Un programa orientado a potenciar la influencia de los directivos españoles en las negociaciones internacionales, cuenta entre sus ponentes con Bruce Goslin, ex director de la Agencia Central de Inteligencia y consultor de riesgos empresariales con amplia experiencia en empresas de “Fortune 500”. También participarán, entre otros expertos, Antonio de Oyarzábal, ex embajador de España en Washington y Tokio; Rafael Calduch, catedrático de Derecho Internacional Público y Relaciones Internacionales y Rafael Rubio, experto en comunicación política y colaborador en la campaña presidencial de John McCain en 2008.
La diplomacia corporativa y el lobby empresarial
Los distintos ámbitos de poder, la diplomacia corporativa, el lobby empresarial y la acción exterior de los Estados serán abordados durante el curso. Los ejecutivos y empresas españolas no valoran ni utilizan los servicios de ‘inteligencia económica’ que, en otros países, se aplican con óptimos resultados. El ex director de la CIA, Bruce Goslin, ex oficial de inteligencia en el extranjero durante 14 años, adquirió una amplia experiencia en la gestión de operaciones de inteligencia sensibles y complejos asuntos políticos con altos funcionarios de gobiernos extranjeros. Goslin representa ahora en España a los fundadores de Kroll&Asociados.
La agencia fundada por los hermanos Jeremy y Jules Kroll, dedicada a la investigación sobre personas, la recuperación de bancos de datos y sistemas informáticos dañados y a la gestión de empresas en crisis, se hizo en 2005 con un cliente problemático: la eléctrica Enron. La empresa de California ocultó miles de millones de dólares en deudas, lo que casi le hizo desaparecer. En España se dio a conocer por elaborar informes confidenciales sobre el ex banquero Mario Conde.
El programa analizará en ‘Las distintas caras del poder’, entre otros aspectos, las democracias participativas ante el mundo digital y la organización tradicional del Estado versus nuevos ámbitos del poder; en ‘Intereses públicos y privados’, se tratará la relación comunicación y poder. El valor de la influencia y la diplomacia corporativa abordará el compromiso de una institución con sus stakeholders, la organización de una empresa influyente o cómo realizar un correcto análisis del riesgo político país. Se trabajará en cómo poner en marcha un programa de lobby empresarial, el impacto de las redes sociales y las nuevas tecnologías, además de detenerse en las claves del lobby en la Unión Europea. También se analizará el lobismo del “Tercer Sector”, llevado a cabo por ONG’s, asociaciones civiles o think tank.
Los expertos en campañas creen que el retraso en la designación del candidato del PP para el 25-M beneficia al PSOE
Por Iolanda Mármol
Contaba Kenny Rogers en The gambler que el secreto para sobrevivir en el póquer (como en la vida) radica en saber con qué cartas se queda uno y de qué cartas se deshace. Es muy posible que Mariano Rajoy se encuentre en ese trance, el de maniobrar entre la urgencia de designar candidato a las elecciones europeas y la necesidad estratégica de organizar una eventual crisis de gobierno, si logra que primeras espadas del Ejecutivo consigan puestos de peso en el nuevo reparto de poder de la UE.
Mientras Rajoy valora sus cartas, la candidata socialista, Elena Valenciano, cumple mañana cinco semanas haciendo campaña contra el presidente del Gobierno. Porque a la candidata socialista no le falta un adversario. Sea quien sea la persona que finalmente designe el PP, la munición de Valenciano va a seguir siendo contra Rajoy.
Los asesores electorales coinciden en que, por lo menos en teoría, es una estrategia acertada. «Nadie va a hacer campaña contra Cañete o González Pons», afirma Rafa Rubio, experto en contiendas electorales. «¿Alguien cree que la campaña de Valenciano va a estar determinada por el candidato del PP? No, eso sería un error de caballo», sentencia. La campaña socialista, dice el asesor, dirige su munición contra Rajoy, no por la ausencia de candidato, sino porque el nombre elegido, en estas elecciones, importa lo justo. «Recordad a McCain en el 2008, dirigió toda su estrategia contra Hillary Clinton y cuando salió Obama quedó completamente desposicionado», explica Rubio.
La indecisión de Rajoy ¿beneficia entonces a Valenciano? Los estrategas consideran que sí, salvo una excepción de oro. Que Rajoy gestione sus tiempos y desespere a su equipo pero sorprenda a todo el mundo con un candidato inesperado.
El asesor que trabajó con Jaime Mayor Oreja en la campaña de las anteriores europeas, Antonio Sola, considera que «si Rajoy encuentra un muy buen candidato y es factor sorpresa, a Elena Valenciano no le habrán valido de nada estas cinco semanas de campaña», pero matiza que si el candidato es el esperado, Miguel Arias Cañete, el PP «tendrá que remar más fuerte» porque habrá perdido un tiempo valioso. «Está claro es que si estás en la cancha y no tienes enemigo en la portería, puedes marcar más goles», concede Sola. Para Rafa Rubio, «el problema del PP es serio, porque el retraso seguro que puede estar justificado, pero es nocivo para las elecciones».
Óscar Santamaría, director de Asesores de Comunicación Pública, relativiza ese daño. «No es demencial, pero sí que se enciende ya una luz amarilla, todavía no la roja, porque no hay clima electoral, nadie está escuchando lo que dice Valenciano», afirma.
Para este asesor, la indecisión de Rajoy encierra, paradójicamente, un efecto positivo para el presidente : «Se refuerza la marca Rajoy, su liderazgo, su sangre fría, su capacidad de ser ajeno a las presiones de su propio equipo, porque de alguna manera está diciendo ‘yo soy el que manejo mi agenda’»
Pasarse de pimienta
En lo que coinciden los expertos es en que la ausencia de candidato no moviliza a las bases del PP para ir a votar. Los analistas consideran que el gran reto de PP y PSOE es luchar contra la abstención, de modo que una campaña durmiente, o plana, que no despierte interés, sería letal. «La gente presta más atención a las campañas cuando son altamente competitivas, cuando no se sabe quién va a ganar», explica Orlando d’Adamo, analista electoral. «Con una campaña plana el PP alimenta a su peor enemigo, que no es el PSOE sino la abstención», añade.
Candidato popular al margen, lo que hemos visto hasta ahora de la estrategia del PSOE es una campaña negativa, de ataques intensos contra Rajoy. Los asesores explican que esta es la estrategia básica para movilizar cuando se percibe un interés escaso entre el electorado. El PSOE lo llevó al extremo en el anuncio del dóberman, en 1996. Aunque en las europeas los socialistas no han elevado tanto el volumen, la campaña es negativa y los asesores dudan: si bien pone el foco en la campaña, en un clima de desafección política, con un electorado cansado del Y tú más, puede ser contraproducente. «La campaña negativa es como la pimienta en la cocina, un poco resulta imprescindible, pero si te pasas no hay forma de salvarlo», explica Orlando d’Adamo. Santamaría acepta este argumento, pero lo matiza: «El PSOE tiene que movilizar a los pocos votantes suyos que les queden. El dilema es si hago una campaña negativa y amarro a los míos o hago campaña en positivo para tratar de conectar con la ciudadanía. Y la decisión es clara». H
Por Pepe Aniorte de Rueda, Gerente Desarrollo Local de RAIS Fundación.
Prueben a hacer un gesto tan cotidiano como coger un billete de cinco euros de la cartera y preguntar “¿qué es?”. Con seguridad todos dirán que es un billete de cinco euros. Después arrúguelo cuidadosamente y repita la pregunta; probablemente su interlocutor lo seguirá identificando como un billete; finalmente, arrójelo al suelo y pruebe a pisarlo antes de reiterar de nuevo la pregunta, casi con toda seguridad su asombrado espectador seguirá identificándolo como el mismo billete de cinco euros. Eso que se suele llamar a la ligera como “los indigentes” (sería mucho más aceptable hablar de “personas sin hogar”) no son una categoría distinta al resto de las personas. Así describía un muchacho de 17 años, después de compartir experiencias con personas sin hogar, la diferente valoración que da nuestra sociedad a un billete y como se quita el valor a las personas.
El martes 26 de noviembre a las 17h, se presenta el número 3 de la Revista “DESDE LA CALLE en movimiento”, que se realiza desde el Centro de Día Casablanca de personas en situación de exclusión del Ayuntamiento de Alcobendas. Un medio de comunicación así es algo exótico, una rareza dentro del zoo mediático. ¿Quién tiene voz hoy en día en los medios de comunicación? Igual al leer la noticia del evento en el que se presenta la revista alguien ha podido pensar ¿y por qué una persona sin hogar escribe en un medio de comunicación? La pregunta correcta es. ¿Y por qué no va a escribir en un medio de comunicación?
La revista es una herramienta para el periodismo social, un espacio de expresión y un altavoz de las personas sin hogar (o en riesgo de exclusión social) hacia el conjunto de la ciudadanía. El objetivo principal es visibilizar y representar la capacidad de generar una mirada útil, visual e informativa, en el que ellos cuentan en primera persona su realidad, que es nuestra realidad.
Cuando se llega a una situación de exclusión es porque se han roto los vínculos con la familia, los amigos, o la sociedad cercana. Todos los vínculos que nos permiten una comunicación estable son los que nos dotan de identidad como personas y, por eso, como dice el cantautor Rafa Sánchez “un hogar no es sólo un techo para alguien que vive en la calle. Es contar para el mundo, no ser invisible y tener derecho a vivir y soñar”
El discurso de las personas en situación de exclusión no interesa porque huele a derrota. Se suele pensar que en la exclusión la principal preocupación es la comida, pero no sólo esto es así. Las necesidades son las mismas que las del resto: confianza, seguridad, dignidad.
La calle es muy dura. Al empobrecerse, la persona se va quedando fuera de los espacios que producen vinculaciones fuertes como el arte, la cultura, la música, la creación o el deporte y hay que volver a tender esos lazos que te reconecten con los vecinos y todos los servicios de la sociedad.
Los que están en los márgenes tienen otra mirada, otro punto de vista sobre la realidad que puede sorprender. Todo eso es lo que se cuenta en la revista DESDE LA CALLE en movimiento.
La presentación será en el Salón de Actos del Centro Cultural Pablo Iglesias de Alcobendas dentro de las Jornadas “Altavoces ante la exclusión social”, que organiza RAIS Fundación junto al Ayuntamiento de Alcobendas En estas Jornadas participarán, en una mesa redonda moderada por Rafa Rubio, otras entidades sociales junto a RAIS Fundación; Movimiento Cuarto Mundo, Secretariado Gitanoy Onda Verde.
RAIS Fundación es una entidad de iniciativa social, no lucrativa, independiente y plural, de ámbito estatal y creada en 1998. Lleva presente en el municipio de Alcobendas desde 2006 y su principal objetivo es luchar contra la exclusión social, especialmente el de las personas sin hogar.
Partido Popular y Gobierno han cambiado radicalmente su estrategia de comunicación. Todos los analistas de comunicación política coinciden en señalar como punto de inflexión la rueda de prensa del Consejo de Ministrosdel pasado 26 de abril, en la que la vicepresidenta del Gobierno y los ministros de Economía y Hacienda lanzaron a los españoles el mensaje terrorífico y dramático de un desesperanzador futuro de desempleo y crisis económica.
Como explica el analista de comunicación política cercano al PP, Rafael Rubio, «no sé si porque alguien les da un toque, o porque se produce una percepción real del problema», el hecho es que a partir de entonces «cambian las formas de hacer de la Secretaría de Estado de Comunicación, de los ministerios y de las embajadas; empiezan a coordinarse más, a tener reuniones informales con medios de comunicación extranjeros a los que hasta entonces habían ignorado políticamente…»
Un cambio que no sólo afecta a las formas, sino también, y sobre todo, al mensaje. Apenas diez días después de aquella rueda de prensa que tan famosa se ha hecho entre los expertos, Mariano Rajoy comparece en el Congreso para pintar un panorama radicalmente distinto, y lanzar el mensaje de que las cosas están empezando a cambiar.
La hora del optimismo
Si los expertos en comunicación política tienen razón, a partir de ahora no espere enterarse de las malas noticias por el Gobierno. «Con una base más o menos real, ahora lo que toca es lanzar mensajes de optimismo», dice el director del Máster en Comunicación Política y Corporativa de la Universidad de Navarra, Jordi Rodríguez Virgili.
Una ojeada a las noticias llegadas desde Bruselas estos últimos días de noviembre es buena prueba de ello. El Eurogrupo le dijo la pasada semana al ministro de Economía español, Luis de Guindos, que no le cuadran sus presupuestos, y que debe recortar otros 2.500 millones de euros más para asegurase de que no incumple el límite de déficit autorizado a España, de un 5,8% para 2014.
El Gobierno, sin embargo, responde que la hora de los recortes ha llegado a su fin: «Estamos en condiciones de decir que no habrá ajustes tan importantes como los adoptados en los últimos dos años», se atrevió a responder Mariano Rajoy ante los micrófonos de Radio Nacional. Mientras, su ministro Guindos se esforzaba por convencernos de que esos 2.500 millones no saldrán de recortar más, sino de terminar las reformas que ya están en marcha.
«Pasada media legislatura y con unas elecciones europeas próximas, seguro que la palabra reforma seguirá estando presente en el discurso, pero hay ciertas palabras como recortes o ajustes que desaparecerán», vaticina Virgili.
Isidro Cuberos, el que fuera director nacional de comunicación del PP con Javier Arenas, no cree como Virgili que las elecciones europeas del mes de mayo estén tras el radical cambio de discurso del Gobierno: «Dentro preocupan muy poco. Ocupan a la oposición, porque después pueden usar en su comunicación que le han sacado no sé cuantos puntos al PP». Pero sí coincide con su análisis de que hemos llegado al ecuador de la legislatura: «En la legislatura hay dos partes, una primera de dos años, que se cumplen ahora, y los dos siguientes que son definitivos».
Así, si hasta ahora Rajoy ha tomado decisiones que, como dice Cuberos,»le han hecho perder buen número de sus electores», durante los dos próximos años tanto el Gobierno como el PP se esforzarán por lanzar siempre noticias positivas. «Así lo veo, y también es lo que yo haría. Lo que hacen Guindos y Montoro es utilizar los datos macro, las inversiones de Bill Gates, etcétera, para lanzar el mensaje de que España empieza a ir mejor, para tratar de llevar a la gente la sensación de que empieza a funcionar».
Realidad maquillada
Rafael Rubio lo explica distinguiendo entre ‘procedimiento’ y ‘contenido’. Afirma que, a pesar de la revolución que ha supuesto Internet, la comunicación «es mucho más lenta de lo que parece. Las percepciones tienen que ir calando, hay que sembrar mucho para poder recoger después». Por lo tanto, lo importante es el cálculo político, no si el triunfalista «España vuelve» del ministro de Exteriores Margallo, el nuevo «milagro español» de Montoro, o el «ya está dando resultados»de Mariano Rajoy se apoyan en verdades objetivas.
Rubio lo resume en dos frases: «Desde el punto de vista de la comunicación, me parece correcto centrarte en las noticias positivas. Al fin y al cabo la comunicación consiste en poner el foco en aquellos aspectos que te interesan, y desviarlo de los que no; eso es el ABC de la comunicación. Que el Gobierno esté haciendo eso, me parece bien. Otra cosa, que desconozco, porque no soy experto en economía, es que sea engañoso o no».
Rubio defiende además que «la comunicación es una palanca de gestión» y que, como tal, sirve para ayudar a salir de la crisis creando un clima de optimismo positivo. Algo en lo que también cree su colega Antoni Gutiérrez-Rubí, para el que la confianza es uno de esos «poderosos intangibles» por los que también se rige la economía.
«Metáforas como brotes verdes o luz al final del túnel sitúan un horizonte positivo imprescindible para el estímulo económico. Por lo tanto es legítimo, y es más, responsable, crear una cultura de confianza», dice. Pero lo que ya no comparte es que dé igual que detrás de ello se oculte «un maquillaje de la realidad o una manipulación de los datos».
Gutiérrez-Rubí sostiene que ahora «el PP en su conjunto, y el presidente Rajoy en particular, están a la ofensiva. Hablando de lo que les interesa a ellos y no al conjunto de los ciudadanos. Una ofensiva que empezó cuando a finales de julio, con el tema Bárcenas, cambiaron de tercio y tomaron la decisión de decir sí, comparecencia, vamos a por ello.»
Demoscopia
Desde el Psoe también siguen con mucha atención el cambio de estrategia de comunicación del PP. Su explicación es, cómo no, demoscópica. Según su principal analista de comunicación, que prefiere no desvelar su nombre: «Su drama es que en las encuestas están perdiendo entre el 40 y el 50% de sus votantes de 2011. Lo que buscan desesperadamente es una reconciliación con esa gente; darles un pretexto para volver, y el único posible no es que estemos saliendo, sino que estamos sacando a España de la crisis».
Muy parecido a lo que piensa Gutiérrez-Rubí sobre el mensaje de nuevo milagro español que se lanza desde el PP: «Esa idea de España excepcional, heroica, que hace lo imposible, que resurge cuando todo el mundo la da por desahuciada… tiene un fundamento de nacionalismo español muy rentable en términos electorales. Los orgullos de las sociedades son importantes en política».
Su efecto está incluso medido. Según José Luis Sanchis, uno de los más veteranos expertos del país, que desde los años de Adolfo Suarez ha asesorado en docenas de campañas electorales, el ‘vamos a ganar’ o el ‘España va bien’ «tienen cierto soporte científico, porque les da una prima de entre un 1 y un 2%. Si a eso se añade la prima que tiene el PP en las elecciones por el tamaño de las circunscripciones, porque es más fuerte en las pequeñas que en las grandes, les coloca una prima del 2 o 3% que pueden dar la victoria».
Sin embargo, en la situación actual, dice, «es una estrategia peligrosa» porque, por mucho que desde el PP repitan una y otra vez algún dato macroeconómico que apunte a que las cosas están saliendo, la realidad es que, «en mi opinión, las cosas no están saliendo. En las próximas elecciones deberían ser muy prudentes, porque probablemente la economía no cambiará sustancialmente para entonces, y lo que está claro es que la intención de voto va a bajar de una forma importante».
Imprudencia
No es el único que advierte del riesgo de lanzarse a una campaña que luego no sea posible contrastar con la realidad. «Es imprudente; la sociedad lo nota y contamina aun más la sensación que tiene la gente de desafección política”, asegura Ángela Paloma Martín, autora del libro ‘Se llamaba Alfredo’, que analiza la última derrota electoral del Psoe. Y, para ella, ni siquiera es útil para luchar contra la crisis: «No ayuda a crear confianza; menos, después de dos años repitiendo que el año que viene será mejor, creando una ilusión que en ningún momento es confirmada por la realidad».
El analista de comunicación de cabecera del Psoe antes citado coincide con ella: «En mi opinión pagarán un alto precio por ello; a Aznar lo echaron del Gobierno, fundamentalmente, por mentir». Tras analizar los estudios previos y posteriores a las últimas elecciones, está convencido de que buena parte de los casi once millones de votos del PP procedían de electores que castigaron la incapacidad del Gobierno Zapatero para resolver la crisis económica, «no porque el país, de repente, se volviera de derechas, o porque el PP, o Rajoy, despertaran un entusiasmo especial en los ciudadanos».
Martín, asegura que con su «realidad paralela» no van a convencer a un sociedad más informada que nunca: «Este camino sólo lleva a engordar al monstruo de la desafección política». ¿Conclusión? Por mucho que cambie el mensaje, el futuro electoral del PP posiblemente esté, en realidad, en manos de las listas del Inem.
Mientras tanto, como bien resume Virgili, el PP y su Gobierno van a ser muy optimistas, para que «vaya calando que, gracias a la acción del Gobierno, empezamos ya a salir de la crisis. Es un cálculo de tiempo». Dicho de otra manera, «en la segunda parte de los mandatos, los gobiernos procuran perdonarse los errores, evitar los excesos y hacer una gestión que sea menos dura en términos de impacto político». Palabras de Antonio Gutiérrez-Rubí con las que, seguro, comulgan todos los analistas de comunicación política.
Su partido, la CDU, lanza una aplicación que llama al «activismo» a los votantes
Por Silvia Quílez
Un alemán, simpatizante del partido conservador de la canciller alemana Angela Merkel, pasa junto a un cartel de la campaña electoral. Merkel aprovecha la oportunidad para colarse en su pantalla y dirigirse a él con el mensaje clave de su partido, la CDU.
La líder de la CDU se ha empeñado en mostrarse abierta a la participación de sus electores en la campaña de estas elecciones generales con una aplicación para smartphones y una renovada imagen de su página web. Sin embargo, todos los expertos en comunicación política consultados por RTVE.es piensan de forma unánime que internet no puede marcar la diferencia en unas elecciones.
Merkel se introduce en los teléfonos de sus votantes, a través de un «cartel parlante» cuando pasan cerca de las imágenes de la campaña y les invita a participar en su proyecto político para Alemania. Es el mismo mensaje de sus vídeos electorales, pero ahora en una aplicación que además permite a sus simpatizantes saber a qué distancia y dónde se encuentra exactamente la líderdel gran partido conservador alemán.
La utilización de aplicaciones móviles no es nueva para los políticos, pero si hay algo novedoso en esta herramienta lanzada por la CDU es el enfoque al activismo: convierte en voluntarios a los votantes, porque pueden implicarse en la campaña del mismo modo que Barack Obama logró movilizar a cientos de miles de electores en EE.UU. en 2008. Así lo explica Rafael Rubio, consultor político y de redes sociales que trabajó en la última campaña online de Rajoy y de la JMJ.
Una aplicación sin expectativas
Sin embargo, algo lleva a sospechar que Merkel no quería realmente movilizar a los votantes como un grupo activo involucrado en la campaña. “Al final no se entiende muy bien” asegura Rafael Rubio, que solo dos semanas antes de la campaña se pretendiera obtener la participación de los voluntarios cuando internet “está basado en relaciones humanas que requieren confianza en este tipo de trabajo”, y precisamente por ello Obama lanzó la aplicación para móviles casi un año antes de las elecciones.
Ejemplos de utilización de Internet en campañas electorales se encuentran, sin ir más lejos, en el PP de Mariano Rajoy cuando en 2008 utilizó una página web para llamar a los electores a participar en una reunión. El PP y el PSOE tienen aplicaciones para smartphones, aunque meramente informativas. “Casi cualquier candidato tiene una app”, apunta Antonio Gutiérrez Rubí, asesor de comunicación y consultor político.
Pese a lo fácil que es tener una aplicación, la mayoría carecen de atractivo pues se limitan a mostrar las mismas informaciones que pueden verse por Internet. «Las app más interesantes no son las que se muestran al público y que cualquiera puede descargar, sino las que se preparan en privado, para los activistas, sobre todo cuando hacen puerta a puerta”, explica Gutiérrez Rubí que cita como ejemplo las aplicaciones que facilitan información con “mapas donde se señalan votos a favor y en contra, y argumentarios para que puedan ser utilizados in situ.
Una gran red sin diálogo vertical
Los políticos han explorado todas las posibilidades, sobre todo en un país como Alemania, que siempre ha estado entre los primeros en la aplicación de la tecnología en la política, y por eso son conscientes de que Internet no va a cambiar la intención de voto.
La estrategia de los dos grandes partidos alemanes, el SPD y la CDU ha sido completamente distinta. Mientras la aplicación de los socialdemócratas se centra en presentar a los candidatos territoriales del partido, la CDU busca mostrar la fortaleza de Merkel, señala Gutiérrez Rubí, a quien le gusta más esta última fórmula.
Pese a los avances, en torno a internet y las redes sociales siguen circulando grandes mitos, advierte Luis Arroyo, director de Asesores de Comunicación Política, como por ejemplo que existe el diálogo vertical en las redes sociales y que éstas permiten interactuar con los partidos políticos. “No hay diálogo vertical, Obama tiene 25 millones de seguidores en Twitter, no va a haber respuesta” del presidente estadounidense, asegura.
Además, cuando se ha ofrecido a los votantes la posibilidad de intervenir, no se les contesta, explica Arroyo, porque la gente quiere utilizar las redes sociales para expresar su “tribalismo”, su pertenencia a un grupo.
Una distancia insalvable
Por eso, internet “no va a cambiar nada”, añade Arroyo: “No hay una sola constatación científica de que haya provocado algún cambio en una campaña electoral”.
En el caso de los dos partidos mayoritarios en Alemania, las encuestas dicen lo mismo desde hace meses. La coalición conservadora CDU/CSU cuenta con la aprobación del 40% del electorado, mientras que los socialdemócratas liderados por Steinbrück, se quedan a más de diez puntos. El SPD y La Izquierda han descartado un pacto entre ellos por lo que en la práctica un gobierno progresista es inviable, aunque podría haber un pacto con el resto de partidos.
La estrategia del gran partido conservador alemán ha sido “humanizar” a un personaje poco empático, como Merkel, sobre quien pesa la imagen de institutriz y el carácter de Alemania del Este y para ello ha contado con las app como el “cartel parlante” y con una imagen renovada en su página web. El hecho es que pese a los esfuerzos, la gente sigue viendo la política con distancia y las aplicaciones como una herramienta más para llegar a la información, considera Luis Arroyo.
Las aplicaciones no han cambiado nada en política, pero los políticos tendrán que seguir adaptándose a las nuevas tecnologías y estar allí donde están los votantes.
Rafael Rubio, director del Grupo de Investigación sobre Participación y Nuevas Tecnologías en la Complutense de Madrid, sostuvo “creo que no, que en las redes no se consigue directamente ningún voto, pero como podría decir que con los espectaculares tampoco se consigue ningún voto directo o con un anuncio de radio o televisión”
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