El sábado un montón de personas abarrotaron el centro de Madrid para pedir al Gobierno la retirada de la ley que convierte el aborto en un derecho de la mujer durante 14 semanas, y solicitar medidas de apoyo a la mujer embarazada como vía muchísimo más eficaz para luchar contra este drama.

A pesar de algunos intentos identificar la manifestación con los obispos y el PP, hay que reconocer que acontecimientos como éste son también parte de la vitalidad de la sociedad civil española.

No cabe hablar de estrategias políticas ocultas, ni de falsos disimulos, la manifestación del sábado fue el fruto de mucha gente convencida y dispuesta a emplear su tiempo y su dinero para defender sus ideas frente a lo que consideran un error político de trágicas consecuencias. ¿No es esto la sociedad civil? Hasta El País terminó reconociendo su error de tapadillo, diciendo algo así como «el PP se apunta a la manifestación», lo que no deja de ser curioso cuando llevaban días editorializando sobre su participación activa en la organización de la misma.

Hazteoir aprovecha el éxito de la manifestación para lanzar una nueva campaña online que tiene como objetivo la retirada de la ley. Al mismo tiempo Yopolítico.org lanza una campaña de apoyo a la ley, en la que solicitan enviar correos electrónicos a las diputadas, en defensa de la misma. No puedo estar más de acuerdo en esa decisión de entrar limpiamente en la batalla de la sociedad, la «batalla de las ideas», y, aunque el texto no puede evitar cierto olor a argumentario de Ferraz, se agradece haber prescindido de la demagogia barata de «sus mayores». La batalla social está servida y, o mucho me equivoco, o provocará resultados distintos, éxito de lo social y fracaso de lo político para unos, y viceversa para los otros.

Me parece muy bien que la neonata yopolítico, superado su tiempo de gestación, se «atreva» con la madura hazteoir, sabiendo que la comparación a estas alturas puede resultar pasmosa, pero momentos como éstos son los que hay que aprovechar para empezar a crecer.

El viernes tuve la suerte de tomar un café con uno de sus fundadores, Francisco Polo. Buena señal la de querer conocer a aquellos que se interesan por el proyecto, presentarles sus ideas y escuchar las opiniones. Tienen las ideas bastante claras, un posicionamiento evidente y aunque creo que van a pasar un tiempo en los cuarteles de invierno, el estar de acuerdo con el gobierno supone para una parte de la sociedad civil estar de acuerdo con sus ideas, y van a encontrar ahí, en tener la libertad de disentir con el PSOE, su principal reto.

Les auguro grandes éxitos, vienen a ocupar un lugar vacío y muy necesario para la vitalidad democrática de este país.