

Nada de las 34 capitales de provincia en las que ha vencido el PP, nada de derrotas socialistas, estas sí que de verdad en antiguos feudos como Cuenca, Cordoba, Sevilla o Guadalajara (donde el PP ha ganado las elecciones), y nada que decir, pequeño detalle, que de entre todas estas ciudades en las que el Partido Popular ha sido derrotado el PSOE sólo ha ganado las elecciones en León, Vitoria, Soria y Las Palmas de Gran Canaria mientras que el PP ha ganado las elecciones en Vigo, Toledo, Jaén, Logroño, Palma de Mallorca y Orense.

Pero lo mejor estaba por llegar, el PSOE ha ganado las elecciones (si no contamos con Madrid donde «sólo» han votado 3 millones de personas) por más de 250.000 votos. El juego no deja de sorprender pero tiene su gracia así que puestos a jugar, qué tal si quitamos el País Vasco (donde «sólo» votó un millón de personas), el PP gana las elecciones por 250.000 votos, o Andalucía (donde «sólo» han votado 4 millones), el PP gana las elecciones por 500.000 votos o finalmente Cataluña (donde «sólo» votan 3 millones de personas), el PP habría ganado las elecciones por 800.000 votos. Ya veis mayoría absoluta.

Ser de izquierdas

Ser de izquierdas

El PSOE se ha negado a apoyar la moción. Así se lo habían pedido los portavoces del gobierno castrista al tildar la moción de «aznarista».

«Nosotros somos de izquierda». Algunos nos lo maliciábamos, pero la portavoz del PSOE nos lo confirmo ayer al presentar este argumento como el motivo para rechazar una moción parlamentaria que buscaba el consenso nacional para ofrecer ayuda al pueblo cubano. Oyendo sus declaraciones tras la muerte de Pinochet podíamos pensar que la extrema izquierda española se había reconciliado con la democracia, nada más lejos de la realidad. La democracia sigue siendo para ellos una forma de alcanzar el poder, el precio que hay que pagar para lograr la dictadura del proletariado.

Pero lo grave es que el PSOE se ha unido a sus socios de extrema izquierda y, con la excusa de que cualquier declaración parlamentaria sería interpretada como una provocación, el PSOE se ha negado a apoyar la moción. Así se lo habían pedido los portavoces del gobierno castrista al tildar la moción de «aznarista». Creo que esta vez sí que sobran los comentarios; hasta se hace innecesario introducir una sola coma. Para que llegado el día no se apunten gratuitamente al campo de los que apoyaron a la democracia en Cuba voy a reproducir íntegramente el texto al que los socialistas han dicho NO:

  • El futuro de Cuba deben decidirlo todos los cubanos por medio de un diálogo sin exclusiones y sobre la base del respeto a la independencia y soberanía de la nación cubana.
  • No es posible un diálogo abierto entre cubanos sin la previa liberación de todos los presos políticos y de conciencia.
  • El Gobierno de España debe encaminar sus esfuerzos para que el diálogo entre cubanos se traduzca en una política de reformas democráticas que conduzcan al reconocimiento de partidos políticos, asociaciones sindicales y de medios de comunicación libres e independientes.

Asimismo, el Congreso de los Diputados insta al Gobierno a:

  • Transmitir en el diálogo crítico que sostenga con las autoridades cubanas que el pueblo español y sus instituciones expresan su respaldo a que el pueblo cubano emprenda la senda de una transición pacífica a la democracia en Cuba.
  • Apoyar que la reconciliación y el reencuentro entre todos los cubanos debe incluir a aquellos que sufren el exilio y están dispuestos a trabajar pacíficamente por la libertad, la democracia y la concordia entre cubanos.
  • Trasladar a la Comunidad Internacional y en especial a la Unión Europea, esta posición común española con el ánimo de contribuir a construir un consenso cubano fundamentado en el reconocimiento en su plenitud del pluralismo político y que a través de unas elecciones mediante sufragio universal libre, directo y secreto, conduzcan a una Cuba libre, democrática e independiente.

Los voceros del gobierno totalitario, no menos sorprendidos, se han apresurado a celebrar el rechazo de la moción. Una vez más, y esta vez fuera de casa, han vuelto a derrotar a la democracia.

Publicado en Libertad Digital

Otra guerra para el proceso de paz

Otra guerra para el proceso de paz

Mientras que las negociaciones entre el gobierno y ETA siguen su curso, el gobierno vuelve a las andadas y se va metiendo en nuevas guerras que parecían olvidadas. Esta vez con las distintas religiones: la Iglesia Católica y el resto de las confesiones religiosas, aunque éstas no parezcan darse por aludidas.

Parece que el origen es la instrucción pastoral «orientaciones morales ante la situación actual de España», en la que los obispos ejercen su función de pastores de los católicos españoles, analizando la situación desde su perspectiva y planteando una serie de recomendaciones.

Como anunciaba la nota de prensa:

«El documento consta de introducción, conclusión y tres capítulos titulados: Una situación nueva: fuerte oleada de laicismo, Responsabilidad de la Iglesia y de los cristianos y Discernimiento y orientaciones morales. En el primer capítulo se describe la situación actual y se analizan sus causas, en el segundo se realiza una llamada a superar la desesperanza, el enfrentamiento y el sometimiento y a anunciar el gran “sí” de Dios a la Humanidad en Jesucristo, y el en el tercero se propone un reforzamiento de la identidad católica para llevar a cabo cualquier acción en la sociedad y se anima explícitamente a los católicos a vivir la caridad social para el fortalecimiento moral de la vida pública. En este último capítulo se analizan cuestiones como la relación entre la Iglesia y sociedad civil, la democracia y la moral, el servicio al bien común, el respeto y la protección de la libertad religiosa, el terrorismo, los nacionalismos y sus exigencias morales, y el ejercicio de la caridad.»

A esto siguió la presentación por parte del PSOE de un manifiesto sobre «Constitución, laicidad y Educación para la ciudadanía» (que no consigo vincular).

Y empezaron las reacciones:

El arzobispo de Pamplona Fernando Sebastián analiza el texto, y Juan Manuel de Prada va al fondo.

PP, 1; Selección Progresista, 0

PP, 1; Selección Progresista, 0

El jueves por la noche escuchábamos el pitido inicial del duelo electoral que durante quince días va a tenernos en vilo.

Los entrenadores, que han estado preparando sus tácticas, ven como sus equipos, a pesar de las inclemencias del tiempo, empiezan a jugar y esperan temerosos la respuesta del contrario. Quizás ambos se han sorprendido con la primera coincidencia: el sistema de enfrentamiento. Se han decantado por el duelo directo frente al más tradicional sistema de liguillas. Lo que ha quedado claro desde el principio es que el partido lo juegan el PP contra el resto del mundo: la selección progresista.

PP, PSOE e Izquierda Unida han asumido así el reto. El PP necesitaba algo así para aclarar que hoy la mayoría para ser suficiente tiene que ser mayoría absoluta. El PSOE e Izquierda Unida quieren convertirse en canalizadores del odio al Partido Popular, sea de la naturaleza que sea, pero unos y otros se saben condenados a verse enfrentados por el traicionero “voto útil”. Mientras, el PNV y sobre todo CiU, han preferido guardar silencio probablemente hasta el recuento final de los resultados, cuando conociendo al ganador será más fácil elegir aliado.

Parece ser que los actuales campeones, han optado por una táctica defensiva, sin aspavientos. Una sólida línea formada por los resultados de gobierno de los últimos ocho años, y la lucha contra el terrorismo y el modelo de Estado como puntales que salen cada cierto tiempo al ataque, tratando de hacer el mayor daño posible, para volver rápidamente a su esquema defensivo. Un sistema quizás demasiado rígido, que necesita del recurso continuo a los papeles.

Los aspirantes hasta ahora habían practicado el antifútbol esforzándose denodadamente por destruir cualquier intento de discurso del oponente. Era de esperar que con el inicio de campaña se viera si estaban dispuestos a enviar a todos al ataque, conscientes del riesgo de morir matando, o preferían una derrota por la mínima, pero no terminan de mostrar su táctica, y siguen corriendo detrás de cada balón. Parece como si hubieran decidido intentarlo todo, sin renunciar a nada: el respaldo de estrellas, propias y ajenas; el cambio de imagen (quizás sea el uniforme oficial de ZP); o trucos electorales como el del micrófono de chaqueta que sin duda dará mucho que hablar…Todo, sin lograr evitar la sensación de estar luchando a la desesperada.

Publicado en Libertad Digital